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Por: Juan José Cepeda

En el año 2059 la corrupción en Colombia ha derrocado totalmente a las leyes y la lucha diaria se ha convertido en cómo sobrevivir un día más. Un decreto en el 2025, fue el que provocó todo este caos en el país. El presidente en ese entonces era Ismael Uribe Santos el cual abaló una decisión para el libre uso de las armas en Colombia – “Para salvaguardar la paz y la tranquilidad de todos los Colombianos hemos llegado al consenso de permitir el libre uso de las armas, bajo el decreto…”, no tiene caso seguir leyendo el decreto, cuando todos sabemos que hasta aquí fue una muy mala idea, casi que absurda e impensable, hasta que el híbrido, entre dos familias de expresidentes de Colombia – y no de las buenas – se le ocurrió esta brillante idea, entregar al país en bandeja de plata para los diferentes grupos armados. Esta era la sentencia de una nueva revolución. Y así fue; las clases para defensa personal y manejo de armas de altos calibres fueron en aumento, mientras que la educación y la salud tomaron otro rumbo muy distinto, ahora la especialidad en medicina era suturar y curar heridas de armas, y en la educación los libros de literatura fueron cambiados por títulos tales como: “el arte de las armas”, “Las armas como mecanismo de defensa”, “Nuestra liberación armada”.

No podías confiar en nadie y nadie confiaba en ti, y si confiabas era muy probable que te mataran sin temor alguno, todo se resolvía por la ley de las armas, y esto lo vivió en carne propia el expresidente Ismael Uribe Santos, el cual dos años después de que este decreto saliera a la luz pública, fue asesinado por una banda criminal. Nadie dijo nada, al parecer todos estaban de acuerdo a que tal acto sucediera, porque pensaban que con la muerte de Uribe Santos el país volvería a la normalidad, pero no, lo que paso después con la presidencia y todo el estado colombiano fue que los exparamilitares y grupos al margen de la ley tomaron las riendas de estos puestos, creando leyes aún más absurdas y descabelladas, ocasionando el deterioro y el total olvido de los entes de control, los cuales tomaron la decisión de desaparecer a Colombia del mapa y encerrarla para que personas de este país no puedan salir de ahí.

En este mundo solo un oficio pudo mantenerse vigente, se había vuelto mucho más común de lo que era en tiempos de Pablo Escobar, bien pagado y no tenías nada que perder, el sicariato, y si ya la vida para las personas de este tiempo no tenía sentido.  era uno de los más grandes asesinos de Colombia, había desarrollado una tecnología que involucraba armas y celulares, consistía en aplicaciones para celulares que escondían armas en tiempo real, es decir las armas no eran detectadas por ningún dispositivo, por lo que Eliecer siempre pasaba desapercibido, además usaba una técnica de camuflaje, por lo cual le llamaban Mil caras.

 

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