Un cierre favorable de 2021, en empleo y fortalecimiento empresarial, dependerá de la situación política y social, el desarrollo de la pandemia y los efectos de la nueva ley de reducción de jornada laboral.
Los acontecimientos de orden público derivados de las protestas en gran parte del primer semestre del año, pero así mismo la apertura y al reactivación económica han dejado como resultado una situación muy particular en el comportamiento de la economía; con esto, el empleo ha presentado una fuerte volatilidad para el cierre del primer semestre de 2021.
”A la fecha, desde que empezamos a sufrir los efectos de la pandemia, en Colombia se han perdido 3,9 millones de empleos a cierre del primer trimestre del año 2021 y 12,2 por ciento de empresas cerraron de manera definitiva. Las pequeñas y medianas han sido las más afectadas” afirmó Adriana Escobar, socia de CMS Rodríguez-Azuero.
Los sectores de alojamiento y servicios de alimentación, así como aquellos de actividades artísticas, entretenimiento y recreación, han sido los más afectados por la pandemia: para el segundo trimestre del 2020 habían sufrido una pérdida de empleo significativa traducida en un -26,4 por ciento. Aún así, para el mismo periodo del 2021, la variación se redujo en un -9.4por ciento; lo que demuestra que, aunque siguen siendo los empleos más afectados desde la llegada del Covid-19 a Colombia, estos sectores tuvieron una recuperación significativa respecto a la reactivación de su contratación laboral. “Aunque esto es positivo, en un panorama más general, no se debe olvidar que la tasa de desempleo nacional a cierre del mes de mayo de 2021 fue de 15,6 por ciento, frente al 21,4 por ciento del mismo periodo del año pasado, resultando en una positiva disminución en el desempleo, traducida en una tasa porcentual del 5,8 por ciento” sostuvo Escobar.
Según cifras del DANE, la brecha laboral y de empleabilidad entre hombres y mujeres sigue siendo favorable para los primeros, teniendo en cuenta que, en cuanto a reactivación del empleo, el 57,3 por ciento de los hombres se ha reactivado de manera dependiente y el 51,2 por ciento de las mujeres de forma independiente. También, se puede encontrar una diferencia significativa entre las contrataciones del sector público y privado, en donde los hombres llevan la delantera en este último sector con un 58,4 por ciento y las mujeres, en el sector público, arrojan un 54,1 por ciento.
Aunque la formalidad femenina en materia laboral aumentó positivamente, derivado de la reactivación de los sectores que más las emplean (sector público y en especial el sector justicia y de la salud), respecto al cierre de mayo de 2021 hay una leve disminución en el empleo dadas las condiciones políticas y sociales que afectaron las tasas de empleo en los meses de abril y mayo.
Es indiscutible que la sociedad en general se ha tenido que enfrentar a diferentes cambios de hábitos y rutinas laborales derivados de la pandemia. Aún así, es innegable que esto ha tenido un mayor impacto en las mujeres pues, mantener sus trabajos y sus derechos laborales intactos fue, no solo un reto para los empleadores y empresarios sino, también, para la fuerza laboral femenina pues, “el impacto de la pérdida de empleo ha venido afectando en mayor medida a la población de mujeres, con una diferencia de 6,2 por ciento entre un grupo poblacional y otro” concluyó Escobar.