Por: Sócrates
1. No deberíamos oír hablar de “titulares y suplentes”. El imaginario se ha acostumbrado a que los equipos de fútbol doméstico tengan jugadores de algunas de esas dos condiciones, pero en una selección las cosas son distintas: en las convocatorias, un técnico se puede dar el lujo (debe dárselo) de llamar a los 26 ó 30 que mejor estén, y de la lista se deberá escoger, para cada partido, 11 inicialistas: la escogencia dependerá de propósitos, fortalezas, potencialidades, respuestas individuales y estrategias.
2. Ese propósito puede ser el de “ganar como sea” (típica de un torneo) o del mirar todas las posibilidades que ofrecen los convocados en distintos momentos, circunstancias, situaciones, contrincantes y estrategias adversarias. Puede ser el caso de partidos amistosos o de preparación. En ese sentido, con mayor razón, no puede hablarse de suplentes. Lo ideal, para los partidos de torneo, sería tener disponibles a los 26 mejores del país, y con “el problema” de escoger los inicialistas.
3. Una selección no tiene “generales de tres soles” inamovibles y “soldados rasos” de complemento. Se supone que, en la competencia, se deben comportar como un sistema engranado, de eslabones bien ubicados y aceitados; que no se imponen de antemano con un nombre, sino que se van mostrando y ubicando como esenciales, fundamentales, armoniosos y efectivos en sus tareas particulares.
4. No hay “números y puestos con dueños indiscutidos”. Nada de que la camiseta 10 es de James, y la 9 de Falcao; de manera que cuando otro jugador tiene el número (como ayer con Zapata, que lucía el 9) no es que tenga “la 9 de Falcao”: es el número que le asignaron y el suyo del momento de juego. Ayer, cuando entró, un locutor lo señaló como parte de “la pesada” del combinado patrio. Luego ¿no era suplente? Ni es suplente de nadie ni era titular ayer: es parte de la Selección y, en ese sentido, debe seguir respondiendo.
10. James no es “el 10” de la Selección Colombia: cuando lo convocan, le asignan ese número de la camiseta, pero, aunque parezca mentira, la está usando cuando es convocado; y la selección es producto de una convocatoria en la que él puede estar como no puede estar. Por eso, también es falso que un jugador “renuncia” a la Selección. Más bien da a conocer que si lo convocan, no aceptará. Por lo tanto, lo que pide es que no lo tengan en cuenta: nadie puede renunciar a algo en lo que no está nombrado. En otras palabras, la selección se conforma en cada convocatoria, no de antemano.
11. Va a llegar el momento en que el arquero David Ospina termine siendo desplazado por el guajiro Álvaro Montero, quien no solo es excelente, sino que tiene la talla que caracteriza a los arqueros de élite. Por algo Curtois es el preferido de Zidane en Real Madrid; y por algo tienen a Ter Stegen en Barcelona. Nuestro seleccionador es un viejo zorro que ya se dio cuenta.
12. Una ñapa sobre el tema de titulares y suplentes: ¿Quién es el titular en la delantera de la Selección Argentina? ¿Di María, Agüero, Messi, Lautaro Martínez, Higuaín, Pato? ¿Y en Colombia? ¿Son suplentes Muriel, Falcao, Zapata, Santos Borré y Róger Martínez? ¿Y entonces quiénes son los titulares? Dejémonos de vainas.