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La falta de puestos de trabajo, de casas universitarias y la ocupación de algunos cargos directivos por parte de personas con poca experiencia en la niñez son algunas de las deficiencias del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)

Estas deficiencias afectan a los niños, niñas, adolescentes (NNA) y jóvenes del ICBF quienes además enfrentan situaciones emocionales complejas y discriminación de los adoptantes colombianos.

El ICBF está encargado de orientar y ayudar a las familias del país, velando especialmente por el cumplimiento de los derechos de los NNA e interviniendo en el caso de alguna vulneración.

Falta de personal

El ICBF presenta deficiencias institucionales que aún no cuentan con solución. Un estudio de cargas 2020 – 2021 estableció que la entidad necesita más de 6 000 puestos de trabajo, cuyo precio asciende a más de 400 millones de pesos.

Para el 2022, el ICBF contó solo con 1 336 defensores de familia, quienes junto a las 940 comisarías atienden las denuncias de amenazas o vulneración de derechos a NNA. Solo en 2022 se recibieron 52 134 denuncias.

Si en la comprobación de la denuncia se descubre una vulneración de derechos, los defensores y comisarios deben abrir un Proceso Administrativo de Restitución de Derechos (PARD). Estos procesos pueden durar hasta 18 meses y además requieren seguimiento cada 6 meses.

En promedio son 25 000 los PARDS que la institución abre cada año.  Los empleados tienen una carga laboral considerable que incluye una visita de comprobación y un examen psicológico y nutricional.

A pesar de que son necesarios esos puestos de trabajo, en un comunicado la institución declaró que el estudio no es de obligatorio cumplimiento y que están en búsqueda de alternativas.

Sin embargo, en lo que va del año no se ha hecho pública ninguna de estas medidas y la necesidad de mayor personal continúa.

Educación superior

El “Proyecto Sueños” es un plan para la educación superior de los NNA que pasan por el ICBF, pero no los cubre a todos y excluye a migrantes que pasan por el programa. Las casas universitarias solo están en el interior del país y no son suficientes.

La institución reportó haber ayudado a 1 215 jóvenes entre los 15 y 25 años con programas de educación superior en 2019.

En ese mismo año hubo 3 703 jóvenes entre estas edades, de los cuales 2 271 eran mayores de 18 años. Esto significa que, 1.056 jóvenes no tuvieron acceso y/o se retiraron.

“Se debería mejorar, porque si bien existe Proyecto Sueños, todavía hay retos allí de acompañamiento, sobre todo en el tema de acceso a la educación superior” dijo Jhon Edward, egresado del ICBF.

Aquellos jóvenes beneficiados por el proyecto sueños viven en hogares sustitutos y para mejorar su estadía, el ICBF inauguró casas universitarias desde 2018.

Sin embargo, las casas universitarias también son escasas. Actualmente, solo existen 7 con una capacidad de entre 12 a 47 jóvenes y todas estas se ubican en el interior del país. No hay en el departamento del Atlántico, ni en la periferia.

Datos tomados de Directora ICBF inaugura Casa Universitaria en Quindío | Portal ICBF – Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF

Kevin Carrascal creció en el ICBF, cursó su noveno y décimo semestre en una casa universitaria donde tenían que cumplir horarios, promedios académicos, mantener la convivencia y el aseo.

No obstante, Carrascal explicó que al Proyecto Sueños le faltaba establecerse mucho más en el 2013 y que no tuvo muchas facilidades.  La universidad era muy exigente con los pagos de la matrícula y, por eso, luchó durante su proceso universitario.

Inexperiencia de los altos cargos

Personas inexpertas en la niñez han ocupado cargos directivos en el ICBF, mientras que aquellos que sí contaban con tal experiencia eran subdirectores o secretarios.

La ex directora del ICBF, Concepción Baracaldo, dijo en medios de comunicación que no es necesaria la experiencia en la niñez para ocupar el cargo, que en la universidad fue preparada para ser gerente y que el puesto se lo ofreció la primera dama.

Después de esas declaraciones, Baracaldo renunció el pasado 8 de febrero del 2023, tras las críticas a su gestión y experiencia. La dirección del programa fue ocupada por Astrid Cáceres, quién se desempeñaba como subdirectora y que, a diferencia de Baracaldo, tiene experiencia en la niñez.

Joaquín Mendieta, exdirector regional del Guaviare, es otro ejemplo de esta situación. Mendieta tiene investigaciones disciplinarias del ICBF y de la Procuraduría por presunta omisión en la atención a quejas de supuesta explotación sexual de menores indígenas del departamento.  

Las investigaciones son el resultado de un reportaje en el que Mendieta respondió que las quejas por presunto abuso infantil no eran cifras tan preocupantes. Se evidenció su falta de conocimiento al respecto cuando le preguntó a su secretaria, que sí estaba informada, y esta le dijo que eran cuatro denuncias semanales.

Cáceres pidió la renuncia de algunos directivos, entre ellos la de Mendieta que llevaba quince años trabajando en la institución. Estos son ejemplos de casos de directivos que no se encuentran preparados para asumir altos cargos en el ICBF.

La atención psicológica

La atención psicológica es una necesidad para los menores que se encuentran en el ICBF. La falta de personal plantea una limitación en la atención psicológica necesaria tanto por los motivos de ingreso como por su paso por el programa.

El ingreso de menores al ICBF está vinculado a situaciones de vulneración de derechos que afectan su salud emocional tales como abandono y abuso sexual.

Un Psicólogo del internado Monseñor Víctor Tamayo, Jeiner Duran, comento que las situaciones emocionales más frecuentes son el ‘cutting’, intentos suicidas, cambios de ánimo y el no reconocimiento de las normas y las figuras de autoridad.

En este internado y otro internado de Barranquilla, un psicólogo puede atender hasta 50 niños. La atención psicológica especializada no se brinda en las modalidades de acogimiento del ICBF, sino que es a través de la EPS.

Para abordar la atención psicológica, estos internados realizan actividades sobre el reconocimiento de emociones y la convivencia. En el segundo internado mencionado se hacen actividades como La Terapia de Devoluciones en la que cada uno habla sobre fallos de sus compañeros.

La Terapia de Devoluciones empieza por un NNA diciendo “Compañero, yo lo señalo a usted en el momento en el que fue melancólico y de mal tacto, está fallando ahí” y el compañero respondía “acepto y modifico”.  Todos los niños señalaban a uno o más compañeros.

Al final, el compañero más señalado recibía consejos del instructor y algunos de sus compañeros. Ciertos consejos se hicieron con un tono de voz fuerte y mientras las recibía el compañero señalado lloró.

Además de los motivos de ingreso, la salud emocional continúa siendo afectada durante su tiempo en el programa debido a que pasan por varios centros, modalidades y expectativas de adopción.

Discriminación de los adoptantes colombianos

Los colombianos discriminan al momento de adoptar. De los 603 niños de difícil adoptabilidad dados en adopción durante el 2022, solo el 30% fueron acogidos por colombianos.

El ICBF define como difícil adoptabilidad a los mayores de 8 años y 11 meses, a personas con alguna discapacidad o enfermedad y/o a aquellos que tienen varios hermanos.

Este perfil es tan poco solicitado por los colombianos que el ICBF expidió la Resolución 4274 del 6 de junio del 2013 para que los extranjeros solo puedan adoptar a niños de difícil adoptabilidad.

Por otro lado, el número de NNA adoptados cada año es bajo. En 2021 los NNA declarados en adoptabilidad eran 5 467 y solo fueron adoptados 1 054, lo que equivale al 20%. De hecho, la disminución de la cifra de adopciones es una constante en Colombia.

Datos tomados de Presentación de PowerPoint (icbf.gov.co)

Espacio para la mejora

Son muy pocos los niños cuyos PARD terminan en adopción. De los 123 763 PARD registrados desde 2019 hasta octubre de 2021, tan solo 5 467 NNA estaban declarados en adoptabilidad en 2021, equivalente al 4.4% de los casos.

Muchos de estos NNA no tienen acceso o se retiran de la educación superior, les falta una atención psicológica más integral y se enfrentan a la discriminación de los adoptantes colombianos.

Hoy existe ASCEP, la primera fundación de egresados del ICBF en Colombia, que guía para la vida adulta a próximos egresados y a los ya egresados.

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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