“La desigualdad de ingresos en Colombia es la más alta entre todos los países de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) y la segunda más alta entre 18 países de América Latina y el Caribe”, así lo estableció el Banco Mundial (BM) en su informe ‘Hacia la construcción de sociedad equitativa en Colombia’.
La entidad destacó el coeficiente Gini del ingreso del hogar, que funciona como una medida estándar de desigualdad, alcanzó 0,53 en 2019, después de pagar impuestos y recibir transferencias, pero, además destacó cómo el impacto económico del COVID-19 ha aumentado aún más la desigualdad, empujando el coeficiente de Gini hasta 0,54 en 2020 y llevando a alrededor de 3,6 millones de personas más a la pobreza.
Colombia, solo superado por Brasil entre las cifras regionales del Banco Mundial, destaca también por las desigualdades entre diferentes grupos poblacionales, pues de acuerdo con la investigación, persisten brechas de género y también étnica.
“Una mujer en Colombia tiene 1,7 veces más probabilidades de estar desempleada que un hombre. Un indígena colombiano recibe en promedio dos años menos de escolaridad que otros colombianos, y un afrocolombiano tiene el doble de probabilidad de vivir en un barrio pobre”, indica el informe.
El informe destaca la persistencia de la desigualdad de generación a generación, y documenta que, entre un grupo de 75 países, el traspaso de la brecha de ingresos de una generación a la siguiente en Colombia es la más arraigada, por lo que, desde el nacimiento, los niños colombianos enfrentan perspectivas diferentes a partir de las condiciones de sus hogares.
“Es probable que un hijo de un padre con bajos ingresos gane menos que un hijo de un padre con altos ingresos”, indica el documento.
Esto, además, se refuerza con el hecho de que las desigualdades afectan a las personas desde el comienzo de sus vidas en las oportunidades disponibles al momento de ingresar al mercado laboral u obtener ingresos.
*Con información de Portafolio y Banco Mundial