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Por: Dido Polo Monterrosa

Un nuevo episodio por el abuso de la fuerza del Esmad y la Policía Nacional se desató en el noveno día de manifestaciones cuando los uniformados agredieron y arrestaron a 5 periodistas que se encontraban cubriendo el plantón de estudiantes en la Avenida Circunvalar con Murillo en Barranquilla.  

Charlie Cordero, David Morán, Cheyenne Luján, Mery Granados y Farid Contreras fueron los cinco periodistas arrestados  por agentes del Esmad y de la Policía Metropolitana de Barranquilla luego de que estuvieran cubriendo las manifestaciones de los estudiantes del SENA y universidades de la ciudad que transcurrían en el marco del paro nacional 29N.

En varias fotografías y vídeos que circulan por las redes sociales quedó registrado cuando los fotoperiodistas se acercaron a documentar el procedimiento de las autoridades con los jóvenes estudiantes y universitarios, pero alrededor de la 1:30 p.m. el Esmad y la Policía  hicieron lo que saben hacer: abusar de la fuerza e intimidar.

Miembros de la Policía subieron agresivamente a los cinco periodistas y a 17 jóvenes más a un camión sin saber las razones por las que estaban siendo detenidos. Los primeros los  condujeron a la estación de policía Los Almendros y los estudiantes a la URI.

Cabe destacar que no es la primera vez que el Esmad y la policía están envueltos en estas polémicas. El pasado lunes 25 de noviembre, Dilan Cruz, el joven de 18 años que falleció después de que un agente del Esmad dispara un proyectil en su cabeza y le causara la muerte o Jesús Blanquicet, periodista de El Heraldo que junto a su fotógrafo abordaron al presidente Iván Duque a las afueras del nuevo atractivo turístico Caimán del Río y le preguntaron su opinión acerca del bombardeo que había acabado con la vida de ocho menores en El Caguán por lo que fue golpeado por guardaespaldas del primer mandatario hasta derribarlo y obligado por la policía a borrar el material grabado.

Cuando el presidente se pronunció al respecto dijo que no sabía que la pregunta era de un periodista. Así mismo, el general Ricardo Alarcón de la policía Metropolitana de Barranquilla declaró respecto a los periodistas capturados sin motivo alguno que “no sabía que eran periodistas, más pensaban que se trataban de estudiantes que estaban haciendo uso de estos elementos para difundirlos por redes”. Sin embargo, aquí hay varios puntos por aclarar señor comandante:

Primero, según el nuevo código de policía, toda persona es libre y está en la facultad de grabar cualquier procedimiento teniendo en cuenta que el procedimiento de la Policía es una actividad pública. Esto quiere decir, mi querido comandante, que así no hayan sido periodistas, sus hombres no tenían ningún derecho de agredirlos ni de quitarles sus cámaras fotográficas “por precaución” como usted mismo afirma, porque le recuerdo, por precaución también asesinaron a Dilan en Bogotá. 

Segundo, usted también declaró que los periodistas  “no llevaban el chaleco que usualmente se utiliza en estos eventos y no portaban el carné de manera visible”, sin embargo Cheyenne Luján, periodista de El Heraldo afirma que siempre tuvieron el carné en sus manos mientras grababan el procedimiento y en los videos también podemos notarlo. Le pregunto comandante Alarcón, ¿en qué ley dice que para ser periodista se debe usar un chaleco? Nadie se mata estudiando cinco años para que usted hoy insinúe que a un periodista lo hace un chaleco y un carné.

Tercero y no menos importante,  no se desgasten en hacer declaraciones tan pobres y absurdas por temor a reconocer que las autoridades también se equivocan. Como periodistas somos los primeros en reconocer que las confusiones ocurren, pero, ¿en realidad fue una confusión o querían silenciar a los periodistas que documentaban el mal actuar? ¿me estoy educando para informar a la sociedad o para que me silencien? 

Siendo así, lo sentimos mucho, se está formando una nueva generación de periodistas con todas las tecnologías a su favor y con una característica muy particular: no tenemos miedo de decir la verdad, nos han quitado tanto, que hasta eso perdimos.  

Por otro lado, tras conocer la denuncia, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) informó su preocupación por la detención arbitraria de los cinco periodistas y exigió que cumplieran su deber de garantizar el ejercicio periodístico. ¿Tenía la FLIP que darles  un jalón de orejas para comprender la magnitud del hecho? ¿Hasta cuando la Policía y el Esmad seguirán abusando de su fuerza?

Aunque los periodistas fueron dejados en libertad dos horas después y le fueron entregados todos sus equipos técnicos, nada justifica el trato cruel por el que fueron sometidos.

Momento que dejaron en libertad a los periodistas

Charlie Cordero, el rostro de lo sucedido

Charlie Cordero es freelance de medios internacionales como El País, National Geographic, New York Times, Courrier International, Vanity Fair, The Guardian y también es docente de comunicación social y periodismo en distintas universidades de Barranquilla. 

Cordero es llevado a la estación de Policía Los Almendros

Cordero se encontraba cubriendo el plantón de los estudiantes, cuando el Esmad y la Policía dispersaron a los manifestantes. En su intento por documentar lo ocurrido, agentes del Esmad se acercaron y lo derribaron al suelo como si de un vándalo se tratara. A esto se suma que le arrebataron su cámara y junto a los otros periodistas les pidieron las tarjetas de memoria.

El fotoperiodista protagonizó uno de los momentos más impactantes del altercado. En el video se puede observar como es maltratado por las autoridades mientras vecinos del sector se lamentaban de lo ocurrido. Los gritos de súplica porque te devolvieran tu cámara fotográfica valieron la pena, nos dejas claro el mensaje: podrán silenciarnos en redes, quitarnos equipo técnico, agredirnos y humillarnos, pero mientras tengamos voz nadie podrá callarnos.

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Charlie, gracias por enseñarnos a no dejarnos callar, gracias por estar ese día con tus estudiantes y por aportar tu granito de arena a un mejor país, gracias por no llevar tu chaleco periodístico, creo que no es necesario. Como van las cosas con la las autoridades es mejor salir con un chaleco antibalas. 

El paro nacional continúa, las manifestaciones y protestas también, esperamos que situaciones como estas no vuelvan a ocurrir en nuestra ciudad ni en nuestro país, ni con nuestros periodistas. Mientras tengamos voz podemos seguir documentando, así nos corten las alas por no tener el chaleco periodístico.

@IMDIDOPOLO

Soy estudiante de 9º semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Me apasiona el periodismo multimedia y los medios digitales porque me permiten contar historias desde cualquier formato: escrito, audiovisual y sonoro.

didop@uninorte.edu.co