-Por: Valentina Franco, Karina Messino, Luis Montalvo, Juliana Trujillo -Foto: https://www.facebook.com/cineclubcayena.uninorte
Mientras las grandes cadenas de cine en Barranquilla son visitadas diariamente por un promedio de 1.000 personas, las salas alternativas y cine-clubes son visitadas por un promedio de 35 personas, según datos obtenidos recientemente por estas asociaciones. Es decir, el número de personas que visitan estos espacios en un mes equivale a la asistencia en un día de las grandes salas.
En estos espacios, como la Cinemateca, la Cineteca, el Cineclub de la Alianza Francesa y el Cineclub Cayena de la Universidad del Norte, creados especialmente para la presentación de cine no comercial, se evidencia el desinterés de la mayoría de barranquilleros frente al cine Independiente
“Lastimosamente no hay cultura para ver este tipo de cine” afirma Carmen Viveros, docente de Análisis Cinematográfico en la Universidad del Norte y productora de la película independiente ‘’Inmortal’’, agregando que “(…) está donde tiene que estar” ya que el cine independiente siempre ha sido un cine marginal y minoritario que tiene otros espacios frente al cine comercial, lo cual, por supuesto, no lo hace menos importante.
Por otro lado, expertos en el tema como Alfredo Sabbagh, docente e investigador de temas relacionados con los medios audiovisuales, recomienda dejar de lado la insistencia en realizar un análisis especializado o formal de una película y empezar a disfrutar de la experiencia cinematográfica, así como se hace con las películas americanas, recalcando que es importante matizar y darse la oportunidad de ver otro tipo de cine.
Para nadie es un secreto que cuando no se consume cine independiente tanto para los cineastas como para los lugares donde se exhiben, significa una pérdida en el ámbito económico, pero cuando se habla de lo cultural los afectados somos todos.
“Toda persona que se exima de una oferta cultural en cualquier entidad está restando a su bagaje cultural, significando un declive a su potencial creativo, humanístico y en la calidad humana”, afirma Julio Lara, Jefe de Prensa de la Cinemateca del Caribe y docente de cine en la Universidad Autónoma del Caribe, ya que, según él, las películas no comerciales van mucho más allá, sus historias pueden ser muy entretenidas, y a la vez pueden tocar la parte sensible del ser humano.
Otro factor que influye al momento de que el público escoja qué tipo de cine quiere ver es la diferencia de historias contadas en ambos.
Carmen Viveros expresa que al no verse cine independiente, se está perdiendo la oportunidad de conocer una gran diversidad de historias, ya que muchas de estas reflejan la variedad cultural con la que cuenta el mundo, se puede conocer la manera de contar historias de África, de Irán, de Asia y hasta de Latinoamérica, agregando que la gran estructura con la que cuenta el cine comercial, el engranaje realizado con mucho dinero, los variados canales de distribución y al ser películas exportables al mundo convierte sus películas homogéneas y hechas para un público global.
Por otro lado, algunos piensan que el motivo por el cual no se ve cine independiente es porque el contenido de las películas comerciales es mucho más variado, tal como lo expresó Julieth Carrillo, administradora de Royal Films de la sede del Centro Comercial Villa Country. Otras personas como Julio Lara tienen otro punto de vista, por lo cual afirma que el cine independiente maneja películas para todo tipo de gusto.
Muchas de las personas que asisten a los lugares donde se proyecta el cine independiente son personas mayores: “Hay un público de una determinada generación como la mía y un poco mayor que tiende a entender más la importancia”, afirma Alfredo Sabbagh.
Como complemento de lo expresado, Julio Lara afirma que frecuentemente estas salas las visita un público adulto, ya que crecieron viendo este tipo de películas por cable y ahora tienen la oportunidad de seguir disfrutándolas.
La ley del Cine en Colombia
A partir de la creación de la ley 814 de 2003 o La Ley de Cine, en la cual se dictan normas para el fomento de la actividad cinematográfica en Colombia, se ha evidenciado año tras año la evolución que ha tenido el cine en el país.
Un dato que demuestra lo dicho anteriormente es el número de asistencias a proyecciones de películas colombianas con respecto a los dos últimos años, las cuales concluyen que durante el 2016 respecto al 2015 la afluencia de personas ha sido superior en un 38, 9%, según cifras de Proimágenes Colombia.
Esta ley ha permitido un crecimiento exponencial del cine en el país y ha sido ley ejemplo en varios países de América Latina, tal como lo afirma Alfredo Sabbagh. Sin embargo, explica que a pesar de haber significado un avance para el desarrollo cinematográfico, no descarta la idea de que debe existir más normativas legales más que temas de fomentación cultural en las personas para que el crecimiento sea aún mayor.
Uninorte, de la mano con el cine independiente
Hace 32 años la Universidad del Norte inauguró el Centro Cultural Cayena y junto a este, su cine-club, espacio que fue creado con el fin de que el público, tanto universitario como de la ciudad en general, fuese capaz de reconocer el lenguaje cinematográfico de cada película que se proyectara e incentivar a que se conocieran otras maneras de hacer cine distinto al que estamos acostumbrados.
A pesar de ser uno de los más antiguos de la ciudad, la máxima cantidad de personas que lo visitan cada miércoles son 25. Además de que a muchos no les genera interés este tipo de cine, otra de las causas por las cuales se podría generar esto es que muchos no conocen acerca de este espacio: “Nos falta llegar a más público”, tal como lo expresó Néstor de León, coordinador del cineclub, afirmando que deben buscar la manera de llegarle a aquel público que no guardan una relación con las carreras ligadas afines a la comunicación social o al cine y así mismo a los que la guardan ya que en las últimas temporadas no han estado muy cercanos a la nueva generación de comunicadores.
Estrategias de incentivo
Sabbagh y Viveros aseguran que el incentivo debe comenzar desde la nueva generación estudiantil, ya que en las instituciones educativas se puede llegar a influenciar mostrándole a los estudiantes otras propuestas u otras maneras de hacer cine y a partir de esto en un futuro ellos sabrán elegir al tener un conocimiento amplio sobre ambos tipos de cine.
Para lo dicho anteriormente, ya las salas alternativas como la cinemateca, están creando estrategias para incentivar al público estudiantil: “Realizamos unos talleres escolares para público académico, de colegios y universidades, en el cual estaremos tocando en nueve sesiones una mirada hacia el cine colombiano”, manifestó Julio Lara, agregando como otra de sus estrategias el descuento que se le ofrece a estudiantes de lunes a miércoles y en el caso del Cine Club Cayena está trabajando de diferentes maneras para que los estudiantes se enteren sobre este espacio.
Pero estos espacios no solo tratan de incentivar a la nueva generación sino a todo tipo de público. La cinemateca, además, realiza un espacio Cine Foro totalmente gratuito para todas las audiencias con géneros cinematográficos diferentes. Todos los martes, cada función es acompañada por un especialista durante la película, la Cinemateca cuenta con un día en donde la entrada es totalmente gratis con el fin de que los Barranquilleros vayan y conozcan sus locaciones. De igual forma, el Cine Club Cayena realiza ciclos de cine temáticos mostrándoles algún director de cine que les despierte el interés o algún género en específico.