Comenzó la aventura a nivel internacional para Junior de Barranquilla, los dirigidos por el timonel argentino Juan Cruz Real, debutaron en la fase de grupos de Conmebol Copa Sudamericana ante Unión de Santa Fé de Argentina con un empate y con más amarguras que sabores.
El conjunto currambero ha tenido un comienzo muy criticado desde que empezó el primer semestre de 2022, un juego lleno de críticas y una casi nula idea de juego son las grandes carencias que hoy lo tienen como un incógnita en cuanto a favoritismo y rendimiento.
Las luces están puestas en el técnico Juan Cruz Real, debido a que desde su llegada a Barranquilla no ha sido muy bien recibido por parte de la hinchada, ni tampoco por la prensa local. Esto sumado a los pobres resultados que lleva hasta esta parte de la temporada, todo dado por la gran inversión económica que realizó la directiva para disputar copas internacionales y domésticas.
La realidad a esta altura de la temporada es la misma que desde un principio, un equipo sin un libreto claro, y que gana sus compromisos de local ante rivales en un papel inferior al equipo tiburón. Sumado a esto las desastrosas presentaciones a fuera de Barranquilla, en lo que va del semestre, de 10 partidos disputados fuera del Metropolitano, solo ha sumado 5 puntos, una victoria y dos empates.
El clima en la hincha es de inconformismo, más después de su primera presentación en Copa Sudamericana, en la cual poco fue el fútbol mostrado por los curramberos en tierras gauchas, y la situación se agrava mucho más si se tiene en cuenta el rival que enfrentó, dado a que Unión de Santa Fé está disputando en el torneo argentino por no perder la categoría de primera división.
La situación para ser partido tras partido más agravante, y las soluciones en cuanto a fútbol colectivo siguen sin aparecer, más escaramuzas individuales de jugadores que otra cosa, el equipo ofensivamente depende en un alto porcentaje de Luis ‘Cariaco’ González y de Yesus Cabrera, sin mencionar los bajos aportes de Fernando Uribe y el cuestionado rendimiento de Daniel Giraldo en la zona medular.
Estos jugadores volvieron a naufragar en el Estadio 15 de Abril ante Unión, un equipo sometido, sin ideas, jugando a esperar y que de por sí a los 2 minutos ya perdía el encuentro, eso sumado a casi nulo juego ofensivo, tanto así que encontró la paridad en un autogol del equipo gaucho. No obstante este rendimiento de Junior ya no sorprende, dado que sigue mostrando la misma cara que presenta en el torneo local, y mucho más de visita donde solo ha ganado 3 puntos de 24 posibles.
Ahora bien, qué está buscando Cruz Real con estos planteamientos defensivos ante equipos de menor jerarquía que Junior, realmente es un incógnita, al igual que sus respuestas en rueda de prensa, donde no se encontró un argumento válido para justificar tan pobre actuación de sus dirigidos en la noche argentina.
Los números podrían decir que este empate es un buen resultado, pero la nómina del conjunto barranquillero señala otra cosa, porque no es posible que a jugadores que se les paga un alto sueldo, la segunda nómina más cara en el país (28 millones de euros) salgan con estas presentaciones ante equipos de menor envergadura y también menos nómina sobre el papel.
El panorama en Junior de Barranquilla no parece mejorar, las fechas siguen al ruedo y hasta esta altura del campeonato cuesta encontrar un argumento sólido que como equipo haga pensar que el conjunto tiburón está para levantar títulos en lo que queda del año.
En estos días el proyecto seguirá siendo esto, un proyecto porque los resultados al parecer van a demorar en hacer justicia a la inversión económica realizada por la familia Char.
Por los próximos meses Junior tiene que ganar lo que le queda en el Liga doméstica para asegurar su permanencia en el grupo de los 8 clasificados, y por el mismo lado tiene que afrontar la Copa Sudamericana con el único objetivo de ser primero de su grupo para buscar clasificar a la siguiente fase, recordemos que solo clasifica el primero de los cuatro integrantes.