Por: César Mora Moreau
Reseña sobre la película Paraíso (2016) de Andrey Konchalovski.
“A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado”. La Divina Comedia.
Olga Kamenskaya (Yuliya Vysotskaya) está en frente a su enjuiciador. En su cabeza rapada no hay rastro de la cabellera ondulada que lució en su pasado de aristócrata rusa o incluso durante su apoyo a la Resistencia en Francia. Trata de mantener la compostura, pero es incapaz de hacerlo cuando debe describir todo lo que ha vivido. Cada parte de su rostro se transforman a medida que las lágrimas hacen su aparición.
Con esta actuación desgarradora de Yuliya Vysotskaya, inmortalizada en el poster promocional de la película, podría resumirse el espíritu de Paraíso (Rai) la más reciente película del director ruso Andrey Konchalovski.
En este drama enmarcado en el contexto de la Segunda Guerra Mundial se cuentan paralelamente las historias de Olga, una rusa capturada en Francia por esconder a unos niños judíos, Helmut, (Kristian Klaus) un oficial alemán de las SS y Jules, (Philippe Duquesne) un colaborador de la policía francesa y los juicios que enfrentan cada uno de ellos.
El Paraíso que buscan los Nazis, el Infierno que viven las víctimas encerradas en los campos de concentración y el Purgatorio plasmado en la ambigüedad humana se entretejen en esta película cuyas referencias a La Divina Comedia de Dante pueden encontrarse en algunas citas pronunciada por los personajes en mitad de la noche o en las vivencias oníricas que sufre Helmut al verse rodeado por los fantasmas de su conciencia en un bosque lleno de niebla.
Filmada a blanco y negro y con una tendencia por las escenas en las que las acciones de los personajes se desarrollan en un segundo plano, Paraíso es una película que busca adentrarse en el interior de las víctimas y los victimarios para conocer sus dualidades, temores y arrepentimientos (siendo este último sentimiento el tema principal de la película) por apoyar a un régimen sanguinario sin oponerse, aprovecharse de los otros amparado por la posición de poder y hacer lo que sea para escapar de las crueldades de la guerra.
El largometraje, estrenado en el Festival de Venecia en el cual Konchalovski obtuvo el León de Plata al mejor director, estará hasta el miércoles 29 de marzo en la Cinemateca del Caribe en Barranquilla y en algunas salas de Cine Colombia en Bogotá.
