Por: Mariangel Carreño y Edwin Caicedo
El periodismo es una guerra. Las fuentes y los hechos se convierten en bandas que combaten a lado y lado de las trincheras, y se acorralan entre ellas mismas con declaraciones que simulan disparos. David Adams sin ser mediador vivió de cerca esas guerras.
Los estudiantes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte tuvieron la oportunidad de compartir con este renombrado periodista en las instalaciones de Univisión, en Miami, cadena de televisión estadounidense en español.
Adams, contó parte de su vida y trayectoria como periodista. Expuso algunos de los proyectos que se llevan a cabo en la unidad investigativa del canal, y que están bajo su mando, tales como: innovación digital, periodismo que dignifique a la mujer, investigaciones de largo aliento y periodismo colaborativo
Nació en 1962, en Beirut. Hijo de periodistas británicos radicados en medio oriente. Desde muy joven vivió en carne propia los conflictos entre grupos armados. Actualmente trabaja en Miami y cambió las zonas de peligro por oficinas e investigación.
A Univisión llegó después de años de pulular por América Latina. Las FARC, la guerra de Honduras, el narcotráfico en Colombia, la liberación de Cuba y sendero luminoso son algunas de las historias que puede contar si se le pregunta por su vida. “Yo aprendí mucho de la guerra”, cuenta. Su acento es marcadamente extranjero a pesar de que intenta esconderlo con un español, a veces enrevesado, que lleva años hablando.
Su trabajo es simple: en una organización orientada a los latinos que hablan español en Estados Unidos, debe encontrar la manera de producir contenidos en inglés para los hijos de estos migrantes, que por nacer y vivir desde muy jóvenes en el país solo hablan la lengua anglosajona.
Dejó la guerra por su esposa y su hijo. Pero antes, entrevistó a Raúl Reyes, estuvo con los capos del cartel de Cali y los generales encargados de librar el conflicto con las FARC. Ahora maneja un grupo de más de diez personas que buscan noticias para una población que ha dejado de lado el español pero que aún conserva sus raíces latinas.
Su esposa es periodista y su hermano gemelo también. Su hijo “dice que no estudiará periodismo, así que la cadena muere en mí”, asegura. Pero destaca que lo que ha hecho es por pasión y que tras mucho tiempo en el “mejor oficio del mundo” lo que queda es enseñarlo a las próximas generaciones.
“El periodismo sea cual sea debe hacerse con pasión. La guerra no es para todos pero uno aprende mucho durante tantos años de hacerlo. Mi recomendación es que hagan lo que les guste pero háganlo con pasión”, puntualiza.
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Virginia Lalinde
Que misión tan completa, solo quiero decir excelente, profesora Johanna