Por: Daniel Villadiego
Nunca en mi vida había ido, sólo sabía que era por un sector de la ciudad de Sincelejo que no se frecuenta de noche, en toda una principal, una calle oscura, y que podría hasta ser peligrosa.
Viernes por la noche y me encontré todo lo contrario. Cómo había cambiado esa calle, ya no era oscura, el restaurante le daba vida, llamaba la atención por sus colores, y en la cima del local con un letrero que decía, “Burger Birra”. Parecía un parqueadero, con una inmensa puerta, con gramilla, con música en español de todos los géneros. Un enorme contenedor de color azul celeste, que era el cerebro del establecimiento, ahí se hacía toda la comida rápida que salía para las mesas, sus meseros con sus uniformes rosados, los chefs con el negro, en fin, todo combinaba a la perfección. En sus paredes ya es común encontrar este tipo de mensajes motivadores: “Viva la birra”, “Te esperé toda mi birra”. Y en su fondo la frase que más destacaba, “La birra es bella”. El concepto de “vida” que tienen los socios de este local es de buena moral, creo que están agradecidos con ella, o es sólo decoración. Sus luces son también comunes, pero al final sólo quieres sentarte, pedir algo que te sacie el apetito y disfrutar de la buena música.
Me dirigí hacia una mesa, me senté y saludé a la ingeniera del local, Karen Cure. No es chef ni gastronómica, es abogada y estudió en Medellín. Creo que tiene poca experiencia en la cocina, pero sí muchísima en el apetito, acompañada con un vestido negro finísimo, igual que los chefs. Saqué la conclusión que todo el ingenio iba de negro en este negocio.
Desde joven ha sentido fascinación por la comida, por ir a un restaurante, sentarse y contar una experiencia. También por emprender, ya es algo de familia, así como su madre. Su semblante muestra que tiene un carácter fuerte, pero que también tiene su lado humano, todo lo acordado para llevar a cabo una empresa. Ella misma lo dice, es metódica, estricta y exigente, pues parece que esa es su fórmula para el éxito. Dentro de los tres socios del lugar, ella es la única mujer, la administradora y la imagen del lugar, la que cuenta que cada centavo no haga falta. Mejor dicho, bendita entre los hombres.
Durante la conversación se une su novio, César, con intención de contar parte de la historia, y quien también es socio del lugar, prácticamente es quien pone la sazón, y su novia es la parte administrativa y creativa. Llevaba una camisa blanca con un jean, a él le faltó vestirse de negro.
En 2018, decidieron contarle al público sincelejano sus experiencias por todos los restaurantes del municipio, y así dieron inicio al primer emprendimiento de blog gastronómico que hasta hoy en día cuenta con más de diez mil seguidores en Instagram.
- Nuestro enfoque nunca ha sido destruir a los emprendedores, sino darlos a conocer y apoyarlos – afirmó Karen.
A través de cada publicación cuentan desde la mirada propia de su encuentro con cada plato, siempre buscan el lado positivo para motivar a los seguidores y dejando a un lado la crítica destructiva.
En la mitad del local, termina de tocar para el público del lugar un guitarrista, junto con el joven que entonaban una canción romántica. Se acercan a nuestra mesa, Karen busca su billetera y le entrega una propina.
- Muchas gracias por el apoyo. Dios la bendiga y buenas noches. – Se retiraron los jóvenes.
Es común encontrar este tipo de talentos dentro de los locales de la ciudad, pero son pocas las personas que los apoyan. Para todos nunca ha sido fácil el comienzo, pero que nos apoyen habla mucho de la humanidad como negociante.
Me sigue contando que la pandemia no fue fácil para ellos, pero que en la vida todo pasa por algo, entre estas, les tocó aplazar muchísimas cosas ante un panorama tan incierto que vivían. Así como también contaba al principio, el lugar y el punto de referencia dónde está ubicado, antes de esto era una calle solitaria que su único movimiento era hasta las cuatro de la tarde. El punto de mi silla me daba la oportunidad de mirar hacia la avenida, y era impresionante cómo cada vehículo que atravesaba la cuadra miraba hacía el local.
- ¿Qué opinaron los vecinos al respecto? Pues viéndolo así, no hay ningún negocio abierto a esta hora. – afirmé y continué tomando mi michelada, a pesar de ser de las mismas en todos los restaurantes.
- Agradecidos, a pesar de ser un sector que no están acostumbrados a un negocio ni música en las noches, nos acogió bien. – Karen lo cuenta cómo una de las tantas bendiciones que Dios le mandó para el local.
Para ella no fue nada fácil tomar la decisión acerca del local, tuvo distintos inconvenientes. Con el primero, ubicado al este de la ciudad, donde es poco comercial, y que aún así los locales en esta avenida han tenido éxito, pero no logró cumplir con las expectativas de estos socios. El espacio estaba rodeado por un vecindario apático al ruido y a la música. Mientras tanto, en el actual, las personas son atentas, solidarias y les comunican si algo extraño sucede en el sector. Dos distintos tipos de cultura en una misma ciudad. Y no sólo fueron los vecinos el único provecho del lugar, sino también encontraron un contenedor y unos gatitos abandonados, y que ahora esos animalitos son la alegría para los trabajadores. Y así como aprovecharon las cosas que encontraron en este espacio, así también funciona la vida, tomar las cosas que de casualidad tienes y convertirlas en maravillosas. Tomar algo que creas que es innecesario, así como el contenedor que hoy en día adorna el local, y convertirlo en el centro de algo tan importante.
- Aquí realmente hay cosas que uno puede traer. La gente critica mucho diciendo que Sincelejo no avanza. “Me fui cinco años, regresé, y encontré lo mismo”. El reto en realidad es traer cosas nuevas, la gente ahora está viajando más, conociendo más. El truco al final es innovar y eso es lo que hacemos aquí.
El rol de su pareja, César, en su vida ha sido de gran importancia, cuentan que ambos han tenido gran apoyo para ser quienes son hoy en día. Son compañeros de viajes, amigos, socios, foodies ¡Mejor dicho! Son una pareja abstracta, Karen tiene las cosas en la cabeza, es creativa, y César hace realidad las cosas. Ambos cuentan que si nunca se hubieran conocido, su mundo en la gastronomía no hubiera sido tan exitoso como hoy en día.
Uno de los tantos tatuajes que tienen cada uno, hay dos en común, un avión dentro de un corazón, que se lo hicieron en un pequeño local del rodadero, y como cualquier locura juvenil, sólo le dijeron al tatuador que les hiciera lo que primero se les ocurriera.
- El final, el tatuaje quedó un poco al hecho. – Contaba Karen, mientras ambos reían a carcajadas.
Ese tatuaje significa mucho más, ya que es dentro de cada viaje que realizan hay un tono amor.
- ¿Por qué el tatuaje ¿Qué dice? – Afirmaba curioso hacia otro tatuaje de Karen.
Era una frase que sobresalía de su antebrazo.
- Este significa “Hallazgos afortunados”.
- Algo así como yo. – Se ríe su novio, mientras que Karen, también con una carcajada continua la historia.
- Es como cuando te encuentras con algo que no estabas buscando, pero que es bueno. Yo me considero una persona muy afortunada, siento que he tenido mucha suerte, o sea no sé, pero se me dan. Y cuando quiero algo, lo consigo, entonces yo también trabajo por las cosas, y soy muy buena, para bien.
Para ella como cualquier otro emprendedor, tenía miedo por el panorama tan incierto que vivieron durante el aislamiento preventivo obligatorio. En su casa, tenían en letrero de “Burger Birra”, rodando por todas las habitaciones, hasta que en noviembre decidieron lanzarse al panorama incierto. Hoy en día está encima de un contenedor que ilumina toda una avenida. Y no sólo fue el único panorama incierto que enfrentó, sino cuando decidió mudarse a Medellín para estudiar su carrera, como todo joven también tuvo su miedo al futuro.
- También tenemos otro juntos. Que dice: Creer, crear y crecer. – Afirma Karen mientras muestra el tatuaje.
- ¿Quién es tu mayor inspiración en la vida? – Cuestioné.
- A la persona a la que le apunto siempre y veo como ejemplo es a mi mamá. Siempre que voy a tomar una decisión, pienso en cómo haría las cosas mi mamá, porque ella siempre ha sido una persona bastante independiente, ha podido salir adelante, tiene negocios, y eso es lo que a mí me gusta. Y es una persona que, a pesar de su edad, siempre está maquinando qué puede traer nuevo, y maquinando en los negocios. A mí eso me parece bastante chévere, me inspira demasiado y siempre la tengo como ejemplo por ese lado.
- ¿Qué dirías con respecto a todo esto? – Seguí cuestionando.
- Hay que soñar, hacer eso que nos gusta. Hay que tomar el impulso, ese salto y atreverse a las cosas.
Sólo en nuestra vida nos queda arriesgarnos a entornos inciertos, no importa su resultado, vale la experiencia. También busquemos a alguien que nos apoye y que sea nuestro compañero de viaje, para que cuando se nos acabe el sentir no digamos “Te esperé toda mi birra”, sino que narremos: “La birra es bella”. Y que en nuestro momento de jubilación sólo nos queden ganas de gozar cada segundo, y que gritemos “Que viva la birra”, porque vale la pena salir de nuestra zona de confort, viajar y emprender.