Los diálogos de paz entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano siguen en Cuba. Con esta nueva sede en La Habana continúa el quinto ciclo del proceso, inevitablemente permeado por un contexto electoral, el asesinato de líderes sociales y el incremento de los combates entre actores armados en algunas regiones del país.
La decisión de retomar el proceso de paz en La Habana fue anunciada este mismo sábado en un breve comunicado conjunto, firmado por los equipos negociadores del Gobierno y el grupo insurgente.
Ambas partes acordaron continuar en la capital cubana tras examinar de forma conjunta las opciones para poder volver a las negociaciones “lo más pronto posible”.
Esta etapa será contrarreloj porque está planteándose la posibilidad de un cese bilateral del fuego y de hostilidades que entraría a regir antes de la primera vuelta presidencial, es decir, antes del 27 de mayo. Tres semanas restan para llegar a un mejor cese que el que hubo el año pasado.
La Habana se convirtió en la nueva sede de las negociaciones de paz entre este grupo insurgente y el gobierno de Juan Manuel Santos, luego de que Ecuador anunciara que se retiraba como garante y anfitrión del mismo por los diferentes hechos de violencia producidos en la frontera colombo-ecuatoriana, en especial, el asesinato de tres periodistas del diario El Comercio de ese país vecino.
*Bienvenido el traslado de la mesa de negociaciones a La Habana. Allí tendrán los negociadores calma, apoyo, brisa marina y mucha – pero mucha – experiencia para ayudarlos
— Ernesto Samper P. (@ernestosamperp) May 8, 2018
El pasado 18 de abril el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció la suspensión: “Le he solicitado a la canciller de Ecuador que frene esas conversaciones y que frene nuestra condición de garantes de ese proceso de paz, mientras el Eln no se comprometa a dejar de realizar esas actividades terroristas”.
Foto: @ELN_Paz
