Por: Wilbert Daw | Foto: Especial
Sudamérica está paralizada, o por los menos los aficionados al fútbol en el subcontinente. Brasil y Argentina, las dos principales potencias futbolísticas de la región, chocan hoy en el estadio Mineirao de Belo Horizonte por las semifinales de la Copa América 2019.
No hay un partido que cause más expectativa en esta zona del planeta (y quizás a nivel mundial) que un encuentro entre la ‘Verdeamarelha’ y la ‘Albiceleste’.
Por eso, aprovecharemos este tiempo para contarle unos pequeños relatos entre Brasil y Argentina en el marco del torneo más antiguo de fútbol en la actualidad.
Parejos
El historial general entre Brasil y Argentina reconocido por FIFA apunta que ambas escuadras han chocado en 105 oportunidades a través del tiempo, con 41 victorias de la ‘Canarinha’ frente a 38 de los ‘Gauchos’, mientras que acumulan 20 empates.
Existen 5 partidos que la FIFA no reconoce por diversas razones, la mayoría porque los equipos que jugaron bajo el nombre de Brasil o Argentina resultaron ser clubes locales que representaron a su país en un enfrentamiento.
Todo muy parejo hasta que se topa uno con el historial en Copa América entre ambos. En 31 partidos, Argentina ha salido victorioso en 15 de ellos mientras que Brasil hizo lo propio en 9 oportunidades y en medio se encuentran 8 igualdades. Por si fuera poco, los rioplatenses han marcado 51 dianas frente a 38 del ‘Scratch’.
Llamen al negro
El primer encuentro entre Brasil y Argentina por Copa América dejó una estampa para la posteridad. Era un 10 de julio de 1916 y en el estadio GEBA de Buenos Aires el público esperaba ansioso por el duelo entre ambos oncenos y, como lo mandaban los cánones de la época, llegaron a la cancha con su mejor vestimenta.
No obstante, un inconveniente saltó a la vista: Alberto Ohaco, figura de Racing y de la ‘Albiceleste’, viajó al interior del país a realizar una diligencia y no alcanzaba a llegar a tiempo para vestirse de cortos.
El pánico consumía al público asistente al duelo y a los dirigentes de la Asociación de Fútbol Argentino, quienes en esa época armaban las convocatorias y los equipos inicialistas.
Fue entonces que Pedro Martínez, viendo la angustia de los dirigentes, se acercó a ellos y les comentó que en la tribuna se encontraba un compañero suyo del club Huracán. Ese hombre se llamaba José Durand Laguna.
‘El Negro’, como era su apodo, había sido llamado varias veces a probarse en la selección Argentina, pero nunca lo elegían. Pero dicen por ahí que a quien le van a dar le guardan y, ante la ausencia de Ohaco, la AFA le propuso a Laguna que lo reemplazara en el equipo titular, algo que José no podía negar.
Así, ‘El Negro’ Laguna disputó su primer juego con la selección ‘Gaucha’ e incluso marcó el primer gol de su equipo aprovechando un rebote del meta Casemiro. Sin embargo, la alegría no fue completa, pues Alencar anotó para Brasil y sentenció el compromiso con un empate a un tanto.
De la diplomacia a la rivalidad
Si bien la rivalidad entre brasileros y argentinos es latente, no siempre fue tan grande como ahora. Antes incluso, casi que eran hermanos futbolísticamente. Así lo demuestra la realización de la Copa Roca, un torneo que debe su nombre al expresidente de Argentina Julio Roca, quien usó el fútbol como excusa para tender lazos políticos y económicos con Brasil.
Tan sana era la rivalidad que en un choque entre un combinado carioca y Argentina previo a la Copa Roca disputado en 1912, los del cono sur ganaban 4-0 en el primer tiempo y el general Roca se le acercó a los jugadores argentinos a felicitarlos y decirles “Muchachos, hay que ser más diplomáticos. No olviden ustedes que el Brasil está celebrando hoy el aniversario del Grito de Ipiranga -día de la independencia brasileña- .
No es justo que ellos pierdan el partido. Hay que dejarlos ganar”. Al final, el duelo finalizó 6-3 para los rioplatenses.
Sin embargo, se dice que las chispas empezaron a brotar a partir de la edición 1937 de la Copa América, acaecida en Argentina.
En esa ocasión, la ‘Albiceleste’ necesitaba un triunfo para forzar a un desempate por el campeonato y un solitario tanto de Enrique Guaita lo hizo realidad.
En el duelo definitivo, el juego fuerte brilló con notoriedad. Brasileños y argentinos olvidaron que alguna vez el uno intentaba dejar ganar al otro y agarraron a patearse las canillas en vez de la redonda. La gresca se hizo más grande antes de acabarse el juego, por lo que tuvo que ser suspendido por cuarenta minutos mientras se calmaban los ánimos.
Con sangre en el ojo, el ‘Scratch’ y la ‘Albiceleste jugaron el tiempo suplementario, siendo el dueño de casa el que gritaría victoria con un doblete de Vicente ‘Capote’ de la Mata, una de las glorias del fútbol argentino quien empezaba su andar con la selección en aquel sudamericano.
Tú por aquí y yo por allá
Una de las situaciones curiosas que Brasil y Argentina protagonizaron fue el hecho de dejarse de enfrentar en Copa América por una década entera. ¿El por qué?, una batalla campal sucedida en el marco de la edición 1946, celebrada en suelo argentino.
Argentina y Brasil se enfrentaban en la última jornada del torneo. Quien resultara vencedor, se convertía en el campeón del certamen.
Cuando el reloj marcaba el minuto 28, José Salomón manejaba la pelota y, de pronto, el atacante Jair da Rosa le metió una patada criminal que le causó una doble fractura en la pierna derecha. Esa jugada fue la mecha que avivó el fuego de la violencia.
Los argentinos agarraron a puños y patadas a los brasileños y éstos respondían. Y cuando escribo “argentinos” no solamente me refiero a los jugadores, sino también a la policía local, que saltó al terreno del estadio Monumental de Buenos Aires a repartir bolillazos a diestra y siniestra contra el equipo de Brasil.
En una de esas, el delantero Chico le impactó un cruzado de derecha a Natalio Pescia. Acto seguido, José Manuel Marante, quien estaba en la línea de traslado listo para sustituir al lesionado Salomón, persiguió a Chico con la intención de coserlo a zancadillas, objetivo que logró alcanzar.
Pero el atacante brasileño no solamente recibió las patadas de Marante, pues cuando se acercaba al vestuario, la policía lo recibió con golpes por el puño que le conectó a Pescia.
Puño va, patada viene, bolillazo que aparece, dientes que vuelan, etc; el encuentro se suspendió por 70 minutos. Nobel Valentini, árbitro del juego, expulsó a Chico y a Vicente de la Mata por su conducta y el partido se reanudó con 10 hombres de cada lado. Al final, Norberto ‘Tucho’ Méndez firmó un doblete que le entregó el triunfo y el título del sudamericano a la Argentina.
Cuestión de épocas
Durante la primera mitad del siglo XX, Argentina era muy superior a Brasil en cuanto a fútbol se refiere. No fue sino hasta la consecución de su primer campeonato mundial (1958) que el país de la samba empezó a torcer la historia. La Copa América es un reflejo de ello.
En la primera etapa del certamen, comprendida entre 1916 y 1967, Brasil solo pudo vencer tres veces a la ‘Albiceleste’.
Dichos encuentros fueron en las ediciones de Brasil 1919 (3-1), Brasil 1922 (2-0) y Uruguay 1956 (1-0). De ese triunfo en 1956, tuvieron que pasar 19 años para que la ‘Verdeamarelha’ derrotara otra vez a los rioplatenses en el torneo.
Fue un 2-1 de la edición 1975 que se celebró curiosamente en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, el mismo donde hoy jugarán ambas escuadras.
A partir de 1975, Brasil se montó en el vagón del triunfo y poco a poco fue desplazando a su acérrimo rival. De hecho, Argentina lleva 28 años sin derrotar al ‘Scratch’ por Copa América (el último triunfo fue en Chile 1991 por 3-2). ¡Cómo cambian los tiempos!.
Nunca nos vimos aquí
Si bien no es la primera vez que Argentina y Brasil se enfrentan en una eliminatoria directa de Copa América, será la primera ocasión en la que las dos selecciones más tradicionales de Sudamérica choquen en una semifinal del certamen.
En cuartos de final se vieron tres veces, con un saldo de un triunfo brasilero (2-1 en 1999) y dos empates (1-1 en 1993 y 2-2 en 1995).
No obstante, esos empates tienen dos acotaciones: en 1993, Argentina avanzó a la siguiente ronda tras ganar 6-5 en la definición desde el punto penal mientras que en 1995 Brasil tomó revancha y por la misma vía superó a los ‘Gauchos’ (4-2).
Por otro lado, ambos protagonizaron dos finales consecutivas de Copa América en 2004 y 2007.
La primera, celebrada en Lima (Perú), es recordada por aquel gol tardío de Adriano que significó el 2-2 definitivo y el envión anímico que Brasil necesitaba para vencer 4-2 en penales.
En contraste, la final del 2007, realizada en Maracaibo (Venezuela), es rememorada de otra forma. Argentina llegó a aquel duelo con todas las tarjetas para ser campeón pues Brasil había llegado a los tumbos y presentaba una nómina muy inferior a la utilizada en el pasado mundial de Alemania 2006.
Sin embargo, contra todo pronóstico, la ‘Canarinha’ arrasó a la ‘Albiceleste’ y le dio una cátedra de fútbol en Venezuela con una paliza de 3-0.