Ciudad Mallorquín: El ecocidio que destruyó más de 50 hectáreas verdes

La construcción del proyecto Ciudad Mallorquín trajo consigo la destrucción de más de 50 hectáreas de bosque seco tropical lo que supone graves consecuencias ambientales. 

Con el Grupo Argos liderando, las reconocidas e importantes constructoras Grupo Bolívar, Marval, Colpatria, Amarilo y Conaco son las encargadas de llevar a cabo el megaproyecto que prometió entregar 11.423 viviendas, de las cuales el 92.4% son (VIS) Vivienda de Interés Social y 7.58% (NO VIS) Vivienda de Segmento Medio.  

En un acto simbólico el 22 de octubre de 2021 se dio inicio a la obra del proyecto “Ciudad Mallorquín”. Al evento asistió el ahora exministro de Vivienda Jonathan Malagón para impulsar el proyecto, donde afirmó con micrófono en mano que la innovadora construcción es lo equivalente a 4 veces la población de Puerto Colombia.  

De un bosque verde al gris del concreto  

En un abrir y cerrar de ojos durante el 2021 lo que era un frondoso terreno verde de bosque seco tropical se convirtió en un vaivén de vehículos de carga de la empresa Argos llenos de concreto. La explicación está detrás de la destrucción de 53 hectáreas para la construcción de este proyecto, de las que solo 4.5 hectáreas serán destinadas a zonas verdes.  

“Las funcionarias siempre fueron reiterativas en que el respeto por esa área, por las 50 hectáreas, fue tal que ellos hicieron hasta una minuciosa reubicación de la fauna. ¿Ustedes se imaginan que hubiesen tomado culebrita por culebrita y todos los animales que habitaban allí?”. Dijo Horacio Brieva, columnista de El Heraldo y líder de la sociedad civil, cuando fue citado por dos altas funcionarias del Grupo Argos tras la publicación de columnas de opinión que resonaron por las fuertes críticas hacia el proyecto. Actualmente es desconocido para la ciudadanía los planes de reubicación que se tuvieron para las especies que habitaban en el lugar. 

“El que no conoce su historia está condenado a repetirla”

Caribe Verde, + House Caujaral y Alameda del Río son otros grandes proyectos residenciales cuyos resultados se pueden comparar con lo que se espera que ocurra con Ciudad Mallorquín.  La movilidad ha sido uno de los principales problemas en estas ciudadelas, “En la ciudad hemos tenido unas experiencias no muy buenas con este tipo de urbanización o mega ciudadelas. Lo que ocurre, por ejemplo, en la urbanización Caribe Verde donde no hay una conexión de movilidad adecuada, y ha hecho que esta gente prácticamente esté ahí como encerrada porque no tienen salida hacia la circunvalar.” señaló sobre el asunto el economista y columnista Diógenes Rosero. 

En el + House Caujaral, construido sobre un humedal, presentó inundaciones en la ola invernal del último trimestre del 2022. Ante esta problemática tuvo que intervenir la Procuraduría General de la Nación y la Comisión de Regulación de AguaPotable y Saneamiento (CRA). Los problemas presentes en estos casos son puntos a considerar para la construcción de proyectos tan grandes, por tal razón, las coincidencias prenden una alarma frente a la evolución de Ciudad Mallorquín.

Las consecuencias de una urbanización desmedida

Haciendo un previo cálculo de la cantidad de personas que habitarían en “Ciudad Mallorquín”, tomando las 11.423 viviendas y suponiendo que por cada apartamento habiten 3 personas (tamaño promedio de los hogares en Colombia según el DANE), la población de sólo ese sector sería de aproximadamente de 34.269 habitantes. Esto supone que habría un alto flujo de automóviles que perjudicaría la movilidad de la entrada a Puerto Colombia sobre la carrera 53.  

Ante la inconformidad con la construcción de este proyecto, un grupo de ciudadanos tomó la vía principal donde se encuentra Ciudad Mallorquín para compartir con las personas que circulaban en el lugar lo que estaba ocurriendo y sobre los posibles impactos que tendría para la ciudadanía. Algunos de los participantes afirmaron que el fin del plantón no era detener el proyecto, sino crear conciencia y llevar la atención a las problemáticas que supone el mismo. 

La construcción de proyectos de una magnitud tan grande como la de Ciudad Mallorquín necesita la atención de los entes pertinentes como la Alcaldía de Puerto Colombia para asegurar el éxito económico, ambiental y social durante y después de la realización de estas obras. 

Progreso urbanístico a costa de un ecocidio

Los pocos caminos del proyecto que se encuentran construidos en su totalidad dejan ver que, Ciudad Mallorquín es, en definitiva, progreso urbanístico a costa de un ecocidio. El cadáver de una iguana, aparentemente arrollada, es una de las escenas que se encuentran más allá de las vallas que limitan la visibilidad de la construcción y que evidencia la fauna que fue eliminada en el terreno. 

El proyecto Ciudad Mallorquín se está construyendo en una Zona de Uso Múltiple Restringido (ZUMR) según el POMCA de 2015. De acuerdo con el documento la ZUMR se refiere a “Espacios con algún grado de sensibilidad o fragilidad ecológica o ambiental que deberán garantizar la permanencia de sus valores naturales a través de prácticas o actividades de bajo impacto y un manejo ambiental riguroso”. 

Según el Código General del Proceso, específicamente en el capítulo II, Artículo 375. Declaración de pertenencia inciso 07 se enuncia “Cuando se trate de inmuebles sometidos a propiedad horizontal, a cambio de la valla se fijará un aviso en lugar visible de la entrada al inmueble.”. De la misma manera, el inciso 09 apunta que “El juez deberá practicar personalmente inspección judicial sobre el inmueble para verificar los hechos relacionados en la demanda y constitutivos de la posesión alegada y la instalación adecuada de la valla o del aviso”. 

Los incisos 07 y 09 indican que es necesario que las propiedades horizontales, es decir, aquellas en las que existen los bienes privados y comunes, deben instalar de manera adecuada las vallas de construcción. En el caso de Ciudad Mallorquín muchas de estas vallas son difíciles de encontrar, incluso varias de ellas se encuentran en mal estado impidiendo la correcta visibilidad de la información que debe estar expuesta según los incisos del Código General del Proceso. 

Así se reitera que la construcción del proyecto Ciudad Mallorquín del Grupo Argos, con las constructoras Grupo Bolívar, Marval, Colpatria, Amarilo y Conaco, es un claro ecocidio en Puerto Colombia por la manera en que se “tumbó” la flora y la fauna de aquel terreno que hace un año era verde.