Por: Isabella Grisales Criales
El Hospital Universitario Cari Sede de Alta Complejidad sufre desde hace aproximadamente 8 años un deterioro progresivo que se asemeja al estado de salud de algunos de sus pacientes.
A partir de la crisis financiera, el problema ha afectado gravemente las áreas administrativas, la estructura física y los mimos servicios que presta a pacientes, la mayoría de los cuales depende exclusivamente de la atención del centro hospitalario.
Todo comenzó con la aprobación de la ley 100 de 1993 que establece básicamente que los hospitales públicos tienen que tener la forma de organización de empresas sociales de estado. Estos son empresas prestadoras de servicios que tienen que venderlos, facturar, recaudar y con fundamento en ello es que estructuran su presupuesto de ingreso.
Principalmente, dicha ley fue creada debido a un problema que rige en Colombia desde hace décadas, que es la corrupción. Antes de 1993, la nación y los entes territoriales sostenían la operación de prestación de servicios de hospitales públicos. Sin embargo, el problema de este método era que estas instituciones le daban a cada hospital una suma de dinero como presupuesto, y cuando no hacían uso total de esa cantidad, lo que sobraba, lo hurtaban, causando un malgasto de recursos grandísimo.
A partir de la aprobación del estatuto, las EPS tienen que tener convenios con entidades publicas y privadas, y lógicamente prefieren derivar a los pacientes a las privadas porque les conviene mas económicamente. Este es uno de los primeros causantes de las crisis financieras en los hospitales públicos, ya que deja prácticamente sin trabajo a las públicas, sin facturación, y por ende sin poder sostenerse.
Sin embargo, tal vez el factor que más ha afectado la situación económica de los hospitales ha sido las EPS que han sido liquidadas por problemas administrativos, dejando deudas de cientos de millones de pesos. Estos problemas comenzaron desde el año 2010 cuando algunas EPS que le debían dinero a diferentes hospitales iniciaron proceso de liquidación por la superintendencia nacional de salud debido a problemas administrativos.
Además, los hospitales de alta complejidad como el Cari se ven más afectados económicamente con las liquidaciones porque los costos de tercer y cuarto nivel son mucho mayores a los de un hospital que no cuenta con estos niveles de atención.
Entre estos casos se puede encontrar el de la EPS ‘’Caprecom’’ durante el 2013 aproximadamente, año en el cual la red privada comenzó a negar atender pacientes de la entidad por el estado financiero que estaba atravesando y sualternativa de atención de los pacientes quedó solo en la red publica, dejándole a esta mucha mas cantidad de dinero sin recibir por la liquidación.
Muchos hospitales públicos pasan por esta situación a nivel económico. Inclusive a la fecha, según una fuente anónima, ‘’las EPS en liquidación solo han pagado el 70% de la deuda reconocida porque hubo una parte que no reconoció y que se reporta como perdida en los hospitales públicos, no solo en el Cari’’. Estas tienen una deuda con el Cari la absurda suma de aproximadamente 30 mil millones de pesos y, aunque legalmente se puede hacer un proceso de recuperación, es algo muy difícil de lograr e incluso hasta en algunos casos imposible.
A partir del año 2014 comenzó a decaer mucho más el hospital por la acumulación problemas y deudas tales como las mencionados anteriormente, que lo catalogaron como empresa con riesgo financiero y podrá recuperarla a partir de la facturación, pero no le es suficiente para sostenerse.
Es por esto que el Cari perdió posicionamiento y disponibilidad de recursos, por lo cual ya no podían brindarle el mejor servicio a sus pacientes, por ejemplo en cuanto los especialistas que podía costear. Además, esto también causó que las EPS no quisieran tener convenios con el hospital, afectando aún más la situación dejándolo con una capacidad muy reducida para atender a pacientes, y prestarles un servicio digno.
Los hospitales públicos prestan un servicio importante que va dirigido a las poblaciones más pobres y vulnerables de las regiones y tienen que contar con una organización administrativa y eficiente para cuidar y saber invertir los recursos, los cuales tienen el fin de poder brindarle el mejor servicio al ciudadano que lo requiera.
También está claro que deben contar con el apoyo de las alcaldías y gobernaciones, ya que el flujo de recursos en el sector de la salud no es dinámico. Es decir, que estas instituciones prestan un servicio social, pero sus costos son muy elevados, y el riesgo de que las EPS no puedan pagarles a tiempo, causa que estas se vuelvan inestables, y afecten la salud y la integridad del paciente al cual le prestan sus servicios.