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Por: Anarilis Mena/fotos cortesía de Pedro Díaz. 

Pedro Diaz Carmona, coreógrafo de la ciudad de Barranquilla, es reconocido por ser una de las cabezas detrás de las últimas ediciones de la celebración de la lectura del bando del Carnaval de esta ciudad y es el encargado de guiar a las reinas para la gran noche en la cual son presentadas ante la ciudad como sus soberanas. Se le puede reconocer como una de las personas, detrás de uno de los momentos históricos de la ciudad: los pasados Juegos Centroamericanos que marcaron la memoria de los barranquilleros y  que dejaron la ciudad en alto ante los ojos del mundo.

Desde muy joven, una de las cosas que le motivó a iniciar en el mundo del arte fue toda la variedad que vio dentro de ella, “nací con un talento, un don que Dios me dio, de los que uno a veces no se da cuenta que lo tiene; en mi caso me pude dar cuenta a tiempo y estar metido en toda la parte cultural y artística me motivó mucho, por eso tuve la disciplina y las ganas de querer salir a adelante”. Estos factores le ayudaron a ser férreo y mantenerse en su propósito, que fue en lo que se convirtió el arte para él, ya que a pesar de tener el talento fue muy difícil abrirse paso en este mundo, que ante la sociedad es considerado elitista. “Me tocó bastante duro, fueron 20 años encerrado en el Centro Social Don Bosco, creando, creyendo mucho en Dios, teniendo mucha fe de que se podían dar las cosas, fueron muchos retos, pero todo se dio y ahora estoy disfrutando de cosas bien hermosas que la vida nos brinda.”

“No hay lugar más importante para el ser humano que donde nace y sus raíces. Cuando tú naces de un árbol y tú riegas tus raíces, ten por seguro que el árbol será frondoso, dará bastantes frutos y le servirá a la humanidad”.

Una de las cosas que más se destaca en su carrera es la lucha por reivindicar la imagen del barrio de su infancia, Rebolo, porque es conocido como uno de los lugares más peligrosos de la ciudad. Al crecer allí aprendió, según él, a amar a las personas que lo rodeaban, esto explicaría su forma de pensar y sus motivaciones. “Yo me he propuesto en la vida, de que yo como nací en Rebolo, me crié en Rebolo, vivo en Rebolo y voy a morir en Rebolo, tengo que enseñarle a nuestros jóvenes como querer nuestro barrio y que tenemos que enseñarle a Barranquilla que dentro de esos 22.000 habitantes que tiene nuestro barrio, hay gente muy buena, pujante, hermosa que tiene bastante talento y que le está aportando bastante  a nuestra ciudad; por eso es mi lucha constante con mostrarle al mundo de que nosotros los reboleros si podemos, de que ser rebolero sí aguanta y de que Rebolo también.”

A pesar de que lleva muchos años en esta lucha, él comenta que nunca ha pensado en abandonar lo que hace. “Si hay momentos difíciles, pero de claudicar no,  siempre he estado ahí agarrado a Dios, aferrado a él porque cuando el ser humano tiene fe sabe que esta mueve montañas y las cosas se pueden lograr”.

Pedro Díaz comenta que estuvo durante un tiempo estudiando Derecho y Administración en la Universidad del Atlántico, pero por ciertas dificultades no las pudo terminar; y que en cambio lo que aprendió allí le sirvió para apretar, mejorar y saber manejar los diferentes espacios y personas, es decir, esta experiencia contribuyó a su formación como ser.

Cada decisión que toma  está marcada por su vocación de ayudar a las demás personas y su forma de ver el mundo. Cuando se le pregunta si quiere estudiar algo más responde que no. “Yo ahora, prácticamente, soy un libro abierto de la vida y yo más que aprender necesito es saber cómo comunicarle, transmitirle a nuestros jóvenes y niños el valor que tiene estar vivo, de formar parte de una sociedad, yo creo que eso es aún más fundamental”.

Algo muy curioso es que la mayoría de las personas cercanas a él lo conocen como Daddy, ya que sus alumnos lo llamaban padre, la conversión a inglés de su sobrenombre se dio cuando dos de sus estudiantes empezaron a estudiar el idioma extranjero y para practicar lo llamaban “Daddy”, las demás personas de tanto escucharlo lo asimilaron y quedó bautizado de esta forma.

El día 19 de julio se dio uno de los eventos más importantes en Barranquilla, la inauguración de los Juegos Centroamericanos y Del Caribe, que contó con la participación de Pedro Díaz como el coreógrafo encargado de llevar a cabo este espectáculo.

“Cuando escogen el performance que encabeza Víctor Ariza, él inmediatamente piensa en Pedro Díaz y la Secretaría de Cultura también;y yo dije: moñona, Lotería, ahí fue cuando se dio mi nombre”.

Para él, la llamada que le confirmaba la entrega de el proceso creativo fue una sorpresa que no se esperaba, ya que la competencia hasta ese momento era muy fuerte.

Al contarnos un poco del  proceso creativo menciona lo difícil que fue el camino para lograr el resultado visto el día de la inauguración, “estaba la parte del guión que fue escrito por Miguel Mendoza, también estuvo la parte escénica a cargo de Jimmy Rangel, ellos crearon todo lo que es guión, ellos tenían la idea; entonces, yo tenía que hacer la coreografía en base a la idea que ellos tenían, era bastante difícil porque ellos querían otras cosas, si hubo cambios, muchos de ellos peros si acerté”.

Una de la cosas más destacables de los pasados Juegos y de la cual las personas no estaban informadas fue el proyecto, que contó con la colaboración de los jóvenes del grupo Casas Distritales de Cultura al que Pedro Díaz pertenece, un proyecto que cuenta como propósito incentivar a los jóvenes de escasos recursos y de los barrios con más conflictos de la ciudad, en el mundo artístico,buscando así alejarlos de las calles y de problemas.

Al ver esta retrospectiva reflexiona y analiza de qué forma marcaron los Juegos Cetroamericanos y llega a la conclusión de que este proyecto fue un reto para él; pero ahora debe pensar en el futuro. “Ahora lo que busco es seguir creciendo como artista, aportando más a la ciudad, dándole más a mi barrio, trabajando con los muchachos de las  Casas Distritales, haciéndolos a ellos mejores personas, dándoles a entender que son grandes y que todos los seres humanos podemos y tenemos la facilidad de crear grandes cosas”.

Un mensaje que él le da a los chicos que quieren incursionar en el mundo del arte pero que tiene miedo es que se atrevan y que sean capaces.  “Dios está al lado de ellos,  hay una oportunidad bastante grande, si tienen el talento y el don que lo aprovechen al máximo. No va a ser fácil, para poder crecer van a encontrar muchas dificultades, murallas, barreras pero que no se desilusionen, que se atrevan y  que se proyecten.”

Por último, comenta que le gustaría ser recordado como el hombre que ama a Rebolo sin condiciones, que no pide nada a cambio; que si lo quieren lo recuerden como Daddy y los que no como Pedro Diaz.

 

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