La resolución 825 de 2018 expedida el pasado 9 de marzo por el Ministerio de Salud que reglamentó el procedimiento para hacer efectivo el derecho a morir con dignidad de niños, niñas y adolescentes; no ha dejado de dar de que hablar, puesto que dicta las normas para la eutanasia a menores de edad.
La resolución indica que todo adolescente que tenga una enfermedad terminal, además de un sufrimiento que no pueda ser aliviado puede tomar esta decisión. Cabe resaltar que no se practicará eutanasia a menores de 6 años y solo los niños entres 6 y 12 años con “desarrollo neurocognitivo y psicológico excepcional” que cuenten con la aprobación de los padres y el equipo médico podrán ser sometidos a está práctica. La decisión de adolescentes 14 en adelante prima aún si sus familiares no están de acuerdo siempre y cuando el equipo médico hay hecho la pruebas necesarias, la enfermedad este en una fase terminal y esta no pueda ser aliviada bajo ningún método.
Será necesario recurrir a un pediatra, un psiquiatra y un abogado, dado el caso que el menor para analizar todos los requisitos. En definitiva, la resolución indica que todo adolescente cuya situación médica represente sufrimiento “constante e insoportable que no pueda ser aliviado”, podrá solicitar “de manera libre, informada e inequívoca” la aplicación de la eutanasia como parte de su derecho a morir con dignidad.
Por otro lado la comunidad colombiana se ha manifestado en contra de la resolución 825 de 2018. Además a través de comunicado leído por el secretario general del Episcopado, monseñor Elkin Fernando Álvarez, expresó este martes 20 de marzo su rechazo a la decisión del Gobierno Nacional de aprobar la aplicación de la eutanasia en menores de edad, pues considera que el respeto a la vida es necesario para lograr la paz.