Foto tomada de: El Espectador
Los hechos ocurrieron en la tarde del miércoles
Tal y como ha pasado en otras partes del mundo, en Colombia unos integrantes de la tribu Misak tumbaron la estatua del conquistador español, Sebastián de Belalcázar. En Inglaterra ocurrió un caso similar con la estatua de Edward Colston en Bristol, Inglaterra. En EE.UU ocurrió lo mismo con estatuas de Cristóbal Colón, Jefferson Davis y el rey Leopoldo II de Bélgica, este último acusado de desencadenar un genocidio en el Congo.
Los hechos en Popayán se presentaron en horas de la tarde, cuando en presencia de la policía los integrantes de la tribu Misak con cuerdas comenzaron a tumbar el monumento a Belalcázar que estaba mirando hacia la ciudad. Así como muchos mostraron su apoyo, otros mostraron rechazo ante la caída del monumento. Algunas de las reacciones en redes fueron:
Indígenas que destruyen la estatua de Sebastián de Belalcázar.. frente a la policía. Y qué tal la celebración frente a la destrucción. Qué clase de protesta es esta. pic.twitter.com/kc4YORBQX1
— Vicky Dávila (@VickyDavilaH) September 16, 2020
Esta reacción adversa de la periodista Vicky Dávila es una de las tantas que hubo, hace una crítica a estas formas de protesta que comenzaron a presentarse tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía hace algunos meses en Minneapolis. por otro lado, la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social MAIS, Martha Peralta Epieyú, mostró su apoyo hacia la protesta a través del siguiente trino:
Nuestro Pueblo Indígena Misak se moviliza y derriba en Popayán la estatua de Sebastián de Belalcázar.
Su forma de reinvidicar la memoria de ancestros asesinados y esclavizados por las élites.
En señal de protesta por la crisis.Atentos, hace presencia el Esmad. pic.twitter.com/qub20hKW4G
— Martha Peralta Epieyú (@marthaperaltae) September 16, 2020
Estas protestas se han sumado al debate mundial sobre el papel del imperialismo y la trata de esclavos como legado histórico, el alcalde de Popayán, Juan Carlos López Castrillón, mostró su rechazo ante los hechos y expresó la intención de restaurar la estatua, el ministerio de cultura también se pronunció en contra de la caída de la estatua que estaba ubicada en el Morro de Tulcán, principal sitio arqueológico de Popayán.