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  • La revolución tecnológica está aumentando la demanda de habilidades digitales avanzadas.
  • Más del 50% de los trabajadores de la región se encuentran en ocupaciones con alto riesgo de automatización.
  • Un estudio del BID sobre tendencias en educación postsecundaria describe las oportunidades para que el capital humano se adapte al nuevo mercado laboral.

La transformación tecnológica está redefiniendo las ocupaciones y presenta el desafío de formar al capital humano para encarar las nuevas demandas del mercado laboral.  Así lo refleja la novena entrega de la serie “El Futuro del Trabajo en América Latina y el Caribe” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), titulada ¿Cuáles son las tendencias en educación postsecundaria?.

En sintonía con la misión de promover la recuperación inclusiva y sostenible de América Latina y el Caribe plasmado en la Visión 2025 del BID, este nuevo estudio identifica las modalidades de formación digital que crecieron sustancialmente con la pandemia, sus niveles de uso y efectividad, y los retos que enfrenta su masificación en países rezagados en cuanto a conectividad y habilidades digitales.

“La crisis puso de manifiesto y profundizó tanto la brecha estructural de acceso a educación de los ciudadanos más vulnerables, como la brecha digital de quienes no contaron con las herramientas para subirse al ‘tren’ de la educación remota con uso de la tecnología,” afirma Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales del BID. “Es por ello que, desde el BID estamos impulsando proyectos que buscan masificar estas nuevas alternativas de capacitación, asegurando que todas las personas pueden beneficiarse de las oportunidades que se generan a partir de la transformación digital”, sigue Ripani.

Superar la brecha digital y garantizar la calidad es clave

El informe del BID advierte que los sistemas de formación de América Latina y el Caribe se están adaptando con lentitud a los cambios que requiere el nuevo mercado laboral. La región necesita nuevos modelos de aprendizaje que garanticen el reajuste y la adquisición de nuevas habilidades durante toda la vida de los trabajadores.

Modelos como los cursos masivos abiertos en línea que ofrece el BID (conocidos como MOOCs, por sus siglas en inglés) y los campamentos formativos o bootcamps ayudan a reducir las brechas de habilidades. El estudio resalta que las certificaciones que ofrecen este tipo de programas son competitivas en el mercado laboral, y sus egresados tienen mucho éxito encontrando empleos de calidad. Para Ripani, “hoy en día el valor de los diplomas tradicionales se está cuestionando para dejar espacio a nuevas formas de certificar conocimientos y conseguir empleos”.

Sin embargo, es necesario expandir el acceso a estos nuevos modelos de formación y promover alianzas público-privadas para garantizar su calidad. “En conjunto con los Gobiernos de la región, desde el BID estamos implementando políticas públicas para diversificar la oferta de formación postsecundaria, con la intención de asegurar que todos los ciudadanos cuenten con las habilidades requeridas por el mercado laboral” afirma Mercedes Mateo-Berganza, jefa de la División de Educación del BID. “Es necesario impulsar la transformación digital de las instituciones de educación superior y la formación de docentes en nuevas pedagogías y habilidades digitales, tal como destacamos en este reporte”.

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Comunicador social-periodista (1986), Magíster en Comunicación (2010), con 34 años de experiencia periodística, 24 de ellos como redactor de planta del diario El Tiempo (y ADN), en Barranquilla (Colombia). Docente de Periodismo en el programa de Comunicación Social (Universidad del Norte) desde 2002.

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