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Imagen tomada de: https://x.com/JuniorClubSA/status/1795574568440262957/photo/3

Escrito por: Emanuel Calderón

El conjunto tiburón firma el empate 0-0 de local frente a Botafogo para pasar como primero de grupo y se prepara para los octavos de Libertadores.

El partido empezó con ciertas expectativas porque, aunque Junior podía permitirse el empate, los recientes errores en el aspecto defensivo del equipo hacían peligroso entregarle la posesión del balón a Botafogo.

Junior armó un clásico 4-3-3, donde Didier Moreno tenía un rol de contención para darle más libertad a un Víctor Cantillo que debía convertirse en el puente para las transiciones ofensivas del equipo y un Carlos Bacca que, jugando un poco más atrás buscaba darle movimiento al equipo desde el centro.

En el minuto 06 llegaría una ocasión muy clara cuando, después de un centro de Bacca, Fuentes tuvo una pelota que controlar y que dio inicio a la faceta más defensiva de ambos equipos. Los brasileños buscaron el camino con su delantero Junior Santos que se desmarcaba rápido, pero que nunca llegó a ser un peligro significativo por su falta de efectividad. Durante esta sección del encuentro, las ocasiones de gol llegarían de tiros de esquina, donde la altura del zaguero Barbosa podía convertirse en un riesgo que fue detenido por la constante marca de Didier Moreno.

Cuando recién se cumplían los primeros 22 minutos de partido, un mal paso de Víctor Cantillo lo obligó a retirarse de la cancha lesionado por un posible desgarro, forzando al director Arturo Reyes a cambiarlo por Luis Cariaco González. Los siguientes minutos del encuentro hicieron más evidente la falta de continuidad de juego debido principalmente al árbitro Jesús Valenzuela, que estuvo constantemente justificando sus decisiones a los jugadores, de modo que las interrupciones de varios minutos se hicieron recurrentes.

Pese a que Botafogo tuvo dos intentos que pasaron cerca del arco, luego de 35 minutos sin remates directos a portería Junior comenzó a buscar a Caicedo y Enamorado en las bandas para activarse de cara al final de la primera parte.

Luego del descanso, un remate de Cariaco al minuto 50 daba la impresión de que se aproximaba una cara mucho más agresiva del Junior, que sigue teniendo la obligación de reservar sus energías para el enfrentamiento del domingo frente a Millonarios.

Los extremos del tiburón empezaron a mostrarse y, en su afán por detener la carga rojiblanca, en el minuto 61 el defensor Diego Hernández cometió la falta más grave del partido: al recibir a José Enamorado directamente con los taches de sus botas a la altura de la rodilla. El delantero cayó al piso, asustando a todos los presentes, ya que un golpe así es capaz de acabar por completo con la carrera de un jugador. El árbitro mostró la tarjeta roja directamente, casi sin ninguna protesta de por medio. Afortunadamente, el afectado se recuperó y pudo terminar el partido sin mayores problemas.

Cuando parecía que el partido estaba por enfriarse, en el minuto 69 un centro de Cariaco que recibió Caicedo hizo necesaria la aparición del portero “Gatito” Fernández para detener el disparo.

Tiempo después de la ocasión más clara del partido, el director técnico cambió a Bacca por “Titi” Rodríguez y a Caicedo por Vladimir Hernández con el fin de darles descanso y que puedan participar en el siguiente duelo por la liga local.

Con este resultado, Junior y Botafogo quedan con 10 puntos en la tabla. Junior pasa de primero por diferencia de goles y está a la espera de sus rivales para la siguiente fase del torneo.

Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte de quinto semestre.

rantonella@uninorte.edu.co