[wpdts-date-time]  

Una nueva generación de artistas barranquilleros se posiciona en la industria de la música 

Por Andrea Rumie, Sofía Osorio y Rafael Esquivel

El avance tecnológico y el continuo aumento del número de redes sociales ha destapado un nuevo fenómeno que pasa desapercibido: el fácil descubrimiento de una moderna y refrescante generación de artistas con grandes destrezas y potenciales , especialmente en el caso de ‘Los Milenios’.

Esta ola de nuevos talentos parece girar alrededor del sonido y la música más que en cualquier otra cosa.

Sin duda alguna, en los últimos años, el internet ha servido como una plataforma para aquellos artistas como Coco Jadad, Georgy Man y Altafulla, artistas barranquilleros que desean expresarse y ser reconocidos por su trabajo.

La ciudad de cantores no se queda atrás. La ciudad se ha convertido en un escenario de nuevas estrellas en formación que parecen no temer a romper con la monotonía de los ritmos, expresarse libremente y ofrecer algo distinto que parece gustar a las nuevas generaciones.

Si bien el talento del Caribe colombiano ha sido reconocido y valorado por generaciones, es indudable que una nueva ola de cantantes, compositores y arreglistas se disponen a llevar los zapatos de grandes íconos como Shakira, Joe Arroyo, Chelito de Castro y, por supuesto, Esthercita Forero, con un giro moderno que evoluciona cada día y es direccionado al estilo de cada cual.

“La música hoy día ha cambiado mucho. Se están haciendo muchas mezclas con sonidos de las raíces de varias culturas colombianas, combinadas con varios estilos como la electrónica o el hip-hop. Un ejemplo claro de ello es Bomba Estéreo y Chocquibtown”, afirma Augusto Yepes, DJ barranquillero ganador del Miller SoundClash 2015, una competencia que busca descubrir nuevas promesas de la música electrónica.

El DJ barranquillero Augusto Yepes mezclando en una de sus presentaciones en Bogotá. 

Georgy Man, artista barranquillero que junto a su sello discográfico en New Jersey produce una gran variedad de géneros musicales y que ha colaborado con grandes artistas como Bazurto All Stars, Mr. Black y Celso King, manifiesta que “Barranquilla es una ciudad que cada día crece más en cuanto a cultura musical”.

Aunque asumir el reto no siempre es fácil, cada artista encuentra sus propias dificultades en su trayectoria. “La industria es un mundo muy complicado pero divertido. Es como nadar: tienes que luchar contra la corriente y te puedes encontrar tanto con cosas peligrosas como hermosas. Hay que aprender a decir no, a saber a quién escuchar y a tener paciencia”, comenta la cantautora barranquillera Nicolle, conocida en el mundo artístico como ‘Coco’ y quien con tan solo 18 años ya lanzó su primer disco titulado No Name.

Para Coco, el mayor reto es “no venderle el alma al diablo”.

No te asustes… es una manera de decir: no ir en contra de tu moral o tus principios para llegar más rápido a la fama” , asegura.

Asimismo, Altafulla, cantante barranquillero reconocido por temas como Aguacero y Amigos nada más, también considera que “la industria puede ser un gremio muy difícil pero al mismo tiempo entretenido, porque es lo que realmente disfruto”. No obstante, también considera que “el mayor reto es consigo mismo, porque siempre uno está en búsqueda de lo mejor para su música”.

Desde el 2013, el cantante barranquillero Altafulla le apuesta a un género musical influenciado por los ritmos tropicales y urbanos. 

Por su parte, Augusto Yepes asevera que lo más negativo de trabajar en la industria de la música electrónica es el vínculo que se ha creado entre este género, las drogas y la violencia. Explica que muchos festivales han sido frenados por estas dos problemáticas, ya que se ha convertido en una tarea difícil conseguir los permisos para realizarlos.

“Ahora en enero, el BPM festival de México, uno de los festivales más famosos a nivel mundial, fue cancelado debido a un tiroteo que hubo el último día en una fiesta que dejó ocho muertos y las drogas fueron el detonante”, sugiere.

Aunque se podría considerar que nacer en Barranquilla -una ciudad que culturalmente no es muy asociada con la producción musical- haría de este proceso formativo de artistas más difícil, ninguno de estos talentos considera a su ciudad natal como una piedra en el camino.

“El proceso nunca es fácil, no importa dónde uno esté. Yo adoro Barranquilla porque a pesar de tener una sociedad conformista, conservadora, excluyente y llena de prejuicios, hay un nicho de personas que aún luchan por sus ideales, por mantener la diversidad, por apoyar lo ‘raro’ o ‘diferente’ y no se dejan moldear por el qué dirán”, afirma Coco Jadad.

Del mismo modo, Altafulla considera que aunque le gustaría surgir en el mercado internacional, su principal meta es tocar todos los corazones de las personas que escuchan su música.

Por su parte, Georgy Man dice que nunca olvida a Barranquilla y siempre busca representar a su tierra en cada parte del mundo a la que va. “Tengo una canción llamada La arenosa”, comenta.

“Barranquilla me hizo fuerte y por eso soy quien soy hoy día. Le debo mi música a Barranquilla”, pero Barranquilla también le debe mucho a estos músicos, por su trabajo y pasión para seguir representando día a día a la Costa Caribe desde lo más alto”, agrega Jadad.

El futuro es prometedor para estos artistas y el pueblo barranquillero espera ser el primer testigo de sus éxitos. O mejor, en palabras de Altafulla: “¡Vamos pa´lante, con toda!”

Fotografía tomada de Instagram: @Cocojadad, @altafullamusic y @augustoyepes1

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

elpunto@uninorte.edu.co