A propósito de James y su salida de la convocatoria de la Selección Colombia debemos reflexionar en el peso que tiene un jugador de fútbol en una convocatoria y cómo sus mensajes pueden ser tomados. Un jugador nunca estará por encima del bienestar de todo un equipo.
- Si no estás en condiciones de jugar a plenitud en la Selección Colombia en un momento determinado, pues no se te convoca y punto. Necesitamos jugadores que aporten al máximo, y esto es una convocatoria, no una estructura tradicional de club en la que si no estás, tratan de recuperarte, Para el caso de una Selección, en cambio tienes que estar a tono de antemano. Y no se trata de que tengas deseos e intenciones: es que esté a tono. ¿Eso está claro?
- Si tú no juegas, pues no va a pasar nada. Al tratarse de una convocatoria, pues estará otro. En una Selección están los mejores en sus respectivos puestos, o son convocados desde el marco de un propósito del entrenador. Entre otras cosas, contigo tenemos el problema de que se nos dificulta jugar en bloque, sobre todo en “fase defensiva” como dicen los especialistas. Porque hay otros jugadores que sin tener tu zurda mágica, apoyan en lo ofensivo y contribuyen más eficientemente en defensa. Eso no es cualquier cosa en las actuales condiciones del fútbol. Mejor dicho: contigo a plenitud, tenemos a los 11 completos en ataque cuando el rival nos lo permite, pero tenemos uno menos a la defensiva. Y si no estás en condiciones, pues peor que peor.
- Sin que nadie lo diga, es claro que te encanta ser el centro de la atención, el más importante. Eres “JR10” así sea JR19 en el Everton. Te has creído el cuento de que eres el mejor futbolista de la historia de Colombia, y te incomoda cualquier duda al respecto, Sabes que, en buena parte, tu estrellato se debe a que ya las miradas no estaban sobre Falcao en el Mundial del 2014, y lo tuyo (fantástico por lo demás) resaltó como un brillo propio. Por eso respetas a Falcao y solo te aguantas que él esté por encima de ti, pero cuando no está él al frente en el ataque, sino dos grandes figuras como Zapata y Muriel (estrellas en Italia) eso te reprime, te hace jugar incómodo, no quisieras que ellos sobresalieran más que tú. Eso no es bueno en función de equipo, y por eso ocurrió tu desencuentro con Muriel y con varios otros que ya no están en la Selección. Eso debe corregirse para el futuro y lo tiene claro Rueda. Si te mantienes bajo de forma, le estás dando el mejor pretexto para dejarte por fuera y construir un verdadero equipo de obreros. Deberías de pensar un poco en eso y ser más humilde. No te ayuda mucho, por cierto, que te exhibas cruzando el océano en avión privado y como si fueras un jeque.
- Tienes un excelente representante. Él se las arregla para que pregunten por ti en las ruedas de prensa, para ponerte a sonar como apetecido (no importa si te regalaron al Everton, pero eres la “contratación estelar”, por ejemplo). Si juegas un partido maravilloso y haces goles (porque sabes hacerlo) pues dicen que “estás a plenitud y ese es el verdadero James”, no el que se pierde en otros cuatro partido o el que se lesiona a cada rato. Si el equipo gana contigo en la cancha, es tu “magia” la gran responsable. Si pierden una y otra vez, pues es porque “tú no puedes hacerlo todo solo” y ese equipo en el que estás es muy poco para ti. No importa si tienen a una estrella de la selección brasileña en la delantera. Pero lo que debes tener claro es que todo esto no basta para ser un excelente jugador. Cuando te den la oportunidad, demuéstralo en el campo, pero no solo a veces, sino todo el tiempo, como lo hacen los grandes. Como lo hacía el Pibe Valderrama…
- Si no te convocan y te sientes triste, dilo así: que te sientes triste, pero que eres consciente de que pesan más las razones de equipo que tus deseos personales. Están de por medio una clasificación al Mundial y una buena presentación en la Copa América. Lo que está por delante son grandes objetivos nacionales, no los tuyos para mostrarte por momentos, ni para que tu representante se agarre de cualquier cosa para ponerte en otro equipo TOP. Tranquilo, recupérate, pero no te pongas a dar a entender que tu ausencia es un capricho o un antojo del técnico: eso no te queda bien. Nadie, ni tú mismo con todo lo genial que eres, tiene puesto asegurado en una Selección. No lo tuvo ni siquiera Benzemá, y la lista de argentinos y brasileros que han dejado de ser convocados cuando parecen todavía plenos es larguísima. Tú no puedes ser la excepción, ¿Estamos?