Por Juan Roa De Ávila
La quinta versión de los Premios Ernesto McCausland Sojo-Promigas a mejor crónica del Carnaval de Barranquilla dejó a José Caparroso Vargas como ganador en la categoría Nuevos Cronistas con el trabajo “¿Quién es ‘Joselito’, el muerto que Barranquilla llora en su Carnaval?”, publicado el pasado mes de febrero por el periódico El Tiempo.
Este joven periodista nació hace 20 años en Barranquilla y actualmente cursa su último semestre de prácticas como estudiante del programa de Comunicación Social y Periodismo de la universidad del Norte, integrando la Escuela de Periodismo Multimedia de ese mismo medio de comunicación en Bogotá.
Quien en su niñez tomara parte en semilleros de El Heraldo, Voz Infantil, Hola Juventud y también pasara por la formación de esta escuela periodística, conversó con El PUNTO acerca de los detalles que presagiaron la realización de su trabajo y los momentos que marcaron la partida para llevarse el reconocimiento.
P. ¿Cómo nace la idea de realizar este trabajo?
R. Nació porque estando en Bogotá, en plena temporada de precarnaval, mucha gente me hacía preguntas sobre el Carnaval de Barranquilla. Yo contestaba de más, pues las manifestaciones del Carnaval me han gustado desde siempre. Hice un diplomado en Carnaval, Arte y Patrimonio, y participé en el proceso del Plan Especial de Salvaguardia. En ese momento la última ráfaga de preguntas fue: ¿Quién es ‘Joselito’?, y decidí contestarla con este trabajo.
P. Consigues este premio hablando sobre ‘Joselito Carnaval’, un personaje sobre el cual se ha investigado mucho. ¿Qué tanto pudo haber influido el hecho de que no estuvieras en Barranquilla para motivarte y darle esa tonalidad al texto?
R. Influyó bastante. De pronto estando en Barranquilla hubiera realizado un perfil de algún personaje del Carnaval, como lo había hecho en años anteriores. Pero esta vez hice una caracterización global, pensada en un lenguaje sencillo y que respondiera a las necesidades del mundo digital para explicarle al mundo uno de nuestros símbolos representativos.
P. ¿Por qué decidiste realizarlo en formato escrito y no en audiovisual?
R. Tenía una ventaja, y era poder adelantar mucho a distancia. El año pasado, también en época de Carnaval, hice una crónica audiovisual sobre la Reina de Reinas para un especial del equipo de UNI5TV. Fue una experiencia increíble la producción, la reportería y la edición, pero era necesario que estuviera allí durante todas las etapas del trabajo.
P. Entre investigación y redacción, ¿cuánto tiempo te tomaste elaborándolo?
R. Si bien la idea la iba desarrollando en varias semanas, fue en la última semana de precarnaval en la que pude concretar el fuerte de la investigación, la construcción de la narrativa, los elementos interactivos y finalmente la publicación.
P. ¿Qué otras personas participaron en la realización?
R. Aparte de las personas consultadas, yo me encargué de todo.
P. Desde lo periodístico, ¿qué crees que tuvo tu trabajo que no tuvieron los demás de la categoría para merecer el premio?
R. Creo que la calidad de todos fue alta. Cuando yo había participado y no había ganado, también me hacía esa pregunta. A la final, uno no hace estos trabajos para ganar premios, sino para contar las historias. Esta vez creo que tuve como un plus elementos que responden a las necesidades del mundo digital como el contenido interactivo.
P. ¿Habías participado en ediciones anteriores de la convocatoria?
R. Sí. El año pasado concursé con un perfil que le hice al Charles Chaplin del Carnaval de Barranquilla. Ese trabajo me tomó más tiempo, porque un perfil implica tener que visitar muchas veces al personaje, e incluso, en este caso, ver cómo lo recibían en la Vía 40. Sin embargo, en esa ocasión resultó ganador ‘El Carnaval del Buen Pastor’, de Laly Malagón, un logro que me hizo sentir muy orgulloso.
P. ¿Qué viene para José Caparroso luego de este reconocimiento?
R. Seguir trabajando en lo que me gusta. Ojalá esta sea una puerta de entrada para seguir contando historias del Caribe. Me considero un ciudadano global, pero tengo claro que reconocer mi identidad e idiosincracia me hace aún más global.
José Caparroso recibiendo el Premio Ernesto McCausland Sojo a mejor crónica del Carnaval de Barranquilla en la categoría Nuevos Cronistas. A su lado, Antonio Celia, presidente de Promigas, y el sociólogo Edgar Rey Sinning.
P. De todo lo aprendido durante todos estos años en la Universidad del Norte y en el programa de Comunicación Social, ¿cuál crees que ha sido la lección más valiosa que consideras ha influido no solo para quedarte con este premio, sino también para seguir creciendo en tu carrera profesional, que apenas comienza?
R. Son muchas. Una de ellas es que no hay que esperar a tener un diploma para empezar a tener una carrera. Le atribuyo a la Universidad del Norte la formación integral que nos dan. Luego de interactuar con amigos de otras universidades del país, he concluido que desde el programa de Comunicación Social nos brindan bases en muchas áreas para formarnos como profesionales integrales. Cuando hay personas que dicen que las carreras de Periodismo no deberían existir, que solo deberían ser postgrados, pues bueno, Uninorte es la demostración de por qué sí vale la pena tener un pregrado. Porque el periodista de hoy debe ser multimedia y convergente.
P. ¿Qué mensaje le envías a todos tus compañeros del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte, que trabajan y sueñan por y para llegar a obtener este tipo de reconocimientos?
R. Que sueñen y vivan para contar historias, no para obtener galardones. Que se atrevan a descubrir lo mucho que hay por contar. Yo recuerdo que, en alguna oportunidad, la profesora Rosario Borrero, en una clase de periodismo, nos pidió una crónica de Carnaval, y yo le llegué con dos crónicas y un perfil. Lo anterior no lo digo de forma egocéntrica, al contrario, lo hago para enviar un mensaje de pasión. Por eso aplaudo que se fortalezcan espacios como EL PUNTO y UNI5TV, porque ahí nos dan la oportunidad de hacer las cosas porque nos gustan y no por una nota. No esperen a que los profesores les pongan trabajos. Piensen constantemente en su mente qué se puede contar… y si llegan premios, ¡bienvenidos!
