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Por Maria Alejandra Castillo

– “¡Ni creas que vas a dormir en el aeropuerto! ¿Cómo se te ocurre?”

Me dijo mi papá, como si se estuviera acabando el mundo.

Pero como lo indica el título: sí, dormí en el aeropuerto.

Un viaje al exterior se planea con tiempo o eso es lo que se acostumbra a hacer, pues hay que organizarse, armar la maleta con calma y, sobretodo, escoger un buen itinerario de vuelo. Hago énfasis en un buen itinerario.

¿Cómo se hace cuando todos esos factores se salen de las manos?  Claramente mi último viaje al exterior ni fue planeado con tiempo, ni con buen itinerario de vuelos, ni con la maleta… la maleta se fue prácticamente vacía, pues no tuve casi tiempo para pensar qué llevar (menos mal, porque unos kilitos de más no habrían sido para nada raros).

Pero bueno, cuando le dije a mi papá que el único vuelo que iba destino a Washington D.C. implicaba dormir en el aeropuerto de Panamá, pegó un grito al cielo, y alcanzó a decir que ya no iba.

– “¡¡Que ya no voy!!

– “¿Papi, cómo así, por qué?!” -le repliqué enseguida-.

Tengo que aceptar que se me salieron algunas lágrimas. Washington es de mis destinos favoritos, y no lo pude evitar.

– “Mariale no, puede ser peligroso, me da miedo. No” -me contestó-.  

Recuerdo que le respondí que no pensara en la comodidad, que es tan importante para él; que solo era yo quien viajaría y estaba dispuesta a pasar por eso.

-“Será todo un paseo, déjame sentir como mochilera por una vez, suena divertido. La próxima no será así de imprevisto, lo prometo”, le aseguré.

No sé si mis argumentos fueron los justos y necesarios o si sintió en mi voz las ganas de ese viaje, que por cierto, él fue quien lo inventó. Pero lo que sí sé es que funcionó y a los pocos días ya estaba en el avión.

La noche anterior sentía ansiedad y tal vez un poco de miedo. Nunca había tenido tantas horas de escala y menos a un destino que en realidad no lo implicaba.

Estuve buscando información y experiencias de otras personas durmiendo en el Aeropuerto Internacional de Tocumen de Ciudad de Panamá, por si era necesario saber algo y, de tanto hacer click y pasar de una página a otra, llegué a esta http://www.sleepinginairports.net/. Desde entonces me di cuenta que ahí puedes buscar la información del aeropuerto que desees y hasta tienen un ranking de los “mejores y peores aeropuertos para pasar la noche”, entre otras opiniones de personas sobre qué zonas son las mejores para hacer una siesta, cuáles son las menos transitadas, y lo más anhelado por todos: si tiene o no Wifi.

Cuando llegué a Panamá eran casi las 12 de la noche y mi vuelo no salía sino hasta las 10 de la mañana siguiente, así que me puse en la tarea de buscar dónde podía pasar la noche.

Caminé hasta llegar a salas de espera, donde encontré a gente durmiendo, pues me daba miedo quedarme en una completamente sola.

Me senté en una donde pensaba que sería el lugar perfecto, pues además tenía para cargar mi celular y computador.

Pensé que era el lugar perfecto hasta que después de sacar mi cobija y poner mi maletín como almohada, sentí el olor del tapete… No lo soporté y me fui de ahí. Seguí buscando y hasta pensé dormir en las sillas, pero por ser individuales, la verdad sería algo incómodo.

Entonces encontré una columna vacía y ese fue mi lugar durante toda la noche. No fue tan pesado como pensé, tuve tiempo para leer, ver series y dormir. La experiencia no fue mala y lo mejor de todo es que ¡la noche se fue volando!.

Fue una experiencia diferente y divertida, recomendada para cualquier viajero joven que se quiera sentir como “mochilero”.

 

Espero no haberme visto así…

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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