Por: Randy Gomez Africano / Fotografías: Alisson Lee y Joshuy Cruz
La Entrada
El Blue Gardens se levanta ante mí con su aura y ambiente de dead mall o centro comercial inerte con una observación a aquel apenas arribo, encontrándose vacío, oscurecido por su propio abandono y falta de luz en algunos pasillos y locales, su fuente sin agua, sus no mas de tres locales que son el Megatiendas, un solitario Cosechas y una sucursal de la infame empresa Teleperformance trabajando y teniendo prendida algunas luces solitaria; casi todos los demás espacios para locales solo están vacíos, llenos de pendones con logos de aquel sitio y carteles grandes de Se Vende.
La soledad y eco que genera este estado acompaña la llegada de algunos jóvenes disfrazados, entre ellos yo mismo. Algunos están con una simple bata relacionadas al personaje del que son fanáticos-como las icónicas de la organización Akatsuki de Naruto– u otros con pelucas, espadas negras o plateadas plásticas o de pasta con algún color cálido en curvas y bordes de la hoja en las manos, y minivestidos cortos coloridos, mientras suben la escalera para llegar a uno de los pocos lugares vivos y que se mantienen en este lugar: El centro de convenciones del cuarto piso donde se está dando la convención.
A diferencia de aquellas cosplayers de guerreras coloridas-probablemente de un anime como My Hero Academia- debido a una ya contada elección a causa del tiempo y dinero, no tengo un disfraz muy especial, llamativo y elaborado. Una simple camiseta negra con el símbolo de Superman enteramente de color rojo fajada por dentro; unos jeans altos, subidos hasta llegar a la mitad de mi abdomen y amarrados de una forma bastante apretada; y unas botas negras gruesas y tan altas que las cubre las partes bajas de cada tubo de mis jeans; son lo que llevo para unirme a la onda de este evento, al que voy llegando ahora que paso de la plazoleta a las escaleras que están en frente del Megatiendas.
Al subir, una entrada de vidrio con paredes café pequeña me recibe, y al pasarla una escena dentro de la primera zona de aquel centro de convenciones, contraria en tamaño a la entrada, se forma con la aparición enfrente de mí de varios individuos, parejas y grupos que, colmando la mayoría de las baldosas del piso de esta, se encuentran posando con sus caras pintadas y brillantes por el maquillaje; usando sus camisas, máscaras y sombreros; algunos con sus cabellos pintados y otros con pelucas grises, naranjas, azules, rubias; para las fotos que hacen exponiendo los disfraces. Todos, mientras echo los primeros pasos, se encuentran riendo, conversando, haciendo que vuelen frecuentemente los ¿de qué es tu disfraz? o los ¿me permites tomarte una foto?, mientras que realizan todo esto justo al lado de zona la derecha de la entrada, donde se exponen varios stands de negocios independientes en una pequeña sala rectangular que venden figuritas y productos relacionados a lo friki.
El ambiente y las salas
Paso de la zona de la derecha al pasillo principal, dispuesto a llegar a las mesas donde venden las entradas y las que están al fondo para conseguir un pase de prensa y ver que hay en el resto del lugar de la convención. La escena común en este pasillo de piso alfombrado color amarillo amarronado es el cruce con todos los asistentes caminando de un extremo a otro con la misma onda que los que estaban en la entrada su zona derecha; algunos cosplayers-como Deadpool o un Din Jarin cargando un muñeco de Grogu en su mochila- ya quedándose de pie posándose como atracciones o estatuas para esperar a quien les quiera pedir una foto; otros más tomándose fotografías en unos cuadros que tienen vistas panorámicas de templos o pueblo de Japón; mientras que unos cartones a tamaño real de Rick Sánchez, Shrek asuntándome en la cara y Luffy riéndose acompañan estas vivencias, ya través de unos portones entreabiertos suena todo lo que ocurre dentro de la sala principal.
Unas escasas personas van hacia un lado y a otro, o se van a la zona de la entrada y baños, devolviéndose. Mientras avanzo hacia la mesa, empieza a emerger y aparecer casi que de chasquido una fila compuesta en su mayoría de varios de los jóvenes con pintas comunes , con ropa de fan o de hobbies, o chaquetas, sobre camisas o batas-frecuentemente se la pasa repitiéndose las de los Akatsuki de Naruto– mientras al lado ya la gente disfrazada pasa de foto en foto.
En medio de eso me pongo a pensar y hasta esperar si hay fanáticos de DC Comics por aquí que reconozcan mi disfraz y me pidan alguna foto mientras voy con cada paso dejando atrás cada asistente de pie y constituyendo esa fila, y llegando a la mesa con mantel negro, donde preguntas después, observaciones a otros personajes como una Spider Gwen o Springtrap comprando unas boletas y saliendo del salón del fondo, una mujer gruesa y de pelo crespo cobrizo me dice que espere ahí hasta que me de mi manilla blanca de la prensa. Al mismo tiempo inflo mi pecho mientras espero a algún fanático que quiera fotografiarse conmigo, un Superboy en versión costeña, pero nada se da.
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Minutos después de una confusa entrega de la manilla blanca que se hizo después de una reacción ansiosa e impactada de aquella mujer al no darse cuenta de que me había dejado esperando-aparentemente por ese ajetreo de andar rompiendo las partes de las boletas ya compradas para dar el acceso a la multitud que están atendiendo en su mesa- recibo el mensaje de uno de los tres compañeros respondiendo a mi afirmación hecha en el grupo de los reporteros del cubrimiento-un Ya llegue- Aquel era una compañera llama Ali, que llevaba rato en el lugar, diciéndome:
– Ando en la de Kpop
Al instante, me encamino a esa sala del fondo que ya mencioné, pasando entre más cosplays, como unas tres mujeres vestidas de Alvin y Las Ardillas, la pancarta azul oscuro que muestra el logo del evento y la Hiro Tienda para la prensa y fotografía, y el cada vez más colosal y abrasador amontonamiento de la gente por aquella zona. deslizándome entre todos estos cuerpos termino pasando por la puerta ya colmada por las personas que están buscando tomarse una foto, haciendo un círculo alrededor de ella, con una mujer haciendo cosplay de la Princesa Peach de Mario Bros.
En ese momento se levanta ante mi una sala circular que mide unos diez metros, donde las paredes quedan acaparadas y vibrando por la música KPop que sale de los parlantes de un escenario que esta en el centro de ella, donde desde una pantalla se van poniendo los videos de esas canciones que revientan desde el sistema de sonido, mientras sentados en el piso formando un circulo o en unas cuantas sillas varias niñas y adolescentes vestidas con ropa, maquillaje o accesorios de los grupos de aquel género o con disfraces que usan en el resto del evento, observan cuando una de ellas hace una coreografía en un espacio del suelo que han dejado para que lo hagan, aplaudiendo a cada que la realizan.
En el resto del sitio, y a los lados y detrás de ellas se encuentran varios puestos como los que hay en la otra punta del centro de convenciones que aquí venden pulseras, camisetas, algunos tops, guantes, afiches y el causante de un olor a condimentos que hubo desde que entre, un puesto de venta de ramen instantáneo traído desde el Japón en tazas de cartón marrón claro, ofrecidas en bolsas como se encuentran en los supermercados de aquel país.
Durante ese momento, observándola mientras capta con su cámara a los lados para probarla mientras esta al lado de un puesto de manillas, encuentro a Ali. Esta vestida con un blazer de cuadros amarillo y blanco, una camisa blanca de ejecutivo y una corbata gris, mientras su cara esta con unas leves pintadas difuminadas de polvo rojo claro y sus ojos pintados en los bordes y teniendo las pestañas realzadas, mientras mira sonriente a todo el salón justo al instante que me acerco y, saludo hecho por parte, le digo:
-Hey, de que te disfrazaste? ¿Al final si pudiste?
-No. Digamos que esta pinta da como vibes de Nana pero no la pude hacer completa, y el maquillaje se me corrió
Después de un rato de conversación mientras vemos las coreografías, decidiendo que vamos a hacer y con esta Ali preguntándome si tengo con que editar, me retiro sin avisarle nada-levemente apenado por eso- y me dirijo finalmente hacia la sala principal. Desde aquí ya se ve como la gente empieza a aglomerarse en su entrada y a unos cuantos asistentes sentados en el piso mirando a la tarima u observando de pie cada stand de adentro.
La tomadera de fotos
Estoy en lado izquierdo de la sala de forma rectangular, con el mismo piso alfombrado del pasillo y pendones con publicidad de la Hiro Tienda y rostros de personajes de anime puestos en las paredes uno al lado de otro. Han pasado como veinte minutos desde que llegue y estuve por allá, caminando entre stands que pertenecen a aquella tienda; comiendo unos waffles con forma de pez que en la edición anterior, en la que estuve también pero como un simple espectador- causaron que desde el mediodía hasta la noche estuviera presente un fila que abarcaba todo el ancho del salón; comprando Pokys pegados uno con otro por el calor al impactante precio de cinco mil pesos y preguntándole a una joven de ojos ojerosos y cabello azabache que atiende el puesto de venta de manga:
-¿Cuánto cuesta el tomo de Spy Family?
-Cuarenta y un mil pesos
-¿Y el segundo número del comic local?
-Quince mil
Ahora me encuentro aquí buscando ver que venden de este lado mientras en la tarima están haciendo karaoke con openings de anime y canciones de series animadas occidentales, mientras unas mesas que está al lado de él se emplazan. El año pasado aquellas fueron para darles sitio a cosplayers reconocidos y que estos den autógrafos, pero no hay nadie en ellos ahora mismo. Al mismo tiempo ya no tengo esperanza de que alguien reconozca mi cosplay y nos tomemos unas fotos.
En ese momento un hombre se acerca y me pide con la frase común de hazme el favor de tomarme una foto y lo fotografió abrazando de lado a una versión femenina y gruesa de Luffy. Hecho esto voy sumergiéndome entre un tumulto de gente cercano a la puerta de salida, y con los ojos saltándome de euforia encuentro a un quinteto formado por cuatro muchachos y una mujer con bandanas verdes cubriéndoles la boca; vestidos con gorras y camisetas de aquel mismo color; teniendo unos bates y armas de fuego hechos de plástico; y siendo comandados por un muchacho moreno flaco con bigote y gafas. Aquel cosplay grupal es de los legendarios Grove Street Families del también icónico GTA San Andreas.
Inmediatamente, con los brincos de emoción queriendo darse en mies pies me acerco a su líder y le digo:
– ¿Eres Ryder?
-Si-responde
– ¿Entonces ustedes son los Families?
-Si-responden todos al unisonó
– ¿Y dónde está CJ?
-No teníamos otro amigo de piel morena para que lo recreara-dice uno de ellos cuya apariencia es igual a la de Cesar Vialpando
Con las risas generadas por aquellas frases, les pido tomarnos una foto; y con ellos colocándose a los lados haciendo poses de pandilleros de películas de Hollywood, mientras yo hago una de rapero estereotípico con los brazos abrazándome las costillas y la espalda, un muchacho delgado y bajito nos la toma. Con esta sesión de tres segundos que usa de cámara profesional mi teléfono de Apple empiezo a vivir esa escena y actividad normal de una convención donde los disfrazados, y los que no, andamos tomándonos fotografías con poses o interpretando a los personajes. Lo mismo sucede cuando antes de salir al encontrarme un muchacho delgado con pelo lacio peinado a los lados y mirada psicópata de ojos saltones, llevando una camisa de botones morada y un papel emulando un carnet que dice: Affton. Lo que me hace preguntarle
– ¿Eres el hombre de morado?
-Creo que es un poco obvio-dice mientras se ríe
-Que bueno. ¿Nos podemos tomar una foto?
-Claro-dice mientras posa y sonríe a mi cámara frontal
Al tomarnos la foto, antes de irse le digo como un Milhouse a Bart la frase Di lo tuyo. En un segundo hinca su cabeza, y con sus ojos aterradores y sonrisa maniática dice con voz aguda: Yo siempre vuelvo. Agradecimientos despues, al segundo decido devolverme a la zona de la derecha y empezar a buscar fotos con mas personajes que conozco mientras camino levantando los puños para “volar” como el mío.
Allí aparecen otros habitantes de las viñetas de DC Comics como el Guason, cuyo cosplayer al tomarnos una foto en la que me ataca con su navaja riéndose mientras yo alzo mis puños para la pelea me dice:
-¿Tu eres Superboyverdad?
-Si señor, Conner Kent
-El clon de Lex Luthor con Superman
-Asi es, un placer
Lo mismo sucedió con una muchacha bajita disfrazada de Raven. A ella me le acerqué y le dije un Hola Raven, soy Conner de los Titans, sonriéndome justo cuando lo hago y tomándose la foto conmigo posando ella con la pierna adelante y yo inflando el pecho.
Así, durante el resto de la mañana, como en una de esas secuencias de las series donde el protagonista se pone a hacer varias cosas una tras otra o a intentar diferentes métodos para solucionar un problema. Me pongo a tomarme fotos y a conversar con cada personaje que encontrara y del que de sus series, películas o historietas fuera admirador. Me tomo sendas fotos con un Batman con su voz gruñona y su mascara de cartón color negro; un Deadpool no tan conversador; un Mandaloriando llevando a su Grogu en una tote bag y que alza la pistola mientras inflo mi pecho; un Doctor Extraño tímido de pelo largo y con gafas; un Jeff The Killer que confundí con el Guason dos veces poniéndome su cuchillo en el cuello; dos Hombres de Negro que sacan una cantimplora vacía envuelta en una etiqueta de Blue Label mientras me dicen que con eso me pueden hacer olvidar lo que paso al ser yo un kryptoniano; otro Superboy con el que imito el meme de los tres Spiderman al yo decirle impostor; una Ariel que por los pantalones que vestía se veia como Mera; y un Guason de Joaquin Phoenix a quien le lanzo un soplo tratando de imitar el superaliento.
Por ultimo, cerca del escenario, ya estando una cincuentena de gente-en su mayoría niños u adolescentes, sentados en el piso o en las sillas del centro del salón, me acerco a los inesperadamente recién llegados cosplayers, uno este vestido de Kakashi, otra de una especie de hada de vestido y cabello naranja, y finalmente, sentado dando autógrafos esta un cosplayer vestido de Doris de Shrek 2 y 3, que era tan parecida en disfraz y vestimenta que parecía que la hubieran sacado de algún cuadro de la película. Lo que hace que al acercarme quiera hacer que se materialice esa escena por la que es famoso gracias a un meme le digo esa frase de Milhouse otra vez y el, hablando igual a Mario Arvizu-el actor que la dobla- solo me dice antes de la foto:
Es un papucho, su cara parece tallada por los mismos angeles.
Los concursos
Llegada del Buenavista tras almorzar ahí hecha, y aunque ahora todo esta mas calmado en los pasillos, en la sala principal ya la gente esta hecha una marea sentados en el piso como niños de primaria en una dinamica escolar mientras un concurso de adivinar personajes se va dando en ese escenario cuardado. Me meto en medio del unico pasillo que hay entre cada lada, dando ya tumbos y siendo empujado por torsos y cabeza cubiertos por cascos de gladiadores, maquillaje artistico y accesorios como orejas y cornmenta de angeles oscuros y sucubos.
Desde aquí, la escena en la que lo que yo hago se resume en estar de pie mirando lo que pasa ocurre mientras un muchacho alto, moreno y delgado con una camiseta de anime se enfrenta en un reto de adivinar personajes viendo la silueta contra el muchacho de mirada psicopata disfrazado de William Afton, mientras una gruesa presentadora disfrazada de Luffy, y un presentador con camiseta de templario les preguntan:
-Numero-dice la mujer
-Treinta y cuatro-dice el hombre en camista de anime
-¿Quien es?-pregunta la mujer mientras aparece una silueta de un personaje haciendo una pose de pelea
-Thorfinn Kaisefni
-Correcto
-Numero
-Treinta y uno-dice el William Afton
-¿Quien es?-dice la mujer mientras aparece un personaje que sostiene una lanza
-Me rindo-grita el muchacho de mirada aterradora
-Se rinde-dice el hombre
-Tenemos ganador-grita la Luffy mujer
A ambos les dan unos pendones enviados desde uno de los lados de la tarima, mientras que al moreno delgado por haber ganado le dicen: El premio es un bono de ochenta mil pesos redimible en la tienda. Mientras tanto al William Afton le pasan otro pendon, este desenrollandose, el cual, al pedirle la mujer que lo abra, lo hace y sale un personaje al que el muchacho vestido de morado, como si esturiera alzando un trofeo, imita su pose y grita.
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Ahora estoy otra vez solo siendo un observador, pero ahora en la sala de Kpop. Ahora esta mas colmada de niñas y adolescentes hasta en su entrada, y el ambiente lo inade un olor a condimento tan fuerte y agrio que parece al de un multivitaminico. En ese momento un par de niños morenos y bajitos de nomas de 13 años bailan recreando una coreografia. Mientras se agarran los hombros, se pegan al suelo y se mueven estampandose ambos en aquel, mueven los brazos a los lados y caminan como modelos mientras siguen el ritmo, cada cinco segundos el publico hace un alarido colectivo de Ah consecutivos y que me inflan el timpano.
Acabada la presentacion, una presentadora de no mas de 16 años en su apariencia presenta el concurso de bailes individuales, mientras me acerco, como aquella primera vez en que nos encontramos, a Ali y me despido. Los escases de los pesos, la falta de bateria en mis equipos y una urgencia en mi hogar que requeria presencia y atencion mia me hace tener que irme inmediatamente. En ese instante una muchacha vestida en un hoddie color café se sube al escenario y empezando a moverse recreando una coreografia sensual se quita este y su torso queda solamente con un brasier azabache delgado, mientras que mis pasos me hacen salir corriendo de la sala apurado.
Epilogo
Vuelvo a la sala principal-hasta ahora no recuerdo la razon del porqué-y entre la muralla gruesa, calurosa y ahora obstructora del unico paso voy pasando apretado y ansioso ahcia el otro lado. Mientras tanto ya el invitado de este año, el maestro Alfonso Obregon ya esta en el escenario, en el que se proyecta una foto de muchas caras de su persoanje mas querido y el va diciendo:
-Asi empezo mi vida en el teatro, asi empece a hacer teatro con mis papas. Recuerdo que una vez mi mama me estaba pintando de negro, y yo le estaba diciendo ¿Por qué me pintas de negro?
Me tomo otras fotos por mera emoción con una Hiedra Venenosa morena que internamente me toca una fibra y me mueve el piso; miro a la Hada Madrina de Shrek 2, a la que le canto el coro que dice Yo quiero un héroe, y mientras su rival esta hablando en la tarima ella sonrie conmigo en una selfie.
Justo despues salgo por la misma puerta del lado izquierdo, y despidiendo aquella larga-y aunque divertida, proveedora de un material extenso para esta crónica por todo lo que paso- jornada me tomo una foto con un Kira escribiendo en su death note, para en menos de un minuto, con los oídos zumbando, sudor en mi frente, dolor tipo calambre en mis pies y unas historietas en mi mochila, salgo por la puerta que esta la lado de la entrada al Hotel Hilton Garden Inn, abandonando fatigado aquella convención de los frikis costeños. Al llegar, antes de escribir esto, leeré el segundo numero de Elemental y vere como le mando a mi sobrina el numero que le prometí de Spy Family.