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Por: Camila Rodríguez Quintero

El 25 de diciembre de 1994, en plena navidad cuando toda Barranquilla, el país y el mundo celebraba el nacimiento del niño Jesús, en el hogar de la familia Crismatt Abuchaibe no solamente cantaban villancicos por la llegada del niño Dios, sino que también había una alegría inmensa porque, por primera vez, abría los ojos al mundo un niño llamado Nabil Crismatt Abuchaibe.

Nabil es un joven barranquillero que desde muy pequeño juega béisbol. A los tres años, Crismatt jugó en las Pequeñas Ligas del Norte y se enamoró perdidamente de una pelota. Tiempo después, con 15 años recién cumplidos, le llegó una sorprendente propuesta. El joven barranquillero tuvo que elegir entre seguir estudiando en su colegio, o viajar a República Dominicana para prepararse para ser un beisbolista. Siguiendo su corazón, optó por la segunda y viajo a la isla caribeña donde duró un año y ocho meses jugando y practicando. Cuenta que fue una decisión un poco difícil pero que se dio la oportunidad de experimentar algo nuevo en su vida y supo aprovecharlo. Hoy en día le da gracias a Dios por estar donde está.

El lanzador derecho explica que ahí en República están los cazatalentos, escogen jugadores y los llevan a un tipo de “granjas” donde los empiezan a preparar día tras día. Todos los días llegan y entrenan. El jugador es como un signo de valor para ellos, es como un producto. Los cazatalentos comienzan a promocionar al jugador, como quien dice a “vender”.

Un día, los Mets de Nueva York lo invitaron para que jugara en la organización. Le dijeron que demostrara lo que sabía hacer y ese día lanzó como nunca. No dudaron en hacerlo parte de su organización y hasta el sol de hoy, Nabil está con ellos. Crismatt jugó dos años en Republica Dominicana y lleva tres años jugando en Estados Unidos donde está viviendo actualmente.

Afortunadamente, Nabil no ha tenido ninguna lesión, nos cuenta que su meta para este año es terminar en la clase A media y empezar en el próximo año en una clase A fuerte o, donde Dios lo permita, poder seguir escalando para llegar lo más pronto posible a las grandes ligas.

El lanzador está ahora mismo como abridor, todavía no sabe que planes tenga la organización con él en este año, pero lo que si sabe es que estará dispuesto a ayudar al equipo al máximo para poder ganar.

Crismatt nos cuenta que uno de los momentos más emocionantes que ha tenido en su carrera fue cuando le asignaron, dos días antes, abrir el juego decisivo ante Panamá.

Para él, fue algo satisfactorio como jugador saber que tenía el juego en sus manos. Un juego que fue historia, se emocionó mucho, se preparó  mental y físicamente para eso y aunque tuvo algunas limitaciones en el juego, (65 pitcheos) dio lo mejor de él y se está preparando para el año 2017 de cara al clásico mundial.

El pitcher barranquillero cuenta que su coach, Luis Felipe Urueta, siempre tuvo una química con el desde el primer día en que lo conoció. Siempre le dio confianza y tuvo en cuenta a Nabil desde el primer día que llegaron a Panamá.

El día de descanso que tuvieron anterior a la final, Urueta lo abrazó y le dijo estas palabras: “Ese juego es tuyo”. El día de la victoria, Edgar Rentería expresó que él pudo ganar muchas cosas en su vida e hizo cosas que gente que pasa por las grandes ligas no logra hacer, pero que él toda su vida aspiró ir a un clásico mundial y por eso se emocionó tanto, brincó y celebró muchísimo cuando el equipo colombiano triunfó. Para el joven lanzador, Rentería es un gran amigo, siempre lo ha admirado y comparte muchas cosas con él.

Fue muy emocionante e inesperado para el joven barranquillero el momento en el que Dilson Herrera hizo el homerun decisivo. Sabía que en cualquier momento el equipo que hiciera la primera carrera sería el equipo ganador. Faltaba un inning para llegar al noveno y cuando el juego está en esa circunstancia, el equipo que anote primero una carrera tiene gran ventaja y puede ganar el juego.

Para Nabil, es un gran orgullo haber participado y sobre todo, haber clasificado en el Clásico Mundial de Béisbol.

Este joven lleno de energía logra todo lo que se propone. Lucha día a día por un sueño con mucho esfuerzo, dedicación y sobretodo mucha disciplina y la mejor parte es que lo está logrando.

“La suerte no existe, la suerte es una oportunidad bien aprovechada.”

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