Las lágrimas de Maluma fueron motivadas por razones que a cualquier colombiano le aquejarían, no por tener entre sus bienes un tal Gulfstream G450.
Hace una semana el ínclito poeta medellinense Maluma (en adelante Juan Luis Londoño, para no tener conflictos con Carolina Sanín) compartió en su Instagram un conmovedor video. En él se ve al artista casi sollozando entre cataratas de llanto —que no luce nada falso, qué va—.
Enseguida los medios colombianos, expertos en tergiversar la información a su conveniencia, salieron a decir que Londoño estaba emocionado por recibir su jet privado. Y parecía cierto, pues la descripción del video incluye un mensaje digno de cualquier coach motivacional, y en los comentarios se observan personajes sumamente relevantes, como nuestra futura presidenta, Luisa Fernanda W, aplaudiendo al cantante paisa tal vez por su nueva adquisición.
Pero no. La historia es en realidad más profunda. El llanto de Juan Londoño fue motivado por razones que a cualquier colombiano le aquejarían, no por tener entre sus bienes un tal Gulfstream G450 “tras años de trabajo, esfuerzo y dedicación, sumados a más de una puerta cerrada”, como reportó El Tiempo.
El cantante colombiano @maluma compartió con sus seguidores de redes sociales el momento en el que recibía su jet privado. El artista terminó llorando de la emoción. Vea aquí el video ► https://t.co/jKu5R4o6MI pic.twitter.com/ZudhC8fKvh
— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) September 4, 2019
El apodado Maluma en realidad se sintió decepcionado luego de la noticia del retorno a las armas de Iván Márquez, Jesús Santrich y otros delincuentes. “Cómo hacerle entender (a Márquez) que con paz el país se ve mejor”, expresó el genio paisa. Y continuó: “El monte no huele a Christian Dior. Las víctimas son muy bonitas pa’ llorar por él otra vez”. Desde luego, llorar excesivamente también fue una manera de exteriorizar su confusión, la confusión de muchos de nosotros, al observar que un invidente está cargando un fusil.
Asimismo, Juan Luis Londoño, dolido por su país, ha estado preocupado por el asentamiento de las maquinarias regionales para las próximas elecciones. En Barranquilla, por ejemplo, el candidato del continuismo, Jaime Pumarejo, lidera las encuestas de intención de voto. Según la más reciente de estas, hecha por Invamer, el candidato el 79,2% de los votantes barranquilleros se van con el charista.
“Lo de los Char es puro, puro chantaje”, señaló el antioqueño, roto en llanto. “Y Barranquilla es masoquista, con la democracia una egoísta”, concluyó.
Londoño tampoco perdió la oportunidad de expresar sus sentimientos por el Amazonas. En el video es evidente su desconsuelo frente a la indecencia del ser humano para con la naturaleza y su pulmón natural. Además, sintió que existe negligencia por parte del gobierno de Brasil y, probablemente, del resto de países amazónicos.
“El presidente Duque borró cassette, pues no recordó que desde los setenta existe un Tratado de Cooperación Amazónica. Y Bolsonaro como que no se acuerda de cómo el Amazonas se calienta, que lo diga en la cara y no mienta, que deje de jugar”. Esas fueron las palabras del famoso pensador en medio de sus incesantes lágrimas.
Finalmente, el galardonado con el Escudo de Antioquia se refirió plañendo a la más reciente metida de pata de la Fiscalía General de la Nación. El ente investigador había asegurado que no hubo desaparecidos durante la toma y retoma al Palacio de Justicia en 1985. Gracias a las lágrimas del heroico Juan Londoño Arias, la Fiscalía tuvo que retractarse ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, afirmó en 2017 que “Maluma reta a la juventud a pensar, fluir, a desacomodar la imaginación y a mostrar el poder de la superación”. Londoño en ese momento había demostrado que poseía, para ganar el Escudo de Oro del departamento, los mismos méritos que Ernesto Macías tuvo para obtener la Cruz de Boyacá. Hoy nos reafirma que es un ejemplo a seguir.
Maluma está altamente preocupado por los temas que le atañen al país. Por eso merece que su llanto sea ubicado en toda primera plana existente. No es nuestra misión estigmatizarlo por gastar una millonada en un avión para él, sino apoyarlo en su muy activa lucha por el establecimiento del orden en Colombia. Gracias, Juan Luis Londoño Arias, por unirnos como colombianos.