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Por: Jose Giuliano Carlier

Sebastián Ospina López, conocido por sus más de 110 mil seguidores en Instagram como Tatánfue, es uno de los influenciadores más reconocidos en el departamento de Santander. Nació en Bucaramanga y, como él dice, creció disfrutando de mucha libertad en el barrio El Jardín, que era muy seguro y que a la vez tenía un ambiente de calle. Allí empezó a soñar con disfrutar la vida al máximo, conocer el mundo y personas sin dejar a un lado sus raíces.

“Mis sueños siempre fueron vivir en libertad y disfrutar la vida. Se puede disfrutar en diferentes caminos pero en algún punto la manera en la que lo comencé a hacer en vez de darme vida, lo que comenzó a hacer fue secarme, entonces ya no estaba disfrutando la vida sino lo que estaba haciendo era padeciéndola”.

” Se puede disfrutar en diferentes caminos pero en algún punto la manera en la que lo comencé a hacer en vez de darme vida, lo que comenzó a hacer fue secarme”.

Como él mismo relata, llegó un momento en el que se desenfocó de sus estudios de Comunicación Social pero a la vez empezó a observar el crecimiento de los creadores de contenido en el país. Viendo a los influencers barranquilleros Juanda Caribe y Matthew Windey por el año 2013, fue tomando forma poco a poco un concepto en su cabeza. Tatán se dio cuenta que a Santander le hacía falta un personaje que representara al departamento en redes sociales, y en el año 2014 empieza el proyecto de “Tatánfue” como blog escrito. Una de las crónicas que escribió para este blog, llamada Los diablos sí existen se volvió viral e incluso llegó a publicarse en El Espectador, abriéndole las puertas para trabajar en la revista Vice y en ese momento fue encontrando su rumbo en el mundo digital. Después de esto, probó la plataforma de Youtube por insistencia de un amigo suyo proveniente de La Guajira, pero esta no le convenció tanto, y decidió liberarse y enfocarse totalmente en Instagram. En ese entonces los videos eran de 15 segundos y hablaba de temas muy santandereanos. De esta forma capitalizó esa idea que había surgido tiempo atrás, llenando el vacío cultural que tenían las redes sociales en el departamento y en el país.

Una mirada profunda a Sebastian Ospina

El canal comienza a crecer, precisamente porque estaba ese hueco de identidad, entonces agarré esa bandera de representante de los santandereanos y la vuelta se comenzó a crecer.

 

En el año 2017, con una cuenta de Instagram muy reconocida en Santander y otras regiones del país, Tatán pasó por una situación crítica en su vida donde la gota rebosaría el vaso. Después de tres días de fiesta y de abuso de alcohol y drogas, sufrió una sobredosis que lo dejó inconsciente y a pesar de haber consumido más de 2 millones de pesos en estupefacientes despertó en perfecto estado y, como él afirma, libre de toda necesidad de algún vicio al haber tenido un encuentro con Dios, a quien denomina como principal responsable de que el siguiera vivo.

Por ende, decidió darle un giro a su vida sin perder las ganas de disfrutarla al máximo a pesar de haber sido formateado como menciona en su léxico santandereano. Borró todas sus publicaciones y transformó el concepto que tenían sus redes sociales. Su slogan dejó de ser “¿Quién fue? Tatán Fue” y empezó a ser “¿Quién fue? Él (Dios) fue”. Estas plataformas se convirtieron en medios donde empezaría a compartir lo que aprendía leyendo la Biblia y para que la gente entendiera de mejor manera, compartía cómo aplicar estas enseñanzas en el día a día. Sin perder su esencia enalteciendo la cultura santandereana, elaboró diferentes secciones en sus redes para compartir sus creencias, su fe y sus experiencias conociendo lugares y personas, viviendo así uno de los sueños que tenía de pequeño.

Tatán asegura que después de siete años el significado de las redes sociales ha cambiado para él. Dice que cuando inició este proyecto era solo por diversión y que no tenía una visión de lo que podría llegar a hacer en un futuro con estas plataformas, al día de hoy después de altas y bajas, las redes sociales son para él una herramienta para esparcir un movimiento y una forma de llegar a los lugares más recónditos del mundo.

 

Estudiante de octavo semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. De Bucaramanga, Santander y apasionado por el fútbol, los deportes y el periodismo.

jcarlier@uninorte.edu.co