Jaime Manrique, escritor barranquillero residente en Nueva York, llegó a la Universidad del Norte para sostener un conversatorio en el marco del Xll Carnaval de las Artes.
Por: Daniela García
El día 25 de febrero a las 3:00 de la tarde, las instalaciones de la Universidad de Norte fueron el escenario en el cual se desarrolló un conversatorio con el escritor barranquillero Jaime Manrique, en el marco de la 12º versión del Carnaval de las artes. Los moderadores del evento fueron los periodistas Juan Pablo Ferro y Johamna Muñoz, ambos docentes del mencionado plantel educativo.
Jaime Manrique tiene 68 año y escribe hace más de 50. El interés por la escritura y la lectura iniciaron cuando desde muy niño iba a las casas de sus vecinos del barrio Boston, donde se crió, y les pedía libros prestados en los cuales incluye la colección “Los grandes clásicos de la literatura universal”, un recuento de libros escritos desde el antiguo Egipto hasta la literatura del siglo XX.
Durante el conversatorio, Manrique respondió preguntas a los asistentes sobre su trayectoria entre las que confiesa que fue su homosexualidad, la que a temprana edad lo sumergió en la escritura, pues veía en esta la posibilidad de hacer catarsis de lo que se sentía ser homosexual ante una sociedad que en ese entonces no comprendía asuntos de esta índole, o cómo él afirma “escribía para salvarme la vida”.
Hace más de 30 años que no vive en Barranquilla, trabaja como docente en Nueva York, lugar donde reside y escribe sus libros. Entre sus publicaciones más notorias están los libros Los adoradores de la Luna (1976), Mi noche con Federico García Lorca (1995), El cadáver de papá (1978) y otros en habla inglesa como Latin Moon in Manhattan (1992.
Manrique confesó que al principio en sus escritos tenían un tinte autobiográfico donde plasmaba sus vivencias y sus primeros amores, pero “ se aburrió” de sí mismo, por lo que ahora siente una inclinación a contar la realidad que ha sido fundamental en la parte más reciente de su vida.
Poco o nada le gusta viajar, pero llegó a su natal Barranquilla hace algunos años para celebrar el último carnaval de su madre, quién pidió como último deseo disfrutar del Carnaval de Barranquilla a sus 82 años. Vuelve más tarde como invitado del Carnaval de las Artes y a promocionar su libro “Como esta tarde para siempre”, donde narra la historia de dos sacerdotes colombianos que perdieron la vida en extrañas circunstancias.
El conversatorio culminó con preguntas del público presente, entre los cuales se encontraban estudiantes de Comunicación Social y periodismo, a los cuáles les dejó por consejo “valorar su propia voz”, entenderla como única y fundamental para la construcción del ser, y que aportase algo a la sociedad que les rodea.
