Por Adriana Lucía Liñán Parada.
Juan Diego Alvira Cortés es un periodista de vocación. El Punto logró conseguir la entrevista antes de su salida de Noticias Caracol.
Con tan solo una entrevista virtual pude percibir que es amable, elocuente, formal y apasionado por su profesión. El día de la entrevista empecé a verlo desde la primera emisión de Noticias Caracol a las 5:30 de la mañana. Llevaba su traje bien puesto, una corbata morada y su cabello bien peinado. A las 9:10 de la mañana, la hora de la entrevista, estaba sin corbata, con su cabello todavía arreglado y con el traje más suelto. Esto me permitió inferir que era un espacio más cómodo y menos rígido para conversar. Después de la presentación y el saludo, me respondió muy amablemente con una sonrisa. Era para mí una entrevista anhelada (aunque no se lo hice saber).
¿No le estamos interrumpiendo la hora del desayuno?
(Se echó a reír)
Juan Diego: “Sí, pero siempre presto a colaborar y a apoyar a los jóvenes y futuros colegas”.
¿A qué hora se despertó hoy para salir a trabajar?
J. D.: “Me levanté a las 3:45 minutos de la mañana. La verdad es por lo general el horario que tengo de comenzar la jornada, planearlo todo, venir al noticiero para estar al aire a las 5:30”.
En ese momento dimensioné el cansancio que esa rutina debe producir. Aunque él lo hacía parecer normal. Sin embargo, en una entrevista en 2017 para el programa Confesiones, Alvira afirmó que uno de sus mayores problemas es poder dormir temprano, no logra conciliar el sueño, sino es a partir de las 10, 11 de la noche. Me pareció interesante cómo una persona como él, que necesita descansar bien debido a su trabajo, logra levantarse temprano y estar perfecto para una emisión en vivo todos los días de la semana.
¿Todavía le cuesta acostarse temprano y sigue poniendo 10 alarmas para despertarse o ya no?
J. D.: “Todavía, todavía… pero he mejorado un poco el proceso. He tratado de ser más juicioso, he recurrido a 58.000 métodos y formas para dormirme temprano, porque ese ha sido mi grave problema. No es que sea flojo para madrugar, sino que soy malo para dormirme temprano. Obviamente, entre menos horas se duerme, se nota el cansancio, la irascibilidad y muchos comportamientos que probablemente, no el lunes ni el martes, pero sí empiezan a aflorar a mitad o a final de semana. Ahí vamos mejorando, todavía falta, pero ahí vamos mejorando muchísimo”.
Entonces, ¿qué aprovecha para hacer en sus tiempos libres en el noticiero? Por ejemplo en estos momentos ¿qué estaría haciendo?
J. D.: “Yo entro a las 4:30 de la mañana, yo siempre trato de llegar muy dateado. Por supuesto, las cosas y los hechos que pasan en la madrugada mientras uno duerme, los actualizo, los repaso con el director del noticiero, con los otros compañeros y me siento en la medida de lo posible con los dos periódicos leídos, El Tiempo y El Espectador. Chequeando también muchas cosas internacionales y arrancamos el noticiero hasta las 9. Después de eso lo que sucede es que a mí me gusta mucho la reportería, la calle, el contacto con la gente y fácilmente puedo terminar en la emisión de noticias e irme a grabar, a hacer entrevistas, a hacer trabajo de campo, que me puede tomar hasta la 1, 2, 3 de la tarde, dependiendo del tema”.
Usted es periodista de la Universidad Jorge Tadeo Lozano y abogado de la Universidad La Gran Colombia, ¿qué lo llevó a estudiar estas dos carreras? ¿Por qué finalmente decidió desempeñarse como periodista, luego como presentador, y no como abogado?
J. D.: “Pues la verdad es que yo soy más periodista que abogado. Estudié Comunicación Social y Periodismo, y empecé a trabajar como reportero en el diario El Espectador. Luego salté a CityTv y resulta que yo empecé a trabajar los fines de semana de miércoles a domingo, entonces me quedaba mayor disponibilidad de tiempo entre semana y allí conocí al decano de la facultad de derecho de La Gran Colombia. Le comenté que a mí me gustaba el derecho y que me gustaba, porque creí siempre que era importante para darle bagaje a un periodista; conocimiento de la política, del Estado, de su funcionamiento, y que eso es un gran complemento del ejercicio periodístico. Entonces nunca he ejercido el Derecho, porque ya yo trabajaba como periodista y nunca tuve el tiempo, pero sí sentí que me aportó muchísimo en mi formación como persona, como profesional y como periodista”.
El reportaje es sin lugar a dudas el campo en que mejor se desenvuelve Juan Diego. Ha creado sesiones como El Periodista Soy Yo, El Ojo De Juan Diego, Al Tablero con Juan Diego Alvira, entre muchas otras, que reflejan su sello como reportero. Recientemente, en la versión número 24 de los premios de periodismo Álvaro Gómez Hurtado (2022), recibió uno de los máximos galardones en la categoría Trayectoria e innovación en su ejercicio periodístico, y en su discurso de agradecimiento mencionó que muchos periodistas en las regiones presentan retos diariamente debido a las circunstancias sociales. “A veces muchos colegas se ven coaccionados por las armas, por la violencia e inclusive por la situación económica y aun así salen a contar las cosas”, afirmó Alvira.






Según el contexto social, es diferente ejercer el periodismo. ¿Cuál es el mayor reto que usted ha enfrentado como reportero?
J. D.: “Digamos que uno de los principales, aparte de preservar los paradigmas propios del ejercicio periodístico, creo que hoy por hoy los periodistas también necesitan ser innovadores y creativos. Deben preocuparse muchísimo por cautivar nuevas audiencias, porque estos medios tradicionales han perdido contundencia, fuerza y espacio en la competitividad que hay con el mundo digital. Entonces eso nos ha obligado a reinventarnos, a tener nuevos formatos, a romperle un poco el pescuezo a esa manera tradicional y a veces un poco paquidérmica de hacer el ejercicio periodístico”.
Hablando de romper esa manera tradicional, usted ha incursionado en todas las redes sociales (Tik tok, Youtube, Instagram, Twitter) y siempre tiene una excelente acogida de la gente, ¿cómo ha sido ese cambio de formato y cuáles son las estrategias para lograr una gran acogida por parte de la audiencia?
J. D.: “Pues yo creo que en ese mundo digital y de redes sociales, honestamente, soy muy novato y estoy aprendiendo, pero creo que me la he tratado de jugar con el riesgo, rompiendo un poco esos paradigmas del tradicionalismo. También pienso que lo más importante es preservar la esencia de hacer las cosas poniéndose en los zapatos del ciudadano de pie. Esa ha sido como una de las principales filosofías de la manera en la que yo ejerzo el periodismo.
Es el contacto también que tengo, además, fresco, espontáneo, rompiendo el molde, que es parte de lo que hago en un medio como Caracol. Donde al comienzo choqué mucho, porque aquí hay unos parámetros muy predefinidos y no es fácil que uno llegue a modificarlos así de la nada. Aun cuando yo era consciente de que me traían en parte también por mi estilo diferente, mucho más fresco y digamos que menos cuadriculado”.
Desde la universidad empezó a trabajar como periodista y presentador. Luego, su primer contrato fue con el diario El Espectador, allí empezó trabajando en el área de tecnología. En el año 2000, ingresó como presentador en el noticiero City Noticias en Citytv. Finalmente, en febrero de 2011 ingresó a Noticias Caracol de Caracol Televisión, como presentador de noticias en la franja de los fines de semana. Actualmente, sigue en este noticiero, pero en las emisiones de la mañana.
“DECIR QUE NOTICIAS CARACOL ES UN MEDIO PARCIALIZADO ES INJUSTO”
Juan Diego ALVIRA
Usted trabaja en un medio cuyo dueño es uno de los grupos empresariales más poderosos del país, ¿qué tan difícil es aplicar la imparcialidad cuando se tocan temas que afecten a ese conglomerado?
J. D.: “No voy a desconocer que, el que un medio como este pertenezca a un grupo económico, pues, evidentemente hay unos intereses muy fuertes por encima de lo que podría decirse es el enfoque periodístico y noticioso, pero siempre ha existido respeto por la posición editorial y por la posición periodística.
Te lo digo con toda la franqueza del mundo, claro que hay debates, como en cualquier sala de redacción donde hay diferentes puntos de vista y se definen una serie de directrices para desarrollar informes periodísticos, pero siempre ceñidos por la veracidad, por el respeto de la pluralidad de fuentes, y diferentes puntos de vista. Decir que Noticias Caracol es un medio parcializado, es injusto, porque de verdad que ese ha sido casi que un postulado, una premisa de siempre, desde la dirección hasta los dueños del canal”.
¿Qué es lo que lo mueve o motiva a seguir en el medio? Claro, todavía es joven y le falta mucho por recorrer, pero, ¿sigue teniendo la misma motivación que cuando empezó?
J. D.: “Pues la verdad yo descubrí una vocación: la de contar historias. Entonces creo que esa parte a mí siempre me ha movido mucho. Hacer periodismo de servicio social, comunitario, que cuestione, que ponga en tela de juicio las decisiones arbitrarias y la negligencia, muchas veces de nuestros funcionarios y dirigentes públicos. De hecho, yo terminé siendo presentador de noticias casi que por accidente, aun cuando me encanta ser presentador de noticias, pero sin dejar de lado siempre la necesidad de estar haciendo reportería. Creo yo que hacer reportajes es el insumo ideal de cualquier periodista”.
Lo dijo con una pasión indescriptible. Juan Diego Alvira sin duda alguna ama lo que hace. Se expresó de la misma manera en que lo hacía Gabriel García Márquez sobre el periodismo y su vocación.
¿Qué opina de que usualmente algunos sectores no reconozcan al presentador como periodista?
J. D.: “Es muy buen punto ese. Creo que hace parte de una escuela que viene de vieja grata. Resulta que, especialmente cuando no existían muchos los canales, sino las programadoras de televisión y había infinidad de noticieros en diferentes horarios y días, hubo muchísima preocupación por poner a dar las noticias a personas que tuvieran de pronto un buen registro. Ese era el casting, no exigiendo que tú fueras periodista y reportero, sino que fueras alguien que tuviera y cubriera ciertos estereotipos estéticos, pero no de fondo.
Sin embargo, eso ha ido cambiando mucho y creo que es la nueva tendencia. Pienso que, todavía estamos en proceso de lograr la reivindicación del presentador de noticias de la que tanto hablamos. Es más, el presentador de noticias debería ser alguien inclusive que definiera contenidos y tuviera un estatus mucho más hondo y profundo en la elaboración de los contenidos”.
A propósito de la reivindicación del periodista, ¿qué piensa sobre el rumbo del periodismo actual y qué mensaje o recomendaciones nos puede dar a nosotros los periodistas en formación?
J. D.: “Pienso que el periodismo hoy más que nunca debe aferrarse a lo que hace que el periodismo sea periodismo, es decir, la imparcialidad, la rigurosidad, la presentación de información veraz y consultar muchas fuentes. También, donde no se politice el periodismo. Esto es uno de lo errores en los que han incurrido muchos colegas. Es clave no dejarse intoxicar de eso, no contaminarse.
Los políticos nos manipulan y sobre todo nosotros mismos ayudamos por herramientas como las redes sociales. Tú puedes coger un martillo y decidir si lo usas para clavar una puntilla o si lo usas para pegarle a alguien en la cabeza, y sabemos perfectamente cuál es la función y la labor que se debe hacer con un objeto como ese. Lo mismo ocurre con las redes sociales y lo mismo ocurre con quienes somos hoy periodistas. Resulta que hoy hay muchos “pseudoperiodistas” que están circulando por las redes y que se han ganado cierta popularidad dándoselas de periodistas. Realmente no cumplen una labor investigativa, rigurosa y aun así obtienen 1.000, 50.000, 30.000 likes.
Pienso que hacia allá es donde debemos apuntar. Sobre todo las nuevas generaciones, sea donde quiera que estén, en medios tradicionales o en medios digitales, tener muy claro cuáles son los elementos fundamentales del ejercicio periodístico. Lo más importante es apuntarle a la locura de amar esto con pasión, con entrega, con compromiso y con sacrificio. Para poder derribar los obstáculos cuando traten de meterse en este mundo que tiene grandes satisfacciones, pero también grandes desafíos. Los periodistas nos equivocamos, pero, que cuando eso ocurra tengamos la humildad de rectificar y de corregirlo, dejando a un lado tanta soberbia y arrogancia que ha hecho que se le haga tanto daño al ejercicio periodístico”.
Absolutamente. Muchas gracias por su tiempo, Juan Diego.
J. D.: “Gracias a ti. Cuídate”.
*Ejercicio desarrollado en la clase de Periodismo III, que coordina la profesora Johamna Muñoz Lalinde.