Junior superó a Independiente Medellín dos goles por cero y se coronó campeón de la Copa Águila 2017. La serie terminó a favor de los rojiblancos tres a uno. Los goles del partido fueron de Jarlan Barrera y Teófilo Gutiérrez.
Atlético Junior alcanzó una de las tres copas que disputa, la Copa Águila. Sin embargo para llegar hasta esta final tuvo que superar a rivales como Patriotas, Millonarios y Medellín, contrincantes difíciles que habían superado a otros grandes y que anhelaban ganar para disputar Copa Libertadores. Definitivamente este título, que no es el único que busca, es premio de un proyecto deportivo donde desde dirigencia, cuerpo técnico y jugadores se han comprometido.
El partido comienza con un Junior que toma la iniciativa de juego, ante un Medellín que lo esperó con cinco defensas en el fondo y tres volantes para marcar. El visitante vino a alargar el partido y tratar de ganarlo en los penales. Sin embargo Jarlan, a los 36 minutos del partido, clava un zapatazo al palo derecho del arquero David González. Si bien Junior dominaba las acciones, no lograba concretar por la férrea defensa del visitante. Ese gol de Barrera le dio un bálsamo a Junior le tranquilidad y confianza para saber que la responsabilidad ahora era de Medellín.
Ya para la segunda mitad el visitante se ve obligado a sacar un defensor y meter a Atuesta, jugador que ingresó y le dio un aire distinto al Medellín. Junior seguía intentando dominar el partido teniendo la pelota, aunque el Toloza y Leonardo Castro intentaron anotar para la visita; de hecho la más clara opción de ellos fue un tiro libre de Toloza que pegó casi en la base del palo derecho, aquel mismo en el cual antes había pasado la pelota de gol de Jarlan.
Los últimos quince o veinte minutos fueron de frenesí. El balón pasaba de un área a otra con mucha facilidad, sobretodo en los ataques de Junior, pues el Medellín se hallaba partido en la mitad de cancha intentando buscar de manera desesperada el gol que le permitiese empatar la serie. No obstante, el “poderoso de la montaña” no contaba con la astucia y la pegada de Teófilo Gutiérrez quien al minuto 88 lanza un balón dirigido a la base del poste izquierdo y que para el portero visitante sólo le queda acompañar con la mirada. Si algo faltaba para que se prendieron la fiesta en el “metro” era precisamente un gol del ídolo de la ciudad. Ya en el tiempo de reposición fue la antesala de lo que sería la celebración del pueblo barranquillero, niños saltando, familias abrazadas y llantos de alegría; algo que tanto quería la hinchada.
Definitivamente Junior fue un justo campeón, jugó un gran partido de ida y uno mejor en la vuelta, pero no sólo eso, es el premio a un trabajo bien hecho. Felicidades al Junior y su hinchada.