Con la búsqueda de la expansión de Barranquilla en el año 1927, comenzó la construcción del barrio Bellavista o también conocido como “El secreto mejor guardado de Barranquilla”.
Bellavista es un sector que no solo es reconocido por su arborización, donde es posible distinguir sus palos de mango, laureles, trinitarias, matarratones y robles, también es reconocido por su amplia arquitectura, la cual hace parte de la “Ruta Art Decó” de la ciudad que cuenta con aproximadamente 459 inmuebles, de los cuales 209 tienen protección patrimonial.
“Mi padre siempre me llevaba a caminar con él las calles del barrio, pues le gustaba apreciar la arquitectura de ese entonces. Lastimosamente, son pocas las casas que se han conservado con esta hermosa arquitectura, porque sé que no es fácil ni barato mantenerlas en pie, por eso muchos deciden montar su propio negocio, alquilarlas o venderlas, incluso en los peores casos deciden abandonarlas”, así lo afirma Jorge Herrera, residente del barrio hace 55 años.
En el día sus calles se mantiene tranquilas, silenciosas y poco pobladas, pero al caer la noche en el barrio se torna a un ambiente completamente diferente, pues brinda varias opciones de esparcimiento para los mismos y también para los visitantes: pizzerías, restaurantes de comida libanesa, rápida y típica. Cada uno de los negocios conservan la música y la luz tenue donde permite sentir su historia, su pasado.
Desde la terraza de la casa de Moreu, estructura reconocida e insignia de la ciudad, se ven transitar los vehículos sobre la calle 68 con carrera 62. En épocas de carnavales, Bellavista deja a un lado la tranquilidad para convertirse en un corredor de bailarines y actores que se lleva a cabo durante cuatro días. Darío Moreu es el director de la organización Ay Macondo y es el autor de esta dinámica cultural y social que se promueve en el barrio desde 2002 con el fin de Mantener los disfraces tradicionales del carnaval y dar un reconocimiento de lo que representa el barrio para Barranquilla.
Los habitantes del sector mantienen y aprovechan las estructuras de sus casas como la esencia misma que les brinda la arquitectura. Ellos comparten en familia y amigos en una hermosa isla donde se encuentra ubicado el parque, con el que gracias a su reconstrucción los residentes interactúan más entre sí.
“El parque ha cambiado tantas veces, creo que esta fue la más acertada, pues la isla donde está ubicado siempre estaba muy sola, ya que durante muchos años estuvo abandonado. Nosotros como residentes del barrio no le dimos ninguna importancia a esta parte tan fundamental de nuestro sector, pero a medida que fueron pasando los años le prestamos la debida atención que merecía y ameritaba, y fue así que como barrio nos unimos para poder hacer la petición en mejora y reconstrucción del parque”. Señala Alberto Suarez, residente en el sector.
Bellavista no solo enmarca un momento en la historia de Barranquilla, sino que también resalta la cultura y tradición de los nacidos en estas tierras del Caribe.