Por: Joshua Cruz
En los últimos días, el descontento de la ciudadanía y las manifestaciones se han tomado las vías que conectan distintas localidades en el departamento del Atlántico, el problema de los peajes papiros ha sido una de las motivaciones de muchos activistas y ciudadanos en manifestarse en contra de esta medida. No obstante, los casos de violencia por parte de la fuerza pública ha sido la principal protagonista durante el marco de estas manifestaciones, específicamente, la represión hacia la politología, activista y profesora de la Universidad del Norte, Karol Solís Menco.
El caso de Solís ha sido el que más ha marcado tendencia e indignación en las redes sociales y medios de comunicación. Este caso marca recuerdos a las distintas denuncias que se han hecho de violencia de género en otras manifestaciones como la del Estallido Social del 2021, donde se reportó más de 28 casos de violencia de género contra mujeres y LGBT. Según, Amnistía Internacional.
Uno de los casos más recordados fue el del caso Alison Meléndez, menor de 17 años que fue abusada por miembros de la policía nacional en mayo del 2021 en una URI en la ciudad de Popayán, suroccidente del país, hecho que posteriormente provocaría la muerte de la chica por suicidio.
Por otro lado, durante el Paro Nacional del 2019 se documentaron más de 60 casos de violencia sexual y torturas hacia mujeres en marco del fenómeno social según distintas entidades como la Human Right Watch. Además, en el marco del #9S, protestas ocasionadas por la muerte de Javier Ordoñez producto de un abuso policial, se registraron 50 denuncias por agresiones sexuales a mujeres, entre ellas, también menores de edad.
Tras todo esto, el caso de Karol Solís no es indiferente al fenómeno de violencia de género en las manifestaciones por parte de la fuerza pública, violencia no solo ejercida por hombres, sino también por mujeres policías hacia manifestantes del mismo sexo. Esta tendencia demuestra un patrón dentro de las entidades de seguridad pública donde no se respeta el derecho a la libre protesta, a los derechos humanos y la equidad de género en términos de bienestar.