A las puertas de clasificar a una final de Copa Sudamericana y a la final del fútbol colombiano, solo queda decir gracias. Julio, de nuevo, se sale con la suya y nos ilusiona a todos. Solo falta lo mismo de siempre, la puntada final…
Lastimosamente, Comesaña ha visto ir más títulos que los que ha visto llegar. Como jugador ganó un título con el equipo, y como director técnico solo ha ganado 2, uno de ellos en la Liga Águila. Esta travesía ocurre después de haber llegado al banquillo tiburón 8 veces, algo que no se ha visto ni siquiera en ninguna parte del mundo.
Lo que sí no se puede negar es que Comesaña nunca se le ha arrugado al equipo, lo ha agarrado incluso en situación de descenso y ha logrado enderezar el barco. Es el típico viejo conocido que siempre que viene deja la casa en orden.
Dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo…
Aunque muchos no están de acuerdo con el papel de Julio, está demostrado que algo está cambiando. Se está actualizando al fútbol moderno, sus últimos equipos son sólidos en sus estructuras y también físicamente, aunque claramente no hay equipo perfecto.
Julio, así, llega a su segunda final de Sudamericana consecutiva. El año pasado, cayó con grandes posibilidades de ganar en contra de Flamengo de Brasil. Después caería eliminado con el América de Cali en el ‘mata y mata’ del fútbol colombiano.
Ahora, con la lección aprendida, el equipo llega mucho más sólido a la semifinal en la cual el partido de ida, que se jugó en Bogotá, le ganó al Santa Fe 2 a 0 para venir a jugar la vuelta al Metropolitano con cierta comodidad.
Mientras tanto en el campeonato colombiano, se jugará las semifinal con Rionegro Águilas, un equipo que juega su primer partido en esta etapa de la Liga en su historia…
De la mano de Julio estará entonces un semestre que puede quedar en la historia para los jugadores, los hinchas que han sufrido tanto y la institución, hambrienta de títulos después de grandes inversiones en los últimos tiempos.
¡Todos de la mano con Comesaña!