Por: Natalia Osorio Marín
Como parte del primer módulo del Encuentro Afacom, que se está desarrollando en la Universidad del Norte, Karin Wahl – Jorgensen habló sobre “Las emociones en la comunicación política”.
La profesora Wahl – Jorgensen es directora del Departamento de Desarrollo de Investigación y Ambiente en la Universidad de Cardiff y actualmente está escribiendo un libro sobre el rol de las emociones en la participación pública mediada, titulado “Emotions, Media and Politics” (Emociones, Medios y Política).
Como foco de su conferencia, trató la temática de la ira como una emoción política y cómo esta ha sido la protagonista de la cobertura mediática en procesos actuales trascendentales como la elección del presidente Donald Trump. “Tendemos a tener una visión negativa de las emociones. El ciudadano ideal en una sociedad democrática tiene que ser racional, desapasionado, imparcial y desinformado. La emoción tiende a ser un enemigo en esta estructura”, manifestó al explicar la necesidad de tomar el estudio de las emociones responsablemente, pues son fundamentales en la comprensión de la dinámica de los medios y el periodismo.
Señaló que el miedo generalizado de la sociedad hacia las emociones tiende a producirse debido al miedo a la ira, pues esta se ha entendido como un sentimiento característico de personas violentas. Sin embargo, entender la ira y cómo circula en el discurso mediático es urgente en un tiempo en el que entes y personajes políticos con una mentalidad diferente están en su punto álgido.
Durante la charla, describió la rabia como una emoción que tiende a ser reconocida como un sentimiento político y colectivo que por mucho tiempo fue ignorado por el mundo mediático. Wahl – Jorgensen hizo la distinción en los tiempos y regímenes gubernamentales, destacando el lema de la “esperanza” como el protagonista del discurso político en la era de Bill Clinton y Barack Obama; y el gran salto que dio con el ingreso de Donald Trump en el mapa y su campaña liderada por la ira.
Por tal motivo, argumentó que la ira es indispensable actualmente, ya que se ha manifestado como un recurso colectivo de empoderamiento. Como muestra de esto, destacó que con las pasadas elecciones en Estados Unidos, la ira estuvo presente tanto en los discursos del electo presidente como en quienes lo apoyaban y se oponían a sus propuestas.
“El populismo de ira lo representa Donald Trump”, dijo la académica destacando los casos en los que el discurso populistas ha reinado en la sociedad. Además de este, hizo mención del ex presidente Álvaro Uribe, el plebiscito en Colombia y el Brexit en el Reino Unido. Todos estos desarrollos políticos, como puntualizó, han facilitado la enorme difusión de la rabia la sociedad.
Aprovechó el espacio brindado por la Universidad del Norte para mostrar un poco de los datos interesantes que ha encontrado durante sus investigaciones, en este caso sobre la manera en que los medios de comunicación utilizaron la palabra “ira” en la cobertura electoral estadounidense. Descubrió que, en un rango de dos meses de estudio, se hizo mención del término 2254 veces con referencia a Trump, mientras que la aparición de esta palabra solo se repite 689 veces en artículos referidos a Obama y publicados por la prensa.
Wahl – Jorgensen concluyó con su hipótesis de que la ira se ha convertido en una clave importante para el entendimiento de la política contemporánea y que los periodistas deben aprovechar este movimiento creciente. “Vale la pena estudiar la ira porque esta no es una emoción sencilla, es muy compleja. A la larga, la ira no es solo una herramienta para políticos oportunistas como Donald Trump, también es una con el potencial de darle voz a la oposición”, puntualizó.
