Por Juan Roa De Ávila
La guerrilla de las Farc completó hoy, en un día histórico para Colombia, la entrega del último 30 por ciento de las armas en su poder a una misión de la ONU, prevista en el marco de los acuerdos de paz pactados entre el gobierno colombiano y ese grupo subversivo en La Habana.
A través de una ceremonia encabezada por el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño Echeverry, alias ‘Timochenko’, y Jean Arnault, jefe de la misión de la ONU en Colombia, el grupo insurgente entregó hacia las 11 de la mañana de este martes en la zona veredal del municipio de Mesetas (Meta) la totalidad del armamento que reposaba en sus filas.
El mismo Jean Arnault, en su intervención, indicó que el proceso de dejación acabó con la existencia de las Farc como grupo ilegal armado y su reinserción abre una puerta para la construcción de una “paz generosa que brinde garantías políticas” a los ahora reintegrados a la vida civil.
“Reconocemos la importancia de la resolución pacífica del conflicto en Colombia. El acuerdo del cese al fuego ha contribuido al descenso de la violencia. Consideramos que el compromiso de las Farc ha sido honrado y que de aquí en adelante la nación de Colombia construirá un nuevo país con esperanza hacia el futuro”, dijo en el acto el líder de la misión.
El jefe de la misión de verificación también afirmó que en todo el proceso se entregaron un total de 7.132 armas individuales y que, a la par de los pasos que ahora le resta a esa guerrilla para convertirse en un movimiento político, “el éxito del proceso de paz estará en proteger a las generaciones futuras” con la veracidad que dentro de la misión se revisarán otras 942 caletas y más de 700 armas que serán puestas a disposición para dar seguridad a los 26 campamentos que registran hoy como veredales.
Durante el acto simbólico también intervino Timoleón Jiménez, máximo jefe de esa organización guerrillera, quien ratificó la voluntad del grupo guerrillero de participar para defender sus ideales por la vía política. “Cumplimos. Hoy dejamos las armas. El Estado nos ofreció un pacto para construir y estamos listos para seguir ese camino. Adiós a las armas, adiós a la guerra, bienvenida la paz”, precisó Londoño.
Entre tanto, el presidente Juan Manuel Santos declaró que la paz en Colombia es “real e irreversible”, al tiempo que enmarcó la importancia de dar por terminado el desarme de la guerrilla más antigua de sudamericana y del mundo.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, hoy empezamos a construir una nueva Colombia, lejos de las armas y lejos de la violencia y cerca de la reconciliación y el perdón. Al depositar las armas en los contenedores de las Naciones Unidas, los colombianos podemos decirle al mundo entero que nuestra paz es real e irreversible”, declaró el jefe de Estado.
Lo que viene para las Farc
La dejación total de las armas es quizá uno de los puntos centrales de la implementación práctica de los acuerdos de paz pactados con las Farc. Sin armas, el grupo insurgente ahora empieza un nuevo proceso para la creación de un partido político que le permita transitar de la vida armada a la vida civil.
A más tardar el 1 de septiembre la ONU tiene previsto extraer todo el armamento que hoy reposa en las más de 900 caletas distribuidas a lo largo y ancho de la geografía nacional, el cual será destruido en su totalidad. Así mismo, los recursos que se generen por los bienes de esa guerrilla serán destinados a la reparación de las víctimas.
Así mismo, se prevé que las armas de las Farc se fundan en los próximos meses y se utilicen para elaborar tres monumentos que serán colocados en la sede de la ONU en Nueva York, Cuba y Colombia. Atrás, entonces, quedará un conflicto interno que le ha dejado al país una cifra cercana a los 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y más 7 millones de desaparecidos por desplazamiento forzoso.
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