El reconocimiento se da en el marco de la implementación del nuevo modelo sanitario con enfoque de riesgo, durante el III encuentro nacional de Autoridades Sanitarias de Alimentos y Bebidas, en Bogotá.
Durante el año 2018, más de 2.500 establecimientos en el Atlántico fueron visitados como parte del programa de inspección, vigilancia y control de alimentos y bebidas por parte de la Gobernación.
Dicho programa, cuya finalizar era garantizar la calidad y prevenir la ocurrencia de afectaciones a la salud de los consumidores, obtuvo el reconocimiento del Invima en el marco de la implementación del nuevo modelo sanitario con enfoque de riesgo, durante el tercer encuentro nacional de Autoridades Sanitarias de Alimentos y Bebidas.
La subsecretaria de Salud Pública departamental, Arilis Ruiz, explicó que el Invima “realizó una auditoría al programa de alimentos y bebidas respecto a la implementación de los lineamientos técnicos aplicados”.
Allí el programa logró una alta calificación, obteniendo el reconocimiento de la entidad nacional como ejemplo de aplicación del modelo de inspección, vigilancia y control a los establecimientos que se dedican a la preparación, almacenamiento, expendio y distribución de alimentos y bebidas en el departamento.
Por normatividad nacional, las dependencias de salud de cada departamento deben hacer seguimiento a todos los alimentos y productos en dichos establecimientos.
Según la funcionaria Ruiz, “el objetivo final es que el consumidor esté tranquilo respecto a la calidad de los alimentos que consume en restaurantes, tiendas, establecimientos de comidas rápidas, comedores escolares, panaderías, hogares comunitarios, y otros sitios similares”.
¿Cómo se realizan estos seguimientos?
Según Viviana Escorcia, médico veterinario y zootecnista del programa de la Gobernación del Atlántico, se programan visitas técnicas a los sitios que se van a inspeccionar, para comprobar que los alimentos no vayan a afectar la salud de los consumidores.
“En ellas se vigila el cumplimiento de los estándares de calidad e inocuidad de los alimentos, al igual que cómo puede afectar la salud de los consumidores el uso de los servicios de alimentación de dicho establecimiento”, explicó la profesional.
Escorcia asegura que el equipo que realiza las visitas está altamente capacitado, que han recibido capacitaciones por parte del Sena obtieniendo dos certificaciones en competencias laborales luego de aprobar las evaluaciones.
Así mismo, agregó que todas las visitas efectuadas en los últimos años se ha evidenciado un avance significativo en el cumplimiento de la normatividad por parte de los establecimientos.
“Muchos usan la vestimenta apropiada como manipuladores de alimentos, conocen la terminología de los procesos y tiene un mayor compromiso con la calidad e inocuidad de los alimentos y bebidas”, expresó.
Un nuevo enfoque en los programas
La salud de los consumidores colombianos se ha visto seriamente amenazada con eventos que comprometen la inocuidad (capacidad de hacer o no hacer daño) de los alimentos. Por eso, en Colombia se ha dado un nuevo enfoque en los programas estatales de control oficial de alimentos y bebidas, involucrando conceptos como ‘De la granja a la mesa’ y ‘Enfoque de Riesgo’.
El primero se refiere a proteger la salud del consumidor, incluso del fraude, así como la inocuidad de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria, mientras que el segundo se trata de mejoras y ajustes en los sistemas nacionales de control, basado en la reglamentación sanitaria con actividades de inspección, vigilancia y control con enfoque preventivo.