Por: César Leal V. (@CesarLealV)
En Barranquilla, Sebastián Viera encontró su casa. El uruguayo, nacido en Florida, compartió con El Punto y nos contó un poco acerca de su vida y su carrera.
Ya son ocho los años que lleva el arquero uruguayo custodiando el pórtico tiburón. “El ángel del arco”, como es llamado, llegó al equipo rojiblanco en el año 2011, luego de un largo paso por Europa. Llegó procedente del Larissa de Grecia, equipo en el que duró casi dos años, luego de cuatro temporadas en el Villarreal de España. Cerca de cinco años jugando en Europa, en los que no veía la hora de regresar a Sudamérica para estar más cerca de su familia.
En la cancha es un arquero seguro, de esos que no son aparatosos, prefiriendo siempre el buen posicionamiento bajo los tres postes, buen juego de pie y liderazgo, siendo esas algunas de las cosas que caracterizan en el campo al número 1 del Junior de Barranquilla. En casa, Viera es tranquilo, sereno, humilde y respetuoso, sobre todas las cosas. Encontró su familia y es padre de tres niños: Máximo, Stephano y uno que viene en camino.
A Sebastián Viera se le dio todo muy rápido: debutó en Nacional de Uruguay en el año 2003, con tan solo 19 años y luego, a los 6 meses, lo hizo en la selección mayor. Después de un año y medio de dicho momento, y con muy buenas actuaciones, se abre la oportunidad de ir a Europa.
Inició como el tercer arquero y por diferentes razones como lesiones, suspensiones de los otros arqueros, tuvo la oportunidad de debutar en primera división, impresionando a todos y se quedandose con el puesto. A los 6 meses de haber debutado, como mandado por Dios, llegó su primera convocatoria a la selección. Nuevamente, luego de la lesión a último momento de uno de los arqueros, el entrenador en ese momento de la ‘celeste’, Jorge Fossati, convoca a Viera para hacer parte de la nómina.
Luego de un año se le abre la oportunidad de ir a Europa. El Arsenal de Inglaterra estaba interesado en sus servicios e incluso estuvo a punto de cerrar su fichaje, pero por motivos médicos no se pudo dar el traspaso.
Regresó a Uruguay a hacerse todos los exámenes necesarios para determinar qué había salido mal en Inglaterra, y se le descubre un quiste en la cadera. Estando casi sin esperanzas, llega la oportunidad de ir al Villarreal, a España, equipo al que llegaría en el año 2005. Llegó durante una fecha FIFA en la que debía estar con la selección, pero priorizó su carrera en Europa y tuvo que decirle que no a su país para esos partidos. “Cuando llego, me recibe nada más y nada menos que Tacchinardi, un campeón de todo con la Juventus, eso para un joven que apenas está llegando es impactante pero muy bonito”, expresó el guardametas.
Luego de su paso por España, es contratado por el Larissa de Grecia, un equipo no muy conocido pero que en el momento, pareció la mejor opción para continuar su carrera en Europa. “Nunca me imaginé ir a jugar a Grecia”, mencionó, “las cosas se dieron y al final terminé jugando allá casi dos años”.
La familia fue la razón principal de su regreso al continente americano, pero no fue la única. El idioma le jugaba una mala pasada al ahora capitán del Junior. El deseo de Sebastián era regresar, pues, la situación se le tornaba un poco complicada ya que en un solo partido en Grecia debía hablar tres idiomas: inglés, español y griego. Además, la distancia de Uruguay a Grecia jugaba mucho en contra para el arquero uruguayo y su familia, por lo que decidió terminar ese contrato y buscar alternativas.
Apareció Junior a finales del 2010, un equipo grande en Colombia, reciente campeón del torneo local en ese momento y que había tenido en los últimos años un déficit muy grande en la posición de arquero. Eran tres ofertas que barajaba Sebastián Viera en sus posibilidades: un equipo de Argentina, uno de Brasil y Junior. Junto con su familia decidieron que el primero que concretara una oferta a ese se iría, y ese fue Junior.
Sebastián Viera en partido con el Junior de Barranquilla. Foto tomada de sus redes sociales.
Charlamos un poco acerca de una situación que aqueja al cuadro tiburón hace ya algunos años: el cambio constante de técnicos, la falta de un proceso.
“Los cambios de técnicos se tratan de llevar con normalidad. En un equipo grande, si no se dan los resultados no se tiene ningún problema en cambiar el técnico, la exigencia, la hinchada así lo pide”, comentó Sebastián quien también nos habló acerca de los objetivos actuales del equipo y el nuevo cuerpo técnico.
“El cuerpo técnico del profe Suárez se recibe muy bien, es un grupo de experiencia mundialista, en varios clubes, tienen mucha sabiduría y eso tratamos de aprovecharlo al máximo”, sentenció Viera, asegurando que el equipo sabe que, probablemente, con todo lo que se ha venido haciendo los últimos semestres, se esté hablando del mejor Junior de la historia, pero resaltando que “el objetivo ahora es mantener esta senda, hacer que Junior sea más grande cada día y por supuesto, un título internacional.”
Para Viera, el once ideal de los mejores jugadores con los que ha jugado es, sin lugar a dudas, el Villarreal semifinalista de la Champions 05/06, un equipo con grandes jugadores, de primer nivel. Riquelme, Senna, Tacchinardi, Forlán, Matías Fernández, ahora refuerzo del Junior, Robert Pires, entre otros. Un equipazo al que Viera no dudó en destacar como el mejor equipo en el que ha jugado.
El futuro de Sebastián Viera está en Barranquilla. Aún le quedan varios años en las canchas, y una vez decida terminar su carrera, el golero uruguayo tiene en sus planes mantenerse en la ciudad y continuar en el camino del deporte. Tiene claro que su futuro no es como director técnico, quiere algo un poco más estable y por eso tiene como proyecto a futuro fundar un centro deportivo. Lo que sí tiene claro es que le gustaría seguir en el fútbol y, por supuesto, en Junior, donde se ha convertido en uno de los más ganadores de la historia del club.
