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Por: Daniela Vega Caicedo

Matheus es un joven de 21 años de edad y ha sido diagnosticado con déficit de atención e hiperactivismo hace 14 años aproximadamente. Desde ese momento, toda su vida empezó a girar en torno a una pastilla de Ritalin diaria, su nivel académico comenzó a aumentar y ya no se sentía hiperactivo.

Actualmente se toma una píldora los días de semana y los fines de semana solo si va a estudiar ya que su carrera, la cual viene siendo Medicina, requiere de mucha concentración. No ha sufrido efectos secundarios ya que su dosis es la adecuada para su condición.

Por otro lado están los casos de jóvenes como Sergio o Enrique que consiguen este medicamento en el mercado negro ya que no tienen prescripción para acceder a este legalmente. Si bien ellos lo utilizan para concentrarse, muchas veces abusan del mismo. Sus notas aumentan a costa de problemas como insomnio, ansiedad, pérdida del apetito y algunas veces depresión. También son más propensos a utilizar drogas psicodélicas y a generar adicción a dichas sustancias fácilmente.

El Ritalin es un medicamento que tiene como principio activo el Clorhidrato de Metilfenidato, un estimulante del sistema nervioso central indicado para el tratamiento de déficit de atención e hiperactividad, también llamado de TDAH, y la narcolepsia.

Este medicamento es un tipo de anfetamina que actúa estimulando las actividades mentales, por lo que se ha vuelto común en los estudiantes cuando desean estudiar o permanecer despiertos por más tiempo. Pero su uso no es recomendado y estos efectos no son comprobados. Sin embargo, los alumnos lo llaman “la pastilla de la inteligencia” porque ayuda con la memoria y concentración, siendo útil durante el período de estudio.

El Ritalin no debe ser usado para mejorar la memoria y la concentración, sino para el tratamiento de las enfermedades como narcolepsia, trastorno del déficit de atención e hiperactividad, según lo indicado en su prospecto.

La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos lo clasificó como un narcótico de Clase II: la misma que la cocaína y la morfina. Al ser una anfetamina, puede causar dependencia si se usa de forma inadecuada, es decir, si se consume por personas sanas solo para la concentración.

Ritalin puede causar dopaje y durante el tratamiento con este medicamento no se deben consumir bebidas alcohólicas porque pueden aumentar los efectos de este medicamento. Siendo este ilegal en Colombia y sin prescripción medica, muchos estudiantes acuden a conseguirlo con distribuidores no autorizados o dealers de drogas.

Su efecto generalmente comienza alrededor de una hora después de su ingestión y el horario más tarde en el que puede ser utilizado este medicamento es a las 6 de la tarde para no perjudicar el sueño. Los efectos secundarios del Ritalin incluyen malestar abdominal, náuseas, acidez, nerviosismo e insomnio, desmayos, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, alteración de la frecuencia cardíaca, fiebre, reacciones alérgicas, depresión y disminución del apetito que puede resultar en pérdida de peso o retraso del crecimiento en los niños.

Cabe tener en cuenta que Ritalin es un medicamento solo para las personas que lo requieran. En caso de ingerirlo sin prescripción medica, el abusar de su consumo puede ser perjudicial y puede repercutir en una adicción a las drogas.

Foto: www.flickr.com/photos/barbourians//CC BY 2.0

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