Por Violeta Díaz
“Si tuviera que describirme con una palabra, creo que sería apasionada porque me encanta lo que hago, desde muy pequeña lo descubrí y siento que la pasión me ha llevado a ser constante”. Así se define Karen Osorio, comunicadora social y periodista de la Universidad del Norte. Esta joven alegre y carismática ha dedicado 18 de sus escasos 28 años al mundo de la presentación. Su espontaneidad, talento y curiosidad la llevaron desde niña a construir su camino en los medios de comunicación.
Esta barranquillera por adopción y cartagenera de nacimiento siempre ha sentido un gran amor por el arte, por lo que a través de un casting a sus nueve años ingresó por primera vez a un grupo musical infantil. Allí cantaba, aunque entre risas comenta que no lo hacía muy bien. Con dicha agrupación participó en el programa Imitoladas Show dirigido por el humorista barranquillero, Moisés Imitola. A pesar de que en ese momento “lo suyo era el canto”, terminó en la presentación. “Hubo un problema con los presentadores y decidieron que yo tenía que presentar en cierto momento, yo estaba ahí por casualidad, ahora veo que no fue casualidad […] entonces fui la que hice la entrevista y me fue súper bien, me divertí y lo hice muy bien según lo que escuché”. Para ese momento aún no ganaba dinero, su satisfacción eran los aplausos del público y la emoción que le generaba hablar frente a la cámara.
Su talento ya no solo era reconocido por la audiencia, sino también por algunos productores que vieron en ella un gran potencial. Por esta razón, fue llamada para conducir “Contacto”, el famoso programa del canal regional Telecaribe en la sección de niños. “En Contacto estuve por muchísimos años y la verdad fue muy bueno”. Allí mismo obtuvo su primer salario de 600.000 pesos, cuenta Karen en medio de las carcajadas que la caracterizan. Pese a estar haciendo lo que amaba, no era fácil, pues además de estar en el programa, tenía que cumplir con sus deberes académicos. “No quería quedar mal en el colegio, no quería bajar el nivel que tenía, pero también tenía que trabajar, entonces yo iba al colegio, salía de ahí, almorzaba corriendo y luego, llegaba al canal a maquillarme y terminaba las grabaciones”, afirma.
A pesar del gran gusto por hablar y la espontaneidad de la joven, expresa que sus primeros días en el programa fueron complejos porque no tenía mucha experiencia. “No sabía cómo cogerle el ritmo, entonces fui poco a poco haciéndolo”, declara. El canal no le proveía un guion, así que además de presentar debía ingeniarse junto a su madre el contenido de la presentación. La improvisación fue el mejor método para que la joven presentadora sacara adelante la sección. Su madre le decía, “tú eres la encargada de enseñarle a los niños algo, entonces vamos a dejarles un mensaje, hablarles sobre los buenos modales, los derechos y deberes de los niños […¨] fue muy productivo en ese momento”, recuerda la hoy comunicadora social.
Más adelante llegó la propuesta de 4, 8 y 12, también en el canal regional y con otros personajes como Salomé Camargo, Cristina Amórtegui y Mafe Romero. En él trabajó por dos años. Al principio estaba indecisa si tomarlo o no. “Dudé mucho en hacerlo porque yo era la mayor entre los chicos que estaban ahí y yo decía “bueno, ¿otra vez a un programa de niños?, no sé”, cuenta Osorio. Al final vio en él una oportunidad de hacer algo diferente y poder enseñar, el sello personal de todos sus trabajos. Luego empezó a trabajar como presentadora en Pilla la nota, un programa juvenil que se transmitía por las tardes y con el cual obtuvo una nominación en los Premios tv y novelas. “Fue un momento cumbre en todo lo que he hecho en Telecaribe […] Si lo pudiese hacer de nuevo, lo haría”, declara.
En 2015 al terminar su carrera universitaria decidió renunciar a Telecaribe tras 14 años de trabajo e irse a Brasil por un corto tiempo como una forma de salir de su zona de confort, pero volvió al país y firmó un contrato con Caracol Internacional en El Trip, un programa de viaje, lo que para ella ha significado gran felicidad. “Presentar un programa de viaje, después de estar tantos años encerrada en un set es súper chévere. Nunca había salido del país entonces eso me permitió conocer otras perspectivas, saber que hay algo más allá”, comenta Karen con entusiasmo.
A lo largo de su carrera profesional siempre ha tenido muy claro que la fama no es su prioridad ni un anhelo, como muchas personalidades de este medio tan “complejo” desean. Más bien, todo lo que ha logrado desde su niñez ha estado impulsado por el gusto por lo que hace. Además, considera que un profesional primero debe destacar por su humildad y no por sus saberes, por ello, su lema es “cuando se prende la cámara pienso que soy la mejor, pero cuando se apaga pienso que hay alguien mejor que yo y eso siempre me hace mantener la humildad. Al prender la cámara siento que soy la mejor porque eso es lo que tienes que proyectar, una actitud arrolladora y algo que debes olvidar al apagar la cámara”.
Osorio expresa que uno de los personajes que más admira en el campo del periodismo es Ernesto Mccausland con quien pudo coincidir y relacionarse varias veces. “Demostró que para ser buen periodista no se necesita ser cien por ciento acartonado y tener cierta seriedad en la personalidad, sino que, con su espontaneidad, su forma de hablar tan relajado logró ser la figura que es. Por eso, lo admiro mucho y así será siempre”. Pero la admiración no era solo de parte de ella, sino también viceversa. “Él decía que mientras los otros niños estaban pensando en nimiedades, banalidades, entre otras cosas, yo estaba concentrada en lo que iba a ser mi futuro. Siempre me daba buenos consejos y de él aprendí mucho”, comparte.
Karen es una mujer multifacética que además de seguir trabajando en El trip, creó hace siete años Stellamarketing, su agencia de publicidad; y en la red social Instagram realiza videos en IGTV de destinos y cultura general. Desde 2011 creó junto con su madre y hermana a Diez, una fundación orientada a ayudar y fomentar los valores en niños de escasos recursos de Barranquilla, Atlántico y municipios de departamentos aledaños. Del futuro no dice saber mucho, pues considera que todo está en las manos de Dios, pero sí quiere convertirse en una presentadora de noticias.
Antes de finalizar la entrevista, Karen comparte que hay cosas más importantes que la fama como la familia y el bienestar. También, recomienda a todo aquel que desee ejercer la comunicación social y el periodismo lo fundamental de leer “estar preparados, hasta para improvisar hay que estar preparados y que creen sus bases no en banalidades y futilidades, que creo que se presta mucho en las redes sociales”, concluye.