Por: Erick Robinson, Mateo Rangel, Farid Pareja, Alez Medina, Laura Cortez, Sebastián Camacho y Daniel Alvarado
Este reportaje examina las problemáticas de la vereda de Bajo Ostión, centrándose en dos aspectos claves: la precaria situación de salud de la comunidad debido a la escasez de agua potable y el incumplimiento de los proyectos para el desarrollo local. A través de un análisis detallado, se abordan los impactos en la calidad de vida de los habitantes y se conocen sus puntos de vista de cómo están viviendo esta problemática.
El desafío del agua en Bajo Ostión: Una crisis que impacta la calidad de vida y la salud de la comunidad
La escasez de agua potable en Bajo Ostión perjudica la vida de sus habitantes, llegando a generar enfermedades que ponen en riesgo la salud de sus habitantes. “Como madre de dos hijos pequeños, he tenido que darles agua salobre”, dijo Alejandra Marriaga, habitante de Bajo Ostión. “Eso les ha causado enfermedades como diarrea y vómito”.
El jefe de enfermería del Centro Médico de la Universidad del Norte, Andrés Rodríguez, explicó los peligros de no contar con agua potable para el consumo. “Las aguas no tratadas pueden generar fiebre, diarrea, dolor abdominal y distensión”, dijo el enfermero jefe. “Eso puede llevar a las personas a una UCI o incluso hasta la muerte”.
El Punto radicó un derecho de petición a la Secretaría de Salud de Barranquilla solicitando el número de intervenciones implementadas por el gobierno local durante el último año en materia de prevención de enfermedades diarreicas agudas en la comunidad de Bajo Ostión. No hubo respuesta a la fecha de la publicación de este reportaje.
De acuerdo con los datos del Sistema de Información para Vigilancia de Calidad de Agua para Consumo Humano (SIVICAP), el Índice de Riesgo para el Consumo de Agua potable (IRCA) en el país se ha mantenido entre 20,83 y 20,5 entre 2007 y 2017, lo cual indica que el nivel de riesgo es medio. En el año 2018 el IRCA bajó a 7,93 y para el 2019 volvió a ubicarse en riego medio con un porcentaje de 17,23.
Así como la impactante estadística que según datos de la UNICEF, en el 2017 las enfermedades diarreicas representaron el 8% de las muertes de los niños a nivel mundial (525.000 fallecidos) y el 2% en Colombia. Entre tanto, y con temperaturas cercanas a los 40 grados centígrados, la comunidad sigue esperando acceso a agua.
Tiempos perdidos: La falta de cumplimiento en los proyectos
La comunidad de Bajo Ostión sigue sin respuestas sobre el proyecto cancelado por la Gobernación entre 2012 y 2014 (https://n9.cl/obras2009- 2014), el cual buscaba brindar una mejora en el sistema de agua con la implementación de nuevos tanques en el sector.
2004-2007
Se hizo el planteamiento del proyecto y algunos avances externos con relación al proyecto, agregando nuevos lugares y formando bases para el 2008 – 2009 lanzar el proyecto.
2009-2010
Se lograron conectar el acueducto de Barranquilla con los municipios de Tubará, Juan de Acosta, Piojó y Usiacurí en la etapa I el proyecto.
2010-2012
Se presenta el proyecto de etapa II. Mostrando resultados positivos en casi todos los sectores del atlántico con rutas del sistema de acueducto.
2015-2019
Bajo Ostión y Juaruco reciben el plan de conducción donde se implementan tanques de agua en el corregimiento.
2019-2020
Se hace un proyecto en Tubará llamado Línea conducción, para independizar cabeceras de playas acueducto costero.
Ante esta problemática, la comunidad se ha organizado en un comité para buscar soluciones y ha solicitado unirse al municipio de Puerto Colombia debido a la falta de atención y soluciones por parte de la Gobernación.
La presidenta de la junta acción comunal de Bajo Ostión, Yuli Vázquez, manifestó la falta de compromiso con los proyectos del sector. “Cierto gobernador de turno, en el plan de ordenamiento elaboro un proyecto de agua potable para Bajo Ostión”, añadió la presidenta comunal. “Según ese proyecto debería estar funcionando desde el 2020 y estamos en 2023 y estamos es abandonados”.
La única respuesta que se le ha brindado a la comunidad por parte de El Acueducto Costero, entidad encargada del suministro de agua potable en Tubará, es que están haciendo las respectivas correcciones y cambios para brindar un mejor servicio. A pesar de que no se ha realizado una gestión efectiva para buscar soluciones, resulta sorprendente ver la falta de avances en el servicio de agua.
El gerente comercial de Triple A, Carmelo Fallase, ofrece la versión de la empresa que él representa: “Actualmente se está construyendo un proyecto que contempla un sistema de bombeo”, dijo el gerente comercial. “Se espera que esté lista para septiembre y que empiece lo antes posible”.
En relación con esto, el alcalde de Tubará, José Coll, explicó la situación. “Hemos tenido inconvenientes con las tuberías de los dueños de los predios” dijo el mandatario. “Se busca hacer más progreso este año en la gobernación como en la secretaria de agua”.
El Plan Departamental de Aguas está ejecutando proyectos para lograr un cubrimiento del 60% en viviendas urbanas, mientras que la cobertura en los corregimientos es prácticamente inexistente. Estas condiciones han resultado en altos índices de contaminación de cuerpos de agua en la mayoría de los municipios debido a aguas residuales. Según las estadísticas de la Secretaría de Agua Potable y Saneamiento Básico en 2008, solo el 30% de los municipios tenían una cobertura de servicio superior al 50%.
Voces de la comunidad: La perspectiva de los habitantes ante esta problemática
Después de una búsqueda, no se han encontrado datos sobre la satisfacción y apoyo que ha recibido Bajo Ostión. Este equipo de periodistas, con el apoyo de la comunidad, se dio la tarea de visitar los hogares y hablar con las familias para obtener una estimación de la satisfacción con el servicio de agua.
Este ejercicio de conteo, realizado por este grupo de periodistas, llegó a recolectar las opiniones de 40 familias que viven en Bajo Ostión. De ese total, 92,9 % frecuentemente experimentan escasez en los hogares. 5 familias en promedio dedican entre 8-10 horas al día para buscar agua. Un 92,9 % ha tomado medidas para reducir el consumo de agua y el 50 % de los encuestados afirmaron haber participado en iniciativas para abordar los problemas de agua en la comunidad
“¿Cómo haces para sobrevivir?”, se le preguntó a Mendoza y respondió: “Nos hemos visto obligados a depender del agua suministrada por los bomberos de Puerto Colombia y Juan de Acosta. Sin embargo, esto no es gratuito, ya que tenemos que pagarles mil pesos para cubrir los costos de la gasolina. A pesar de ello, solo logramos llenar tres pimpinas con agua”. Mendoza revela así la difícil situación en la que se encuentran, donde el acceso al agua se ha convertido en una lucha constante para subsistir.
La Constitución Política de Colombia, en su capítulo 2, artículo 51, establece que “todos los colombianos tienen derecho a vivir dignamente. El Estado debe establecer las condiciones necesarias para garantizar este derecho y promover planes de vivienda de interés social, sistemas adecuados de financiación a largo plazo y formas asociativas de ejecución de estos programas de vivienda”
A pesar de los desafíos, la comunidad persiste en su lucha por preservar sus derechos. La falta de transparencia en los proyectos y los impactos en la salud han generado tensiones y motivado la organización de movimientos sociales. Bajo Ostión está en busca de una solución que permita mejorar la calidad de vida de sus habitantes y promover el desarrollo de una comunidad próspera y en armonía con su entorno.