Por: Laury Cantillo
Desde el viernes 16 hasta el domingo 18 de septiembre, el laboratorio de comunicación Jui Shikazguaxa de la Universidad del Norte, en colaboración con el Colectivo de Comunicaciones Montes de María-Línea 21(CCMML21) y el Festival Audiovisual de los Montes de María (FAMMA 2022), realizó 3 talleres de narrativas infantiles en simultáneo donde por medio de la metodología de narrativas participativas con títeres de cartón se brindaron herramientas para facilitar la producción de historias en formato audiovisual.
Los jóvenes y niños de los corregimientos: El Hobo en el Carmen de Bolívar (Bolívar); La Pelona en San Onofre (Sucre); y Almagra en Ovejas (Sucre), realizaron 4 cortometrajes haciendo uso de títeres de cartón con los que plasmaron sus realidades y cotidianidades alrededor del campo y la siembra. Estos cortometrajes se presentarán en la onceava edición del Festival Audiovisual de los Montes de María, el cual se llevará a cabo desde el 25 hasta el 30 de octubre de 2022 en El Carmen de Bolívar y tiene como tema “Memorias de la siembra: el territorio que soñamos”.
El equipo del laboratorio de comunicación Jui Shikazguaxa arribó en territorio monte mariano el viernes a las ocho y treinta de la mañana. Su primera parada fue en la conocida perla de los Montes de María: el Carmen de Bolívar. Allí fueron recibidos con los brazos abiertos por Soraya Bayuelo, fundadora y directora del CCMML21. Luego de esto, los integrantes del laboratorio y del colectivo se separaron en grupos para poder cubrir los 3 corregimientos.
“Con estos espacios el laboratorio tiene como objetivo generar diálogos de saberes entre la academia y las comunidades para así contribuir con sus procesos y al mismo tiempo aprender de ellos. Además estos espacios ofrecen una oportunidad para que los estudiantes exploren y reconozcan las realidades de nuestras comunidades rurales, y viviesen como la comunicación a través de la construcción de narrativas propias puede contribuir a la transformación social desde lo pequeñito” afirma Camilo Pérez director del laboratorio de comunicación Jui Shikazguaxa.
Ya en los corregimientos comienza la primera parte del taller. El primer día estuvo lluvioso en algunas zonas, pero un poco de lluvia no desmotivó a estos jóvenes y niños, mucho menos a los talleristas.
“Llegamos y comenzó a llover durísimo. Nos dijeron que habíamos traído la lluvia, estábamos muy apenados porque creíamos que era algo malo, pero para nuestra sorpresa todos comenzaron a salir, los jóvenes a recoger agua, las mujeres a aprovechar la lluvia para limpiar y los adultos a sembrar el tabaco. Ahí nos dimos cuenta de que para estas comunidades la lluvia significaba algo diferente, y cuando creíamos que no íbamos a tener taller, al escampar la comunidad llego más alegre y activa, así que digamos que las historias llegaron con la lluvia. Hasta escuchamos a uno de los niños decir que cuando llovía en Almagra era un paraíso”, relata Camilo Pérez.
“Pocas esperanzas de encontrar a los niños en el lugar de encuentro porque nos habían dicho que cuando llovía en el Hobo era difícil salir a la carretera, pero cuando llegamos estaban todos preparados y en sus puestos para el realizar taller”, cuenta Yuliana Girón, tallerista y miembro del laboratorio.
La construcción de los relatos fue dinámica y divertida. Los niños y jóvenes desbordaban de imaginación. Como ya tenían claro la estructura de una historia, al final la tarea fue seleccionar, entre todos los relatos que salían de sus cabecitas, esa historia con la que estuvieran de acuerdo para que fuese contada y representara a su comunidad. Esto ocurrió principalmente con los niños y jóvenes de los corregimientos del Hobo y de Almagra, pero uno de los retos con que nos encontramos fue que era la primera vez que se realizaba una actividad como esta con los jóvenes de la comunidad de La Pelona.
“Fue un reto, ya que era la primera vez que los chicos recibían un proceso de formación desde lo audiovisual, sumado a que el colegio no cuenta con energía eléctrica. Sin embargo, no fue impedimento para llevar a cabo el taller. Por esto, buscamos fortalecer en la población las temáticas en producción audiovisual con el fin de formar un grupo destinado a ello”,cuenta Farouk Calderón miembro del laboratorio Jui Shikazguaxa.
En los relatos de estos jóvenes y niños pudimos encontrar figuras, como lo son: la lluvia, el burro, el compadre, el pozo…y muchas más figuras que juntas son representativas y construyen la cotidianidad del campo.
“Son muy pilas y narran historias de una manera impresionante”, comenta Diana Reales, miembro del laboratorio Jui Shikazguaxa.
Una vez escogida la historia y distinguido los personajes, pasamos a ensuciarnos las manos. Cada uno de los niños y jóvenes escogió el personaje con el que más sentía afinidad y lo personalizo a su gusto, ellos estaban tan concentrados en la creación de los títeres que cuando llego la hora de la merienda ninguno se despegó de él, todos ignoraron el aperitivo y siguieron pintando.En cuanto los personajes estuvieron listos, fueron bautizados por los niños,“Este se va a llamar el compadre Raumir”dijo uno de ellos.Más tarde nos enteramos de que ese nombre era de un señor que al parecer era compadre de todos en el Hobo. Así mismo, pasaron a darles voz.“Ni siquiera tuvimos que hacer un guion, solo les dijimos que imaginaran cómo hablaría ese personaje. De una la captaron y comenzaron a crear diálogos genuinos”cuenta Yulian Girón.
El segundo día fue óptimo para la grabación de los cortos, pues estuvo soleado. Se les explicó a los niños un poco del lenguaje audiovisual (¿qué es una escena?, ¿qué es un plano?…) y para que fuese más dinámico se utilizó un marco de cartón con el fin de que ellos imaginaran que era una cámara y se hicieran una idea de cómo podrían ser los planos.“Todos estaban muy emocionados y adoraron a sus personajes. Hasta hubo un niño que dijo que tenía energía para hacer tres grabaciones más”,relata Yuliana Girón.
Los resultados fueron satisfactorios, pues los cuatro cortometrajes superaron las expectativas del laboratorio y del colectivo.“Esta experiencia fue maravillosa y única. Espero volver a repetirla y llevar estos talleres a otras comunidades”,afirma Diana Reales.
“Además de que se haya realizado un producto de alta calidad. Lo satisfactorio de estos espacios es que durante los tres días lo chicos asistieron, participaron y así se inició un proceso en la comunidad de la Pelona”, Cuenta Farouk Calderón.
Con estos espacios se busca brindar herramientas para facilitar la participación de los jóvenes y niños e invitar a las comunidades monte marianas a contar(se), a narrar las historias de sus cotidianidades, de sus memorias y sus luchas, por lo tanto, se tienen pensado realizar otros cuatro talleres en el marco del festival, para que más niños , niñas y jóvenes monte marianos se animen a narrar sus territorios. Y es que de la colaboración entre el laboratorio de comunicación Jui Shikazguaxa y el colectivo de comunicación Montes de María Línea 21 viene de tiempo atrás y en el marco del FAMMA 2022 se hará la presentación de la página web del museo itinerante de la memoria de los montes de maría, en la que el laboratorio y el colectivo han venido trabajando desde hace un dos años para visibilizar las memorias de la región.