Por: Redacción El Punto
El Ministerio de Salud emitió los lineamientos para que las entidades del sector sepan a quiénes y en qué circunstancias se deben practicar pruebas. En ese sentido, las pruebas diagnósticas para los pacientes deben ser practicadas por las EPS y en el caso de los trabajadores de la salud, debe ser costeado por la administradora de riesgos laborales (ARL).
“Contamos con dos tipos de pruebas para el diagnóstico: las PCR (también llamadas moleculares) y las pruebas rápidas (también conocidas como pruebas serológicas)”, explicó el ministro Ruiz Gómez.
Las PCR, explicó el ministro, tienen alta sensibilidad. Esto significa que la gran mayoría de las veces aciertan en el diagnóstico. La desventaja es que deben ser procesadas en laboratorio, y esto toma varias horas.
Estas se aplicarán en ámbitos hospitalarios y a las personas con sospecha de COVID-19 que se encuentren en urgencias u hospitalizadas. También a personas con quienes tengan factores de riesgo como: trabajadores de la salud que han tenido contacto con casos sospechosos o confirmados de COVID-19, adultos mayores de 70 años o de cualquier edad si tienen comorbilidades y presentan síntomas, y persona que haya tenido contacto estrecho con un caso confirmado y que tenga factores de riesgo.
“Las pruebas rápidas tienen menos sensibilidad, pero pueden ser tomadas en cualquier lugar y arrojan resultados en menos de 20 minutos”, señaló el ministro. Deben tomarse 10 días después del inicio de síntomas y están dirigidas a personas con síntomas leves o que tuvieron contacto estrecho (menos de 2 metros durante 15 minutos) con un caso confirmado.