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Por: Kairys Espinosa
Fotografías:
Gabriela Cuevas


El pasado sábado 2 de marzo, el auditorio del Colegio Alemán de Barranquilla, ubicado en la vía Puerto Colombia, se convirtió en el escenario de un evento musical que cautivó a todos los presentes. Enmarcado en el proyecto ‘Sonidos para la construcción de la paz’, impulsado por la Sinfónica Nacional de Colombia y respaldado por el Ministerio de Cultura, este concierto buscaba difundir un mensaje de unidad y reconciliación a través de la música.

Desde las 5 p.m., padres de familia, conocidos y personas interesadas se congregaron en el auditorio, ansiosos por presenciar este evento abierto al público. La velada comenzó con la actuación de los maestros de la Sinfónica Nacional de Colombia, quienes, al ritmo de sus instrumentos, entre ellos el tiple, ofrecieron un emotivo homenaje a los ritmos de la Región Andina, para luego deleitar a los presentes con reconocidas melodías europeas.

Uno de los momentos más destacados fue el solo interpretado por Edi Cordero, músico con una trayectoria de 25 años y principal de segundo de violines de la Sinfónica Nacional de Colombia, que dejó al público impresionado por su destreza y pasión por la música. Asimismo, la velada continuó con la participación de miembros de la Filarmonica Juvenil de Barranquilla, quienes se unieron a los maestros para interpretar una de las melodías de la reconocida película ‘Piratas del Caribe’. Para el cierre, los estudiantes de la Orquesta Sinfónica del Colegio Alemán honraron a Colombia con varias canciones y melodías tradicionales, incluyendo ‘Colombia tierra querida’.

Por su parte, Alfredo Reyes, director de la Orquesta Sinfónica del Colegio Alemán y de la Filarmonica Juvenil de Barranquilla, destacó la importancia de este evento dentro del proyecto ‘Sonidos para la construcción de la paz’, el cual busca llevar mensajes de paz y armonía a cada rincón del país. Además, mencionó la integración de talleres abiertos al público que precedieron al concierto, los cuales tuvieron una duración de tres días, con dos meses de preparación para el montaje del evento.

Por otro lado, Steffin Hernández, gerente de la Fundación Rubato, uno de los aliados y patrocinadores clave del evento, resaltó el impacto positivo que este tipo de iniciativas tienen tanto en los estudiantes como en los maestros, fomentando la unión y el crecimiento personal y profesional.

“El impacto es de parte y parte. Los chicos al tener la experiencia de compartir con los maestros y escuchar cómo han surgido para visualizarse a futuro y para los maestros verlos también, ver chicos de sectores vulnerables y a estudiantes que poseen una fuente de ingresos estables compartir en un mismo espacio, también los forma a ellos como docentes “, afirmó Hernández.

Del mismo modo, se invitó a seguir las redes sociales de los organizadores para estar al tanto de futuros eventos y actividades relacionadas con la música y la construcción de la paz, entre esos el Festival Internacional de Música Rubato, que espera traer a la ciudad su 2.ª edición en octubre de este año.

El concierto concluyó con un mensaje de paz, tranquilidad y unión, reafirmando el poder transformador de la música para tejer lazos de conexión en la comunidad y el entorno.

Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte.

kairyse@uninorte.edu.co