Por: Redacción El Punto
Para evitar aumentos en ansiedad o angustia generada por la incertidumbre, temor a enfermarse o morir, desesperanza, aburrimiento, insomnio, irritabilidad, entre otros, el Ministerio de Salud y Protección Social emitió las
siguientes estrategias de relajación con evidencia sobre su eficacia, que pueden ayudar a superar un momento de dificultad.
- Ejercicios de respiración lenta: Las técnicas de respiración lenta, o ejercicios de respiración, son una estrategia básica de relajación que resulta de utilidad en el manejo de síntomas físicos asociados al estrés y la ansiedad. Con frecuencia, cuando nos sentimos de esta forma, nuestro cuerpo reacciona acelerando la respiración haciéndola superficial, ya que se centra en el pecho. El cambio suele ser muy sutil y puede que pase desapercibido, sin embargo, sí sentimos sus efectos: dolor de cabeza, mareo, sensación de falta de aire o
ahogo, sentir las extremidades frías e incluso hormigueo en cara o extremidades en casos muy severos.
Cuando hacemos más lenta la respiración y la efectuamos desde el estómago en vez del pecho, enviamos al cerebro un mensaje fisiológico que simula un estado de calma y relajación; lo que hace que el cerebro transmita lo mismo al resto del cuerpo (corazón, músculos, entre otros) y la persona empiece a relajarse. Lo importante de este ejercicio es hacerlo regularmente, no espere a estar angustiado para ponerlo en práctica.
Dedique al menos cinco minutos todos los días para alcanzar los mejores resultados; de esta manera, en los momentos de estrés o ansiedad, le será más fácil sacar los mejores beneficios de este sencilla, pero eficiente práctica. - Ejercicios de relajación muscular progresiva: Se trata de otra estrategia de manejo de estrés de amplio uso. Se basa en la premisa de que la ansiedad y el estrés suelen asociarse con tensión muscular generalizada. Aprender a relajar diferentes paquetes musculares de manera escalonada y continua, ayuda al manejo del estrés y la angustia. Esta consiste en entrenar a la persona para que tense y relaje de manera sistemática diferentes grupos musculares. Por lo general se empieza por los miembros inferiores y de allí se asciende hasta la parte superior del cuerpo. Esta práctica ha demostrado ser particularmente útil en personas que no se sienten cómodas con los ejercicios respiratorios o aquellas con dificultades para conciliar el sueño.
- Técnica de masaje: Presione ligeramente sus dedos en forma de círculos amplios en:
– Los músculos temporales y maseteros de su cabeza, es decir, arriba de sus orejas y en la zona de la mandíbula.
– En el cuero cabelludo y músculos posteriores de su cabeza.
– En la inserción de los trapecios, es decir, en la base del cráneo hacia el cuello.
Luego, masajee con una mano hacia el otro lado de su cuerpo (como “amasando”) desde el trapecio hasta los dedos, pasando por sus brazos. Presione ligeramente en forma de círculo con sus dedos desde las cejas hasta el oído pasando por la sien. Este ejercicio en particular también ayuda a descansar los ojos.
Por último, recomienda hacer revisión periódica de las emociones y la pertinencia de buscar ayuda en caso de ser de necesario, a la línea 192 o a su servicio de salud.