La atención que se brinda de parte del estado es insuficiente, las mujeres habitantes de calle y de escasos recursos no cuentan con las condiciones para una correcta higiene menstrual.
Son 683.000 mujeres en Colombia las que no accedieron a elementos higiénicos durante el 2021, y el principal factor fue la capacidad económica, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Existen dificultades para garantizar los derechos menstruales y de salud de las mujeres habitantes de calle y de estratos socio económicos bajos. No acceder a estos productos de higiene básica, puede tener graves consecuencias para la salud y el bienestar de las mujeres, incluyendo infecciones y limitaciones para llevar a cabo actividades cotidianas y vida digna.
Más del 33% de la población colombiana son niñas y mujeres en edad menstrual, según un estudio de El Portafolio. De esa cifra, según el registro de abril de 2022 de Pulso Social del Dane (DANE), el 13,5% ha tenido dificultades económicas para tener acceso a productos como tampones y toallas.
“Cuando puedo uso toallitas sanitarias”, afirmó una mujer habitante de calle. “Cuando no tengo lo necesario, utilizo pedacitos de toallas viejas o cualquier trapito que me sirva a mí y a mis niñas”.
“La parte íntima es un área muy sensible, pues es una transición de piel a mucosas” explicó el ginecólogo, especializado en medicina reproductiva, endocrinología, ginecología y obstetricia, Ricardo Rodríguez. “Esa zona de mucosa puede ser agredida fácilmente por gérmenes que, si colocas un trapo sucio, va a romper esa barrera de defensa que la mujer trae y va a ser causantes de infecciones”.
Instituciones y personas de altos cargos se han pronunciado sobre esta problemática. La concejal Heidy Barrera ha liderado la creación de un programa de higiene menstrual. Ella afirmó que es necesario establecer una política pública en Colombia que apoye a mujeres con discapacidades y problemas económicos.
“La sentencia 398 obliga a Bogotá a atender a las mujeres de calle en este tema”, dijo Barrera. “El programa busca beneficiar a 308 mujeres de la ciudad y cerrar la brecha de desigualdad existente entre las mujeres”.
La Corte Constitucional se ha pronunciado al respecto: “El Estado se encuentra en la obligación de brindar instalaciones adecuadas para que las mujeres puedan realizar las distintas actividades, entre ellas la higiene”.
La Secretaría de la Mujer junto a Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (IDIPRON) y la Secretaría de Integración Social pusieron en plan una estrategia de cuidado menstrual para mujeres de escasos recursos. “Cuidándonos menstruamos” busca mejorar la salud y el bienestar de las mujeres en situaciones de pobreza y vulnerabilidad al proporcionar acceso a productos de higiene menstrual, educación y apoyo emocional.
A pesar de las jornadas que se han llevado a cabo, no hay registro contundente del seguimiento y cumplimiento adecuado de las propuestas y deberes de las entidades encargadas de garantizar, promover y proteger los derechos de la salud y vida digna.
Cabe resaltar que, hasta el momento en Barranquilla, la problemática sigue siendo vigente y no tan visibilizada en la sociedad, pese a las iniciativas y programas. Las estrategias siguen siendo insuficientes para velar por los derechos fundamentales de las afectadas.
Corroboramos esta información con dos personas de la ciudad de Barranquilla. “A nadie, ni siquiera al gobierno, se interesa por eso”, dijo una mujer vendedora ambulante. “No hay ninguna ayuda para nosotras las mujeres que tenemos pocas posibilidades económicas”.
Rodríguez comentó, “Los estratos socioeconómicos bajos no tienen los utensilios ideales para la menstruación. Usan calcetines, pedazos de tela, papeles higiénicos, periódico y este tipo de utensilios pueden generar infecciones como vaginitis, hongos, virus y bacterias”.
Para obtener información sobre el registro de las jornadas menstruales organizada por La Secretaría de La Mujer, El Punto envió un derecho de petición por medio de los correos oficiales de la entidad el 18 de abril. Hasta la fecha, no hubo respuesta. La vida digna de las mujeres en esta situación sigue siendo incierta.