Por Juan Roa De Ávila
El exdirector del FBI de los Estados Unidos, James Comey, compareció este jueves ante el Comité de Inteligencia del Senado norteamericano para relatar las presiones que, según sus versiones, fueron ejercidas por el gobierno de Donald Trump a raíz de las implicaciones que Rusia habría tenido en su elección como presidente y su posterior despido del cargo el pasado 9 de mayo.
Ante la sala plena, Comey, quien ejercía como director del departamento del Buró Federal de Investigaciones (FBI) desde septiembre del 2013, descalificó las ordenes que recibió en días pasados por parte de Trump señalándolas como una “obstrucción a la justicia”, luego de que este, de manera inesperada, lo destituyera del cargo argumentando que a causa de su dirección la agencia federal se encontraba en un “caos” y se había perdido la confianza de los rangos inferiores.
Sin embargo, durante la sesión los senadores presionaron a Comey para que diera las razones por las cuales en su momento no había denunciado al ahora presidente cuando éste le estaba formulando un pedido que derrumbaba la integridad del FBI, recordando que “estaba sorprendido por la conversación” que escuchó luego de que en mayo Trump publicara en su cuenta de Twitter una amenaza para que se mantuviera en silencio, aduciendo que tenía grabaciones ocultas que lo podían involucrar.
Así mismo, el exdirector dejó claro que evidentemente recibió pesquisas del presidente para que dejara en paz al general Michael Flynn, quien renunció como Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y hoy se encuentra involucrado en los posibles acercamientos que el gobierno norteamericano habría gestionado para favorecer su elección en 2016, cuando medía fuerzas políticas con Hillary Clinton.
“Espero que usted pueda ver un camino para dejar esto, dejar tranquilo a Flynn. Es un buen tipo. Tengo la esperanza que pueda olvidarse de esto, me dijo'”, expresó Comey en una de sus intervenciones.
Además, el abogado calificó como “simple y llanas” mentiras las razones de Trump, y que antes de todo debería responder por la conexión que tuvo la coalición republicana con el gobierno ruso.
Ante el Capitolio de Washington, Comey también sentenció que la Casa Blanca optó por “difamarme” al asegurar que la organización estaba en caos y que se encontraba “confundido” tras las versiones que dieron razón a su salida del cargo, dejando claro que no tenía dudas de que el llamado ‘Rusiagate’ era el único motivo por el cual había sido destituido.
James Comey compareció ante el Comité de Inteligencia del Senado los Estados Unidos.
De manera independiente Comey también dio a entender que no tenía dudas de que “Rusia ejerció injerencia en las elecciones” mediante la alteración de la base de datos exclusiva del sistema informático del comité nacional del Partido Demócrata.
“Trump difamó y mintió sobre el FBI, pero no soy yo quien debe determinar si obstruyó la justicia”, dijo a los senadores.
Entretanto, hoy se espera que el presidente Trump de una respuesta al testimonio de Comey por intermedio de la declaración de su abogado personal Marc Kasowitz, antes de que comparezca en un evento programado en la conferencia conservadora Road to Majority en Washington.
La acusaciones establecidas por escrito en el documento han generado toda una conmoción nacional, al punto de que estas podrían acarrear consecuencias imprevisibles para el futuro del gobierno de Trump.
Fotos vía: Twitter