Foto tomada de Twitter: @EURO2020
Por: Wilhelm Garavito Maldonado, periodista El Tiempo
Si bien no es el único factor, uno muy relevante para que Suiza elimine a Francia en la Eurocopa, o para que Costa Rica clasificara por encima de Italia, Inglaterra y Uruguay en un grupo de Brasil 2014, es el grado de incidencia de lo científico hoy en el fútbol y en cualquier otro deporte.
Contar cada vez con herramientas técnicas y tecnológicas que optimizan los niveles de rendimiento de un atleta, ha llevado a que las cargas se hagan más parejas y que el talento (elemento que siempre puede marcar diferencia), no alcance en todas las ocasiones.
Hoy la palabra más repetida por los entrenadores de fútbol en todos los continentes es: “intensidad”. Esto sencillamente indica que un equipo capaz de presionar cada acción de su rival durante 90 o más minutos estará siempre más cerca del objetivo.
Ahora, si se tiene un equipo que además de presionar con intensidad cuenta con Cristiano, Messi o Falcao (sin lesiones), es claro que existen más probabilidades.
Otro factor relevante es la preparación mental, que representa el 25% en cualquier plan de trabajo de un atleta (los porcentajes restantes son aplicados a: estado físico, dominio técnico y comportamiento táctico. Todos en igual proporción).
En los países que más invierten en categorías menores estos conceptos se trabajan desde muy temprano. En nuestro ámbito uno que otro incomprendido como Amaranto Perea lo intenta, pero el jugador colombiano promedio sigue lejos de esto.
La tan mencionada “intensidad” llevó a que la FIFA estableciera un nuevo reglamento en el que se permiten seis cambios. La naturaleza de esta norma es conducir a tener competencias con mayor nivel de espectacularidad gracias a la respuesta de los jugadores en el campo.
Con el tiempo, buscan que esto mande al olvido las ligas en las que se juega caminando, como la colombiana (a cuyos equipos les va mal internacionalmente). Aparte: un aspecto no menor es la concentración, algo que le pesa mucho al jugador colombiano. Esto hace parte del 25% correspondiente a la preparación mental. La pregunta es: ¿se trabaja en nuestras categorías menores de la forma debida?
Teniendo todo esto en en cuenta, ¿Qué tanto se acerca la prensa deportiva a figuras como el preparador físico o el médico deportólogo para comprender más del contexto actual?