Por: Sócrates
Varias cosas que observé más allá del supuesto error del árbitro argentino Néstor Pitana en el partido que la selección brasileña de fútbol le ganó 2-1 a la colombiana.
1. Por primera vez, nuestra selección mostró un orden defensivo en bloque. Eso le permitió dificultarles las cosas a los brasileños y disminuir sus oportunidades de gol. A un equipo cualquiera es imposible evitarle que haga un disparo al arco propio o que fabrique oportunidades. Pero sí es posible disminuirlas, y eso, frente a un equipo como el brasilero, es oro puro.
2. Por lo anterior, se requiere que también funcione al ataque, con circuitos que hagan circular la pelota al arco contrario. Brasil los dificulta con presión y anticipación, pero de lo que se trata es de que el contrario también se vea en la necesidad de defenderse. Eso también aleja al contrario de nuestro arco.
3. Es claro que nuestro equipo no tiene eso aceitado. Para eso se requiere muy buen estado físico y toques de primera precisos. Quizás no tenemos las unidades o toca entrenar ese aspecto.
4. En la jugada del primer gol en contra -la del balón que le pegó a Pitana- no sólo hubo la distracción consecuente, sino dos elementos de los que casi nadie ha hablado: el centro desde la izquierda superó a Yerry Mina, quien ni siquiera saltó. Y el otro (que se disimula porque es San Ospina) es que el balón se le escurrió a nuestro arquero de las manos.
5. Es claro que se necesita mejor enlace en la media cancha, pero no es para ponerse a llorar por un James que no estaba disponible, ni por un Quintero que no pudo venir. Toca aceitar eso de alguna forma como equipo. Hay tiempo para entrenar.
