Por: Yoleydis Moreno
Esa es una de las premisas que se desarrolla en el encuentro ‘The role of media in conflict and peace’, llevado a cabo en la Universidad del Norte con la participación de la Florida Internacional University (FIU).
El lunes 15 de julio se dio inicio al encuentro ‘The role of media in conflict and peace’ en la Universidad del Norte, con la participación de la Florida International University (FIU). El evento se extenderá hasta el 19 de julio.
El programa inició hacia las 9:30 a.m con las palabras de bienvenida del rector Doctor Adolfo Meisel, seguido de la intervención del Decano del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales Alberto De Castro.
Desde un principio, se propuso a los participantes pensar en ciertos temas que convergen en los medios y el conflicto como lo son las posiciones que se toman en medio de la guerra, qué información es veraz y cuál hace parte de las conocidas “fake news”.
Otras de las inquietudes puestas en común fueron el punto de vista de la objetividad o neutralidad en el periodismo, la producción de noticias y el tratamiento del conflicto por parte de los medios.
Seguidamente, Gustavo Bell, historiador y político colombiano, tomó la palabra para conversar sobre el desarrollo de los procesos de paz anteriores en el país, en los cuales él participó.
Bell recuerda la indignación que le causó en su momento saber que los negociadores del acuerdo de paz, en la administración de Andrés Pastrana, no conocían la historia de la guerra y la violencia que azotaba al país.
De aquí se desprendió su discurso sobre la importancia de conocer y entender la historia del país para lograr una paz efectiva.
Tomando su experiencia como vicepresidente de Pastrana entre 1998 y 2002, Bell enfatizó en las situaciones que provocaron que el proceso de aquella época fracasara.
Y como la historia hay que conocerla para no repetirla, estas mismas situaciones sirvieron como base para que el nuevo proceso de paz no terminara en los mismos términos que los anteriores.
Un ejemplo de lo anterior fue la decisión de realizar los diálogos de paz en La Habana, Cuba, para tratar de ambientar cierta neutralidad. Por otra parte, la decisión de renovar los acuerdos tras la votación del plebiscito de manera que se ajustaran a lo que ambas partes esperaban, fue también crucial para que se continuara con el proceso.
Frente al periodismo, un punto central de la conversación fue el tratamiento de la información y la importancia de sobreponer la veracidad sobre el afán de la primicia.
Durante el proceso de paz en La Habana, la información que se llevaba a los colombianos fue decadente y a veces incoherente con la realidad.
Los medios jugaron un papel trascendental en la desinformación y la tergiversación que más tarde afectaría la votación en el plebiscito por la paz.
El papel de los medios también se vio reflejado en la manera cómo lograron que la atención se enfocara en otros hechos que no tenían tanta importancia nacional como sí la tenían las integraciones y actos de perdón por parte de los guerrilleros a las víctimas.
Para finalizar, Bell recordó nuevamente lo enunciado al principio: “Estudiar la historia”.
Estudiar lo que hemos vivido para decidir correctamente frente a este proceso, que aún después de firmado todavía tiende a tambalear.